Alberto Villarroel García
La Legitimidad es un término básico para este artículo, por lo tanto es pertinente acudir al DRAE que nos remite de la legitimidad a la cualidad de legítimo, ma: “adj. Conforme a las leyes. Lícito. Justo. Cierto, genuino y verdadero en cualquier línea”..
Así mismo utilizo “legitimidad” en el sentido otorgado por Karl Deutsch, aunque la responsabilidad es mía. Se quiere verificar la “legitimidad” en los valores asumidos y sus acciones por los agentes implicados, además de la violación o no de esos valores legítimos por parte del Gobierno. De manera que el asunto está sobre la mesa.
Primer caso: La Navidad como fecha genera sentimiento para regalar a los niños. Se ha hecho tradición en este país que los gobernantes en todos sus niveles asumen el obsequio para los niños que sus parientes no pueden hacerlo. Pero es el Gobierno Nacional por poseer mayores recursos además de su extensión y, por las implicaciones de su política de “páter familia”, de “proveedor”, el que se adjudica la responsabilidad mayor de cubrir los obsequios navideños para los infantes.
Así debía realizarse en la pasada navidad, pero, al parecer el Gobierno dispuso de recursos en el correr del año anterior para cancelar a varios grupos musicales, actos que desde luego va dedicado a jóvenes quienes si son votantes, en cambio los niños no emiten votos.
¿Por qué ocurre esto? El poder Ejecutivo tiene al frente a un personaje que se hace llamar “súper bigote”, el cual es una especie de “héroe” pero de comiquitas y de las malas. Han copiado a Superman, el que lucha por la “justicia” y protector de la ciudad y sus ciudadanos.
PERSONALIZACIÓN DE LA POLÍTICA SIN ESCRÚPULOS.
Ahora, el “súper bigote” político, desdoblado en una comiquita, en un asunto de mercadeo, fue reproducido junto a la figura de su mujer para obsequiárselos a los niños como el juguete navideño. Esta acción es siniestra. Atenta contra el valor de los niños en obtener un juguete que le suscite alegría y lo vincule a la Navidad; sin medir consecuencias, los niños han sido engañados; las madres, abuelos y otros parientes, también fueron burlados.
¿En qué ha parado el súper bigote? Aterrizó convertido en megalómano, egocéntrico y narcisista. ¿Le importó el legítimo y justo derecho en miles de niños que pudieran tener un juguete para jugar en Navidad? A Maduro no le interesa la relación valor-juguete y navidad para los niños, su egolatría lo lleva al colmo de pretender que los niños lo acepten como su “guía” con la mamarrachada del supuesto súper héroe.
Maduro, ¿qué lograste? Te metiste en un serio problema moral. Maduro, ¡la pusiste bien grande! ¡Esa estupidez te serrucha la legitimidad!
Caso 2: ¿POR QUÉ TANTOS PRESOS POLÍTICOS?
Organizaciones de los Derechos Humanos han contabilizados 311 presos políticos en las cárceles del régimen. Los valores de los prisioneros son en el orden de importancia la libertad, democracia, justicia; también está la salud. Paso Navidad y el mandamás no tuvo un gesto de benevolencia, de Magnanimidad, es decir, grandeza, generosidad, altruismo ( para haber dictado un Indulto de “justicia con todos los presos políticos”); muchos de ellos llevan más de 15 años prisioneros del odio, por ideologías, retenidos en prisión como trofeos personalizados de las hienas que gestionan la dominación y el poder.
¿Adónde quedó la cacareada “revolución de la justicia”? Simple habladera de paja que se lleva el viento.
Los casos para presentación y sentencia de juicios son retardados exprofeso.
La legitimidad es también un asunto de justicia, que se haga justicia. La legitimidad del régimen y de sus representantes se evalúa asimismo por allí.
Caso 3: ¿HASTA CUANDO CELEBRAN FRACASOS Y NECROFILIAS?
Los comejenes que se mantienen en la gestión de la dominación y poder político por espacio de 24 años, asumen la conspiración, la felonía, traición, golpe contra la Constitución y la democracia, de aquella locura de intentar derrocar a Carlos Andrés Pérez, como lo que son: la representación “contrarrevolucionaria, militarista y comunista”; esencialmente antidemocrática.
Maduro, libérese de la prisión de las ideologías, de las marchas de los comejenes y las ideologías cucarachas con el expresidente hiena del parapeto llamado Asamblea Nacional Constituyente , quien marchó el pasado 4F disfrazado de militar, sí, porque el genuino, el original lo cagó en aquél entonces. Atrévase a sepultar de una vez por todas a esas momias, porque si no, su pretendido deseo y valor de repetir la presidencia, pierde legitimidad ante propios y extraños.
Caso 4: LEGITIMIDAD: JUZGAR RESULTADOS DE LA GESTIÓN
La Hiperinflación había cedido algo el pasado año. Empero, en el último trimestre del mismo año repuntó con fuerza. La actividad económica está sujeta a la importación, la que por supuesto viene inflada, más la voracidad especulativa de muchos comerciantes, quienes se adelantan a los vaivenes del marcador dólar para incrementar precios. La precaria economía a la que contribuyera a postrarla el régimen, es parte de los coletazos que se tienen.
A pesar de que el gobierno ha reaccionado, pero tarde, la frágil confianza en lo que ofrece éste, aún no consolida las expectativas estimulando a los empresarios.
Cada año las encuestas que realizan equipos de las universidades UCV, Simón Bolívar y la UCAB, encuentran una situación peor: 90% de la población es pobre; la mayoría de nuestros niños no consumen los nutrientes necesarios para crecer; seis de cada diez niños no asiste a la escuela.
El salario y pensión de los trabajadores al día de hoy, con la devaluación, está en 4 dólares, ¡igual a miseria!.
El programa radial LA VOZ DE LA DIÁSPORA, dirigido por el Sociólogo Tomás Páez, sostiene que han salido 7.700.000, venezolano, es decir, casi ocho millones. ¿Por qué se van los venezolanos? Por aspectos económico y salud. El régimen destruyó el sistema de salud desde sus infraestructuras; la diversidad económica es restringida; el sistema de justicia está ideologizado, politizado, es discriminador y anacrónico. Una “justicia” con color partidista.
Por sus resultados, este Gobierno está quebrado en legitimidad y todos sus componentes carecen de sustento en la legitimidad. Son 24 años perdidos para este país, para su gente. ¡Hay que sacarlos por medio del voto!
20.02.2023
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FUENTE: >>Alberto Villarroel García
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