Así, al referirse a la situación de los DDHH y enumerar los hechos contenidos en el informe de los comisionados de la ONU y otros presentados de similar tenor, sostiene que la “dignidad de las personas es ampliamente irrespetada en nuestro país y muchas de las situaciones que se sufren constituyen crímenes de Lesa Humanidad” por lo que exigen el respectivo juzgamiento de sus responsables, en tanto que reafirman que la violación de los mismos es mucho mayor de lo contenido en aquéllos.
Al referirse a las autoridades militares y policiales en lo atinente al trato que reciben los migrantes venezolanos que hacia las fronteras marchan huyendo del país –palabras textuales- señalan de manera expresa que “a lo largo del camino les requisan y les arrebatan sus pertenencias y el dinero que llevan. En vez de protegerlos, como lo juraron hacer ante Dios y la patria, los vejan y los consideran como ciudadanos de segunda categoría”.
A la gestión Maduro le reclama su” incapacidad para dar respuesta a los grandes problemas nacionales” por lo que “sus actuaciones tienden a agravarlos”, como corolario de lo cual sostienen que “aparece que su único objetivo es permanecer a toda costa en el poder, sin importar cuánto sufrimiento traiga eso al pueblo venezolano”.
Respecto de la reacción de Maduro y las fuerzas que le sustentan en Miraflores a las acciones de los venezolanos, afirman que estos “reciben como respuesta (…) la censura informativa, la represión de los organismos policiales y militares y la persecución política por la vía judicial”.
Menciona el comunicado de la CEV a la ley antibloqueo aprobada por la constituyente ilegítima –textual- y al respecto afirma que con la misma -de forma pretendidamente oculta y discrecional - el gobierno conduce al país “por caminos distintos a la legalidad” para con éllo “dilapidar los recursos nacionales que son de todos”.
Se afirma en el comunicado que es voluntad mayoritaria venezolana resolver por via electoral nuestro conflicto, pero no con meras elecciones parlamentarias, sino también presidenciales. Así exige auténticas elecciones parlamentarias y elecciones presidenciales con condiciones de libertad e igualdad para todos los participantes, y con acompañamiento y seguimiento de organismos internacionales plurales”. En función de éllo reclama la inmoralidad de las primeras, entre otras razones porque no “existe transparencia en las reglas y mecanismos de verificación que deben regir un proceso electoral”.
Relativo a dichas parlamentarias, reitera que la simple abstención no basta por lo que -a todos quienes adversamos ese estado de cosas- nos requiere “hacer esfuerzos en conjunto para restablecer los derechos democráticos de la nación”.
Pero la crítica no es solo a Maduro y quienes le sirven de sostén; la misma se extiende a la oposición a éstos y expresamente afirman respecto de sus integrantes que “se muestran divididos y sin presentar una alternativa verdadera de cambio”, lo que se traduce en una crítica general a los factores políticos cuando concluyen que “tanto el oficialismo como la oposición no presentan un proyecto de país que logre reunir y convencer la voluntad mayoritaria del pueblo venezolano de vivir en justicia, libertad y paz” por lo que al respecto señalan como corolario que “Venezuela reclama a gritos un cambio de actitud en toda la dirigencia política”.
Si algo tienen los pastores de la iglesia venezolana es su cercanía a la gente, no por nada tienen representación en los más recónditos lugares del país. El mensaje de la CEV es un alerta que a todos nos debe llamar a reflexión.
Gonzalo Oliveros Navarro
@barraplural
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