Venezuela RED Informativa.us
Bien malintencionado el genio del régimen que le dio por decir que Venezuela es un país turístico. ¡Ganas de fregar!
Resulta que a un grupo de europeos les da por conocer los llanos venezolanos. Que si Doña Bárbara, los chigüires, los morichales, los caños, las babas y los caimanes.
Y se aventuran hacia Barinas con la esperanza de hacer un safari fotográfico. Y en carro.
En el camino se consiguen con una alcabala de la policía-bolivariana-de la matraca. Los paran. Les piden los papeles. Las antenas de los policías les acaban de sonar: con esos bobos resuelven el día.
Los agentes de la extorsión del gobierno revolucionario acaban de descubrir que esos turistas, no son turistas. Son agentes encubiertos. Son una avanzada enviada por el imperio, con el fin de sabotear las plantas termoeléctricas que hace año y medio no funcionan.
En los teléfonos descubren material que los comprometen como terroristas. Como agentes cuyo objetivo consiste única y exclusivamente en tumbar el gobierno.
Seguramente mandados por la mismísima María Corina.
Les trastean los bultos, los bolsos y los cojines del carro. Les roban, “les decomisan” las cámaras fotográficas, relojes, zarcillos y cadenitas. Y, por supuesto, no olvidan los reales que cargan. Y los hacen presos.
En el castellano «tarzaneado» que pueden, “arreglan” el asunto con los policías. No sin antes dejar en sus manos todo aquello que tenga algún valor para la revolución. Hasta el caucho de repuesto del carro que habían alquilado formó parte de las pruebas para sustanciar el expediente; el carro del sargento de guardia tenía el mismo rin.
Total que se regresan a Caracas, casi que en pantaletas y calzoncillos. En cuanto llegan conectan con su embajada y ponen el grito en el cielo.
El embajador, a su vez, se pone en contacto con el mismísimo Diosdado Cabello. Y ahí es que empieza la versión bolivariana de «Cuánto vale el show».
Ubican a los policías. Los llevan a Caracas. Los ponen firmes entre sus compañeros y los degradan públicamente. Le arrancan las insignias y cartoncitos que llevan guindados, y los expulsan con deshonra del cuerpo al cual pertenecen. Mientras que, el resto de sus compinches no tienen ni idea de lo que está pasando. Malo, malo: pues por órdenes de sus superiores, todos saben que tienen establecido un monto diario de reales que hay que conseguir en la calle y entre la gente. Y que solo cualquier diferencia, se
las pueden repartir.
Total que la charada, el castigo por matraquear, que es una mentira del tamaño de una catedral, se la trata de colocar el régimen al primer ingenuo que la quiere o que le interesa que se crea.
¿Será por eso que la actual administración de los Estados Unidos de Norteamérica insiste en decir que las condiciones y situaciones que ocurren en Venezuela son cada vez más normales? Pero qué casualidad. ¿Las razones que daban sentido a la protección de los venezolanos a través del TPS realmente son otras? ¿Ahora están dando ejemplo de moral y buenas costumbres bolivarianas con los policías matraqueros?
El régimen de Miraflores sabe de charadas y de cuentos chinos. ¿Pero no acaban de desconocer el triunfo del rechazo de la Venezuela que salió a votar el 28 de julio, en algo cercano al 80% y el CNE puso como ganador a Maduro con el no-sé-cuántos votos? ¡Qué raro!
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FUENTE: >>https://venezuelaredinformativa.us/un-genio-malintencionado/
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