Especialistas mantienen como escenario posible transición y negociación luego del 28-J

Expertos señalan que el país se encontraría a las puertas de una transición, si se mantiene la intención de voto de las encuestas / Foto: Cepaz

El próximo domingo 28 están previstas las elecciones presidenciales, para las cuales el Consejo Nacional Electoral (CNE) convocó a más de 21 millones de venezolanos dentro y fuera del país. Según estimaciones y sondeos de encuestadoras, aproximadamente 11 millones de electores estarían decididos a participar en los comicios.

En esta contienda, participan 10 candidatos, todos hombres. La figura femenina de esta campaña, María Corina Machado, ganadora de la primaria de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) el 22 de octubre, fue inhabilitada para inscribirse por parte de la Contraloría General de la República, una maniobra que fue tildada de “ilegal e inconstitucional” por sus abogados.

Los candidatos sobre los que se centra la atención de la mayoría del electorado, son Nicolás Maduro, -postulado por el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) y las toldas del Polo Patriótico-, que busca su reelección por segunda vez. El actual presidente de la República, en su propuesta de campaña, promete el crecimiento económico y la solución a los problemas que han trastocado la calidad de vida de los venezolanos en los últimos 10 años.

Por su parte, Edmundo Gonzáles Urrutia, oriundo de La Victoria, estado Aragua, es un internacionalista, diplomático, profesor y escritor. Fue designado por la Plataforma Unitaria en último momento debido a la imposibilidad de que Machado inscribiera a su candidata suplente, Corina Yoris, a quien tampoco el sistema del CNE admitió.

Varias encuestas de firmas privadas concluyen que González Urrutia es el favorito de los electores, con al menos 25 puntos de ventaja sobre Maduro. Uno de los estudios, de la firma Delphos, en alianza con el Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), muestra al aspirante opositor con un 59,1 % de intención de voto.

A lo largo de la campaña formal que se inició el 4 de julio, la Unidad y el partido Vente Venezuela han denunciado un cúmulo de irregularidades en el proceso electoral que ha puesto cuesta arriba la realización de concentraciones, movilizaciones y caravanas para quienes promueven un cambio de gobierno. Adicionalmente, el 16 de julio, durante un acto en Barquisimeto, estado Lara, Maduro amenazó con la posibilidad de una “guerra civil” en caso de que el chavismo perdiera las elecciones.

“Si no quieren que Venezuela caiga en un baño de sangre, en una guerra civil fratricida producto de los fascistas, garanticemos el más grande éxito, la más grande victoria de la historia electoral de nuestro pueblo” dijo el mandatario.

Una situación que pone en duda la posibilidad de una eventual transición pacífica en el país.
Evaluando escenarios

Aunque aún no existen escenarios certeros, las visiones de especialistas en el área política y electoral se inclinan hacia dos principales: uno de ellos es la suspensión o reprogramación de las elecciones, en vista de las probabilidades de Maduro de perder, con cerca de 25% de votos, que representaría su base de seguidores.

Este escenario tiene un 35% de probabilidades que ocurra, dijo Luis Vicente León, presidente de Datanalisis en un conversatorio privado de una casa de bolsa de Caracas semanas atrás. Mientras que 65% restante, correspondería a la posibilidad de que Venezuela se lleve a cabo un proceso de transición.

“El endoso de María Corina Machado a Edmundo González, funcionó, fue positivo aun cuando éste último era un desconocido. Si gana Edmundo González, María Corina no puede aparecer ni figurar de ningún modo. La negociación de la transición seria entre Maduro y Edmundo”, dijo el analista.

León considera que el proceso debe ser “muy mesurado”, teniendo en cuenta que se tienen seis meses por delante para una eventual entrega de la Presidencia de la República.

Esta transición sería el resultado de múltiples negociaciones entre el gobierno de Maduro, los principales partidos de oposición y la comunidad internacional.

Una fuente relacionada con estos acercamientos, que fue consultada y prefirió el anonimato, aseguró que detrás del cronograma electoral están las reuniones sostenidas en varios países del mundo como parte de la Mesa de Negociación, y los acuerdos suscritos.

