Desde un punto de vista tan simplista se puede aceptar la afirmación muy generalizada de que la América Latina, en su conjunto, ha repudiado las dictaduras u organizaciones totalitarias y ha escogido la vía democrática como su camino (cosa que muy pocos dirigentes de la clase política han percibido).
Esta, como todas las simplificaciones, tiende a deformar peligrosamente la realidad.
Los hechos recientes demuestran que los regímenes totalitarios, como alternativas, no constituyen hoy ninguna opción verdadera de avance o progreso, pero en cambio, cuando nos trasladamos al otro termino opuesto, el de la democracia, tendríamos que preguntarnos la angustiosa cuestión de ¿cuál democracia?
El gran problema de la democracia latinoamericana ha sido siempre el de la sinceridad y la desviación.
Las realidades del poder, la efectividad de los derechos de los ciudadanos, el funcionamiento de los mecanismos democráticos esenciales, han correspondido poco a los altos principios de libertad, igualdad y justicia que proclaman las constituciones y que, en muchas veces vacua repetición, están en las consignas de todos los partidos políticos que aspiran al apoyo popular.
Está por hacerse el estudio efectivo e imparcial de lo pudiéramos llamar la ficción y la realidad en la democracia latinoamericana.
No pocas veces han sido derrocadas por dictaduras militares o por la nueva figura la Usurpación del poder de la organizaciones criminales socialistas y comunistas para ver surgir en su lugar democracias incompletas, contradictorias y, en buena parte falsas.
Los partidos populares y populistas que han predominado en ciertos países han proclamado continuamente la fidelidad a los principios liberales de libertad, igualdad y derechos humanos, con variados matices de lucha de clases y de reivindicaciones sociales, y en el ejercicio del poder han hecho todo lo contrario.
Esa desviación de la democracia se ha dado, en grado variable, en la historia reciente de los países latinoamericanos. Los partidos populistas, caudillistas, totalizantes, han predominado y son en mucha parte los causantes de la inmensa crisis que hoy cubre a todo ese conjunto de países.
Se ha llegado a un verdadero doble juego de valores, a las formas más antidemocráticas del clientelismo y el populismo, y el abuso de las ventajas del poder en todas las maneras imaginables que, inevitablemente, desembocan en todos los aspectos de la corrupción.
La cuestión fundamental que está hoy planteada ante los pueblos de la América Latina no es la de escoger entre una democracia inepta y corrupta y una dictadura criminal y narcotraficante socialista o comunista no menos inepta y corrupta, sino la de lograr, con el esfuerzo de todos, enderezar el gran desvío que la democracia ha sufrido y lograr establecer regímenes a través de un Transformacion Política o Nuevo Pacto Social que efectivamente correspondan a los principios constitucionales, que aseguren la justicia y la separación de los poderes una verdadera reinstitunalizacion, que hagan difícil y peligrosa la corrupción y que le den a cada ciudadano la sensación efectiva de que tiene derechos y de puede usarlos, y así lograr la paz social, el desarrollo, una mejor calidad de vida verdadera prospera en la plenitud de la Libertad.
Desde el Movimiento de Salvación Nacional MSN-VENEZUELA y MSN-INTERNACIONAL Humanista y Republicano seguimos impulsando dos líneas gruesas para lograr tales propósitos:
1ra La Alianza Internacional de los países de la América Latina para el desarrollo Humanista y Republicano. Como un gran bloque unitario para confrontar a la vil organización criminal y narcotraficante socialista o comunista oprobiosa (esta que tiene su aforo en el Foro de Säo Pablo). A través de la Alianza de los gobiernos democráticos y los movimientos políticos y sociales tendremos las herramientas necesarias para que nuestro Foro-Alianza estratégica camine desde la afrontacion de directa de causa de este flagelo lo lograremos erradicar de toda la América).
2da línea nos corresponde apoyar la conformación de una Coalición Multilateral de los países democráticos para impulsar desde el derecho internacional la aplicación efectiva de la Acción Judicial-Policial una vez juzgados los que hayan cometido delitos de lesa humanidad como es el caso venezolano del Usurpador y prófugo de la Justicia Nicolás Maduro Moros.
Finalmente les invito a dar un paso agigantado del la correcto de la Historia apoyando e impulsando la moralización de los procesos políticos y sociales en toda la América Latina.
Viva la Libertad Muera la Tiranía y Caminemos juntos hacia la verdadera Democracia en plena Libertad. Hacia una sociedad Humanista y Republicana
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