Durante 20 años de la maligna revolución
de Chávez, y en una democracia disfrazada, el único resultado que podemos
mostrar son protestas, muertes, torturas, asesinatos,
desapariciones forzosas, ajusticiamientos, masacres, saqueos, robos, expropiaciones, fraudes, chantajes, traiciones entre tantas otras humillaciones por las que ha tenido que pasar el pueblo venezolano, sólo nos queda hacernos una pregunta. ¿Sera que de verdad somos un pueblo cobarde?
Sera que
debemos refrescarnos la memoria sobre lo sucedido con la masacre publica de El
Junquito el 15 de
Enero de este mismo año, donde un grupo de sublevados integrado por varios exfuncionarios policiales y militares, encabezados por el hoy difunto Oscar Pérez, y quienes fueron masacrados indolentemente, entre ellos mujeres y niños, más por los ideales que por las armas, de acuerdo a los hechos y la forma como sucedieron, ya que en ninguna de sus incursiones de protesta por rechazar al gobierno, se presentaron muertes ni hechos que lamentar. Este acontecimiento que ha sido tema de conversación en las redes sociales, prensa nacional e internacional y el mismo pueblo que presenció los hechos, donde quedó plasmada la crueldad con que actúa este maldito régimen al ser público y notorio como sucedieron las muertes y el aparataje bélico movilizado incluyendo Funcionarios Policiales Militares, Paramilitares y Criminales Colectivos pagados por el régimen.
Enero de este mismo año, donde un grupo de sublevados integrado por varios exfuncionarios policiales y militares, encabezados por el hoy difunto Oscar Pérez, y quienes fueron masacrados indolentemente, entre ellos mujeres y niños, más por los ideales que por las armas, de acuerdo a los hechos y la forma como sucedieron, ya que en ninguna de sus incursiones de protesta por rechazar al gobierno, se presentaron muertes ni hechos que lamentar. Este acontecimiento que ha sido tema de conversación en las redes sociales, prensa nacional e internacional y el mismo pueblo que presenció los hechos, donde quedó plasmada la crueldad con que actúa este maldito régimen al ser público y notorio como sucedieron las muertes y el aparataje bélico movilizado incluyendo Funcionarios Policiales Militares, Paramilitares y Criminales Colectivos pagados por el régimen.
Entonces yo
me pregunto.
¿Sera que
nos hemos vuelto aparte de cobardes, inhumanos?
Pues bien,
ahora me hago otra pregunta.
¿Sera que
nos acostumbramos a solo Comer y tratar de Sobrevivir?
En este
orden de ideas debo decir sin duda alguna, aunque que me cueste decirlo, que este
es un país que lo convirtieron en cobarde, ya que por encima de todo el
sufrimiento y crueldad cometida, sea impuesto la cobardía de todo un pueblo que
no reacciona ante ninguna situación de maltrato y humillación… Y digo esto porque
es un hecho palpable que el venezolano hoy en día, prefiera humillarse y conformarse
con la dadiva o miseria que el protagonista de sus desgracias le ofrece, para
poder sobrevivir, es decir, prefieren asumir y representar el papel de
limosnero sumiso y cobarde, sin importarle qué tan humillantes sean, con tal de
medio comer y seguir sobreviviendo.
La cobardía
generalmente es vista por la gran mayoría de los pueblos del mundo como una
posición despreciable. Entonces yo me pregunto, ¿será que en verdad nos
convirtieron en un pueblo de cobardes? Ahora bien, definamos ¿Qué es un
cobarde? “cobarde se aplica a aquel que carece de valentía para realizar una
acción de riesgo o para enfrentar una situación que supone un desafío complejo
o que acarrea algún tipo de peligro”.
¿Entonces yo
me pregunto será que el régimen es más implacable y perverso que la humillación
impuesta a todos los venezolanos?
En lo
personal, me resisto a creer y pensar que los seres humanos y sobre todo el
venezolano, acabemos por habituarnos a todo, tal cual la servidumbre, que
termina arrastrado a los pies de su amo. Aparentemente quiero pensar que
todavía no. Pero he allí la pregunta que me hago al no ver ninguna reacción. ¿Sera
que de verdad somos un pueblo cobarde?
En Venezuela
la mayoría de los venezolanos anhelamos la salida de esta Dictadura plagada de
malhechores, que nos mantienen azotados y humillados. Pero lo queremos bajo una
condición, que sean otros los que vengan a resolvernos los problemas, en vez de
ser nosotros mismos quienes nos pongamos al frente de la historia. Pero es tal la carencia de valor, o
lo que es lo mismo por cobardía, que no actuamos y seguimos a la espera que sea
otro quien lo haga.
A pesar de
estas consideraciones debemos responder y resolver el dilema. ¿Sera que de
verdad somos un pueblo cobarde? Sí lo somos, simplemente sigamos aceptando las
dádivas del régimen y sus maltratos sin quejarnos. Si lo somos, sigamos
esperando que vengan otros a resolver lo que nos compete resolver a nosotros,
pero eso sí, ¿recemos por seguir vivos mientras ese momento llega? Si lo somos
aceptemos el fraude electoral que acaba de suceder, al dejar imponer a un
gobernante, dictador que ya sabemos sus cualidades despóticas y tiránicas, las
cuales aprendió del ex-militar Hugo Chávez, gobernante este tiránico que no logro resolver ningún problema, sino
más bien los acrecentó dejando al frente a este inútil delincuente borrico de
Nicolás Maduro.
Nosotros los
venezolano no podemos seguir haciendo como el avestruz, que mete su cabeza en
la tierra para no ver la crisis que vivimos para no enfrentarla, pero tampoco
podemos seguir prefiriendo y aguantando más humillaciones por no querer
enfrentar los problemas, mostrándonos como unos conformistas que están a la espera
que sean otros los que resuelvan nuestros problemas.
No podemos
seguir siendo un pueblo cobarde, por el miedo que nos da nos metan preso o nos
quiten lo que tenemos, y menos seguir callados. Al contrario debemos reaccionar
y manifestar todo lo que sentimos.
Porque con
la apatía silenciosa que hemos mostrado hasta ahora, estamos siendo cómplices
de la tiranía porque permitimos que la ilegalidad se legalice y lo que nos
roban nadie lo juzgue, ni lo reclame.
Mientras
nuestro pueblo se siga conformando con recibir pan y circo, y no reaccione con
la rebeldía que lo caracterizo siempre y que hoy ha perdido.
Si no
salimos de la indiferencia que mostramos ante los hechos, la misma se habrá
volcado en la ilusión que el pueblo tiene o cree que no importa lo que pase mientras no nos toque, a
pesar de que para nuestros adentros odiemos al que abusa del poder para
eternizarse en él.
Recuerden
esto mí querido pueblo. El alimento del tirano es el silencio del cobarde.
Reaccionemos
y salgamos a las calles en protesta pacífica, pero permanente y definitiva, al
frente de una vez por todas como debe ser, en defensa de nuestra democracia y
escribamos líneas de esperanza y libertad en nuestro libro de historia de
Venezuela, donde reivindiquemos las gloriosas notas del nuestro himno nacional
donde dice “Gloria al bravo pueblo”.
Atte.-
Carlos Cangrejo…
carloscangrejo2@gmail.com
@carloscangrejou
https://www.facebook.com/CARLOSCANGREJO2
Instagram. Carlos Cangrejo