A veces la gente en los países, cuando empieza a ver que la corrupción en los políticos surge como plagas, se sienten decepcionadas, pierden toda la fe en los políticos.

Y desesperados, no encontrando entre éstos alguna opción que les inspire confianza, se tiran con los políticos de los partidos de izquierda; porque dicen que quizás las cosas cambien para mejor. 

Resulta peor la cura, que la enfermedad! Porque los comunistas además, de ser más ladrones que los demócratas, se adueñan del poder y esclavizan al pueblo privándoles de sus libertades y de todos sus derechos. 

Por lo menos a los demócratas que roban, los podemos meter en la cárcel, cuando los cogemos. 

Pero esos malditos comunistas, no les dan oportunidad a nadie, se adueñan del poder y al que se atreva a decir algo que no les guste a ellos, lo cogen los meten en la cárcel, lo torturan y si lo pueden desaparecer, los matan. Juzgue usted!

El problema con estos diálogos con los criminales del régimen, es que, además de ser infructuosos; una pérdida de tiempo, mutilan la fe y la confianza del pueblo en el líder de la oposición y le hace ganar tiempo a los mafiosos del régimen. 

Cuando terminan sin éxitos estos insípidos diálogos, la tarea de recuperar la confianza del pueblo, se vuelve titánica y muy cuesta arriba. 

Insistir en la forma diplomática de convencer a un régimen dictador, es solo porque no se ha comprendido que los dictadores tienen como filosofía la revolución y que no entienden, ni les interesa en lo absoluto, nada que tenga que ver con democracia o diplomacia. 

Si usted logra convencer de dejar el poder con diálogos, a alguien que diciéndose dictador, entonces téngalo por seguro; no era un dictador real. 

Por Derwell J Fallu