Con
regularidad y cada vez con mayor intensidad, en todos los hogares venezolanos, se
nos pide y con toda la razón, le roguemos a Dios de todo corazón por la paz de
nuestro pueblo. La verdad que la oración se ha convertido en una constante
suplica, producto de la situación angustiosa que hoy vivimos, y particularmente
la comparto, ya que asiduamente pido y ruego a Dios por la paz de nuestra
querida Venezuela. Mis constantes suplicas y ruegos han ido aumentando cada día
que pasa, al ver los acontecimientos que se producen y en los mismos vamos
conociendo, la cantidad de
hombres y mujeres de todas las edades fallecidos y
heridos, pero sobre todo jóvenes estudiantes al enfrentarse con los esbirros
del régimen, llamados Guardia Nacional Bolivariana, Policía NacionalBolivariana y todas las fuerzas de seguridad del Estado, responsables de reprimir dichas manifestaciones. Todo esto nos demuestra que las fuerzas del régimen no tienen límites ni contemplaciones con nada ni nadie, a la hora de cumplir con una orden violatoria de los derechos humanos, al arremeter de la forma criminal como lo hacen. Aquí las protestas están contempladas en la constitución como un derecho del pueblo, y las razones por las que se efectúan estas de manera pacífica no son solamente por cuestiones políticas, sino también por razones sociales y humanitarias, así como la falta de alimentos, medicinas, el alto costo de la vida, la inseguridad, la falta de empleo y donde todo esto nos lleva a no visualizar un futuro promisor para nuestros hijos. Sumado a esto el empeño de una Constituyente inconstitucional, fraudulenta y una larga lista de razones que no tienen cuando terminar, son las que han motivado las protestas en nuestro país. Sólo Dios puede guiarnos por el camino correcto mostrándonos la luz que debemos seguir para una pronta y definitiva solución que ponga fin a la dolorosa y trágica situación que hoy vive el pueblo venezolano.
Por otra
parte, una de las preocupaciones que hoy me embarga y confunde, es la cantidad
de opiniones que se escriben y se escuchan. Aquí todos tenemos derecho a opinar
y es bueno oír las diferentes opiniones y comentarios que aparecen en los
medios de comunicación social y en las redes sociales, más sin embargo las
mismas no dejan de confundir, producto del mal manejo y distorsión, que se le
da a la información a la hora de darla a conocer. Yo leo y escucho comentarios y
opiniones según los cuales, la solución de la crisis que vive Venezuela, ya
está a la vuelta de la esquina. Es cuestión de días, al régimen le está
explotando el problema económico en la cara. Ya no soporta más, el pueblo está
harto, el narco-régimen, ya no se sostiene. Venezuela está paralizada. Pero al
mismo tiempo escucho, que el régimen difícilmente lo puedan derrocar, que la
nueva CONSTITUYENTE será un hecho y que la misma le permitirá a Maduro y su
grupo de malhechores seguir en el poder por mucho más tiempo y a eso tenemos
que irnos acostumbrando.
A todas
estas mientras tanto continúa todo un pueblo en la CALLE, que dice estar dispuestos
a permanecer en ellas, hasta que caiga el régimen. No hay retorno posible a
nuestras casas, las vidas de los que han caído no se desperdiciara en vano,
nuestro mejor homenaje a su memoria, será el triunfo de nuestra lucha y liberación
de Venezuela. Por supuesto todo este panorama es preocupante. Los que luchamos
por un cambio solo contamos con unos jóvenes aguerridos, defensores de su
propio futuro y una población desarmada, valiente y decidida, que quiere luchar
contra un régimen narco-dictador, armado hasta los dientes, inescrupuloso, que
aumenta cada día más su represión y donde todos sabemos que su único objetivo
es conservar el poder, porque muchos de ellos saben lo que les viene si lo
llegaran a perder. El problema de Maduro y su narco-régimen, es un problema de
sobrevivencia y se va a radicalizar más a fondo para mantenerse en el poder sin
importarle los preceptos democráticos y constitucionales.
Eh aquí otra de nuestras suplicas en las
cuales le pedimos a Dios, ilumine la mente de quienes conforman la Fuerza
Armada Nacional Bolivariana, quienes están obligados a tomar la decisión de intervenir,
no para dar un golpe de estado, no para masacrar al pueblo, ellos están
obligados a intervenir para salvaguardar la vigencia de la Constitución
Nacional de 1999.
Digo todo
esto, porque soy católico creyente de Dios, y creo que ante la dura situación
que vive nuestro pueblo, debemos aumentar nuestra fe y ayudar a Dios
permaneciendo en las CALLES, convencidos de nuestra victoria final, la cual ya está
cerca, no permitamos que cualquier intento por contrarrestarnos, nos debilite y
divida nuestras fuerzas, el débil cuando combate y resiste se hace fuerte,
nuestra lucha está escrita con sangre, dolor y lágrimas, por eso bajo ningún
motivo podemos caer en la tentación de la falsa paz, impulsada por los demonios
que buscan distraernos para que abandonemos la lucha, frente a esos intentos,
mayor debe ser la lucha en la CALLE, con nuestro Dios al frente, porque solo él
sabe porque suceden las cosas.
“DESDE LA CALLE Y CON FUERZA
GRITEMOS, VIVA VENEZUELA LIBRE”
Atte.-
Carlos Cangrejo…
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Carlos Cangrejo