Además, explicó que el gobierno de Estados Unidos está “sumamente interesado” en dar una solución a la crisis venezolana antes de que finalice el mandato de Joe Biden. También estaría involucrados otros países como Noruega, Colombia y Brasil.

Para el analista electoral, Aníbal Sánchez, se trata de una elección debe estar enmarcada en la Constitución y llevarse según las leyes, “aunque surjan acuerdos como los de Barbados, Qatar y Caracas”. “Todo lo que se hace es reforzar aspectos que ya están en las leyes”.

Asegura Sánchez que con la negociación lo que se buscaba era ampliar los alcances de esas medidas “como es caso de una observación calificada”.

Pero, a la par de que Maduro “pateaba la mesa de negociación” negándole el acceso al país a algunos observadores internacionales -como el caso de la Unión Europea-, también se anunciaba el retorno de sus conversaciones con Estados Unidos.

El historiador y politólogo Guillermo Aveledo Coll, considera, que, aunque las voces oficiales muestran ese gesto como evidencia de fuerza, la voluntad de acercarse a la Casa Blanca refleja que el Gobierno no puede simplemente desoír esa conversación. “No llamaría a este sistema ‘moribundo’, pero hay carencias de ejecución evidentes. La exigencia de recursos y garantías están a la orden del día”.
Pacto de transición

Las condiciones para que el chavismo “entregue el poder” serían ofrecer garantías a Maduro y su cúpula, asegurar que no habrá persecución, y retirar la recompensa que ofrece EE.UU. por la captura internacional del presidente venezolano y otros miembros del oficialismo.

También estaría previsto que González Urrutia convoque a elecciones generales, que incluyen las de presidente, en un periodo no mayor a tres años, con condiciones que garanticen unos comicios libres y transparentes. Por la Plataforma Unitaria participaría María Corina Machado, mientras que por el chavismo -según consideran algunos especialistas-, se lanzaría Diosdado Cabello, actual vicepresidente del Psuv, por este mismo partido y Delcy Rodríguez por el Movimiento Somos Venezuela y otras organizaciones minoritarias adeptas al oficialismo.

Un escenario de este tipo va a requerir de un “acuerdo de transición, un sistema de justicia transicional, para acompañar ‘este proceso delicado’”, asegura Aveledo.

Destaca que, aunque lo que más conviene es un sistema transicional, “todavía es prematuro” asumir que el gobierno de Maduro se abrirá para reconocer opciones de cambio político fuera de su control.

No obstante, el también académico, admite que los comicios del 28 de julio se tratan de una elección que tiene más visos de proceso “para restablecer el ordenamiento jurídico constitucional”, que una elección presidencial.

Señala, que es uno de los momentos más cercanos hacia el cambio político que ha tenido Venezuela en las últimas décadas.

“A diferencia de las elecciones de 2012 y 2013, la opción opositora principal parte con una ventaja considerable en la mayoría de los sondeos; y a diferencia del proceso de 2018, hay una opción opositora mayoritaria claramente definida, aunque no sin competencia.

Aunque ahora, el autoritarismo electoral es más pronunciado que en anteriores contiendas”, considera.

El abogado constitucionalista José Ignacio Hernández, asociado al Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos en Washington D.C., supone que, si gana González Urrutia, los riesgos desde la perspectiva de ejercer un gobierno constitucional son enormes.

“Entre la fecha de la elección y el 10 de enero del 2025, cualquier cosa puede pasar. No hay soluciones jurídicas. El fraude se puede cometer después de la elección”.

Una eventual anulación de votos -como ocurrió en el año 2015 con la elección de los diputados de la Asamblea Nacional por el estado Amazonas-, y otras maniobras del gobierno de Maduro para impedir el cambio político, plantea la necesidad de hacer cumplir la Constitución. “Ha de ser el planteamiento táctico dominante a seguir”.

Sánchez descarta que se ejecute la suspensión de los comicios en su totalidad. Asegura que de la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) lo que se espera es una sentencia en contra de un partido (posiblemente la MUD) no del proceso. “Sólo el hecho de mantener la zozobra cumple un rol inhibitorio en los electores”, aseguró.

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FUENTE: >>https://eltiempove.com/especialistas-mantienen-como-escenario-posible-transicion-y-negociacion-luego-del-28-j/

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