El empachoso llamado a elecciones con el mismo grupo de truhanes, atrincherados en sede electoral, no tiene precedentes en el recorrido de la historia patria.
De todos los argumentos existentes sobre un árbitro, que no lo es, se hace repetitivo volver sobre lo mismo. Solo que fueron sorprendidos por la extraordinaria organización de María Corina Machado para obtener las actas de las maquinas; ahora ya están pendientes para no permitir la entrega ni siquiera de una. El principal hecho derivado, son las supuestas elecciones inventadas, para movilizar toneladas de recursos en efectivo, de los capos Maduro y Cabello, junto a su palafrenero Padrino, que pondrán en circulación como forma ideal para el lavado de dinero.
Los narcos trabajan con un sistema de células clandestinas, sin mantener relaciones entre los de abajo. Solo intuyen quienes son los grandes jefes según las proporciones, de acuerdo con el nivel de personas que deben pervertir. Por ejemplo, Amoroso recibe lo concerniente al personal CNE, que incluye sueldo oficial y los sobres innombrables.
Las elecciones son un vehículo especial para el lavatorio, por eso la de Guyana, los concejos comunales y jueces de paz, aunque nadie va a votar, queda justificado el dinero sangre y es fácil y rentable, así casi todos los meses tendremos falsas elecciones.
El CNE es una fachada, perfectamente diseñada, para repartir unas migajas, a los "sangucheros", que nunca han trabajado, y reciben así en cada falso proceso, ingentes recursos, con la obligación de parafrasear que Maduro es un super héroe. El procedimiento fue avalado también por Chávez, siempre con el argumento: "una actividad más para derrocar al imperio". Esto lo sabe el presidente Trump y lo sabe el nuevo secretario de Estado, cuyo juramento principal, es luchar a fondo contra el narco.
La entrega de dinero al detal, - los chilenos los llaman " pitufeos" - en este caso, es en las mesas electorales. Antes los partidos, trabajaban con voluntarios, tal como los organizó en julio la dirigencia opositora. La tiranía reparte dólares de sangre, y los autobuses vacíos, son cancelados con el mismo instrumento.
El Gobernador de Barinas, cuyo nombre es Sergio Fajardo, era un desconocido universal, no tiene nada de ilustre; al triunfar con los votos opositores, tomó como primera medida mandar a quemar los papeles del asalto chavista, para impedir una auditoria, reclamada por todos los sectores barineses. Ganó con los votos de la real oposición, bajo el argumento de no perder espacios, y en la noche ya estaba con el chavismo, en uno de los actos más infames que se han suscitado en el estado Barinas.
Sergio fajardo y los que se han quitado los antifaces, deben saber, junto al resto de "sangucheros", que deberán responder como integrantes "de los soles y el tren de Aragua", sus campañas los incriminan y los señalan como nuevos miembros.
Rosales y hasta el lago de Maracaibo lo saben, y es una advertencia: al inscribirse lo están haciendo en los cárteles más grandes del crimen y el narcotráfico. Y los socios nuevos no podrán salir de allí nunca, son imborrables. Es como una sentencia. Así el resto de los falsos opositores, ahora no podrán negar su vínculo con el narcotráfico. De allí la sonrisa de los capos, Maduro y Cabello, cuando los saltarines se presentan en sociedad.
El lago de Maracaibo está muy contaminado y triste por el nuevo tiempo. Le llegan olas insólitas.