Del Pino: irresponsable y traidor
Eulogio del Pino, quien ostenta dos cargos que son incompatibles, el de Ministro de Energía y petróleo y el de Presidente de Petróleos de Venezuela, es decir, que se supervisa él mismo, acaba de dar las siguientes declaraciones:
“El ministro de Petróleo y Minería y Presidente de Petróleos de Venezuela, Eulogio del Pino, enfatizó este viernes que es necesario reformar los estatutos de PDVSA, los cuales, a su juicio, no se corresponden con los de una empresa socialista. Llamará a todos los trabajadores petroleros para que participen en la reforma de los estatutos de PDVSA…
"Necesitamos la fuerza de los trabajadores para seguir siendo una empresa eficiente y asumirlo con responsabilidad (…) Cada trabajador desde su trinchera debe saber que su aporte es importante para la revolución".
Estas declaraciones contienen, en media página, la prueba de la irresponsabilidad de este personaje y de su traición a la misión esencial que el país le encomienda a sus servidores públicos, la defensa de los intereses de la Nación. Comentamos algunos de sus exabruptos:
1. ¿Qué es una empresa socialista? Según la pandilla chavista, de la cual Del Pino hoy forma parte importante, una empresa socialista no es simplemente una empresa propiedad del Estado, sino que es una empresa que debe ser “entregada por el estado a la comunidad para su administración”. Esta administración requiere “la participación protagónica de los trabajadores en la toma de decisiones”. En otras palabras, PDVSA será manejada por los trabajadores. Ya el presidente obrero, Nicolás Maduro, lo había ordenado y Del Pino, de manera sumisa y traicionando su deber, se prepara para cumplir con la orden del payaso.
2. En la práctica, desde 2005, la empresa PDVSA ya había sido transformada en una caricatura de empresa “socialista”, al entrar a desempeñar tareas de naturaleza social en abierta competencia con instituciones del Estado ya existentes y en abandono de sus tareas y objetivos medulares. Hacía casas que se resquebrajan o decía hacerlas (este programa ha sido una fuente de gran corrupción); importa y distribuye pollos; fabrica ladrillos, siembra sorgo y cría vacas. El resultado de esta perversión de su misión está a la vista: PDVSA es hoy una empresa maula, en quiebra, de producción colapsada, con refinerías que funcionan al menos del 50% de su capacidad, tanqueros fantasmas y con un saqueo del dinero petrolero por el régimen, en combinación con contratistas amigos. Del Pino y Rafael Ramírez son los principales responsables de esta debacle
3. Del Pino pide a los trabajadores que modifiquen los estatutos vigentes, cuando no son los trabajadores los llamados a hacerlo. PDVSA es una empresa de la Nación, no pertenece a “sus trabajadores”. Muchos menos a trabajadores que no tienen la más remota idea de lo que es una empresa petrolera internacional, la cual debe competir con empresas organizadas que poseen una gerencia profesional, fuentes apropiadas de financiamiento, tecnología y una base laboral razonable, no una masa de reposeros como la que existe en PDVSA. Pedirle a los trabajadores que reformen los estatutos de la empresa representa un claro conflicto de intereses y una criminal deformación de su papel.
4. Del Pino, debería saber que una empresa organizada, máxime si es la más importante del país, no debe manejarse para complacer al gobernante de turno. Él tiene una responsabilidad con la Nación que está traicionando, al entregar la suerte de la empresa, de manera demagógica, en manos de los trabajadores. Debería saber que el gerente gerencia, el técnico se encarga de lo técnico, los financistas financian y los trabajadores trabajan. Esa división de tareas no puede ser cambiada por capricho, so pena de arruinar la empresa, lo cual es exactamente lo que han hecho y continúan haciendo. Ese es un crimen por el cual deberá pagar
5. Dice Del Pino que PDVSA seguirá siendo una empresa eficiente con el aporte planificador y reformador de los estatutos que hagan los trabajadores. Esa es una vulgar mentira porque PDVSA no es eficiente ni lo ha sido por los últimos 15 años. PDVSA es una empresa en bancarrota. Pienso que poner a los trabajadores a manejarla puede ser la coartada que los chavistas están buscando para explicar el colapso de la empresa.
Del Pino: gente como tú ha arruinado al país debido a su corrupción y a su cobardía ciudadana. Ver lo que estoy viendo en PDVSA me da asco.
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