Menu

TRADUCTOR / TRANSLATE

miércoles, abril 02, 2025

Jesús Eduardo Troconis Heredia | Derecho Internacional Humanitario, Henry Dunant y el Movimiento de la Cruz Roja Internacional

Estremecida la humanidad. Ningún espacio del planeta ha escapado del impacto despiadado y mortal del Coronavirus.

Sus efectos devastadores han movido la opinión mundial. Henry Kissinger, antiguo Secretario de Estado norteamericano, austriaco, con 97 años sobre sus hombros, siempre actual en los asuntos que conciernen la política exterior, advierte acerca del establecimiento de un nuevo Orden Global, ante la inminencia de sanar las heridas abiertas en los compromisos y exigencias de los Estados para proveer la Sociedad Internacional, de seguridad, desarrollo económico, salud pública, y bienestar general.

En las ruinas de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, los vencedores, encabezados por Franklin Delano Roosevelt, Winston Churchill y Stalin, no dudaron en sustituir la antigua Sociedad de las Naciones (SDN) por la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Es por esa razón que la Carta de de la Organización, al ampliar el marco jurídico regulador de las relaciones internacionales, prohíbe, por principio, el empleo del uso de la fuerza, confirmando la regla de no interferir en las cuestiones internas de los Estados soberanos. Tal disposición pretende adaptar a las nuevas circunstancias la naciente Organización de vocación universal, reúne en su seno alrededor de 195 Estados.

La Cruz Roja Internacional, como se la conoce comúnmente, debe afrontar actualmente, quizá el más terrible desafío a lo largo de su existencia, sólo superable con la acertada interpretación del momento histórico que vivimos. Es esa la responsabilidad de sus líderes, el Presidente Francesco Roca, el Vicepresidente para el Continente Americano, Miguel Villarroel Sierraalta, entre otros.

La mayor garantía, de que la pertinaz y devoradora pandemia, sólo comparable al desastre natural o a la guerra total, tendrá una respuesta convincente, estriba en el potente crecimiento institucional del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja. La batalla de Solferino, motivo e inspiración de su fundador, Jean Henry Dunant, determinó la creación del Comité de la Cruz Roja en el año de 1864, mediante la puesta en vigor de una Convención de diez artículos referidos al doloroso hecho bélico, con el exiguo respaldo de 17 modestos comités.

Las cosas han cambiado, siendo que la Organización cuenta hoy en su estructura, en torno a 188 Sociedades Internacionales.

Esa realidad, pone de relieve la positiva evolución desde una Organización No Gubernamental (ONG), clasificación strictu sensu del Derecho Internacional Público, cuyo status corresponde al de una sociedad privada de derecho suizo con sede en Ginebra formada por ciudadanos suizos, con capacidades de promover el Desarrollo del Derecho Internacional Humanitario.

Gracias a su poderoso impulso, se logran establecer los Convenios de Ginebra de 1949 y los protocolos adicionales de 1977 y siguientes, que constituyen las bases principales de su sistema jurídico.

Los mencionados tratados, encomiendan al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), funciones de carácter humanitario. Asimismo, el CICR celebra el 19 de marzo de 1993 un acuerdo de sede con el Gobierno suizo que le concede privilegios e inmunidades para el cumplimiento de sus funciones. Avanza indetenible, logrando en el año de 1972 la firma y conclusión de numerosos acuerdos, del mismo tenor, con diferentes Estados que garantizan el ejercicio de sus funciones asistenciales y humanitarias.

Todo este esfuerzo ha afianzado su personalidad internacional y su reconocimiento definitivo como una Organización Internacional (OI) efectiva, de pleno derecho. Surge de este modo, una norma consuetudinaria de atribución individualizada a la personalidad internacional al Comité Internacional de la Cruz Roja.

El auge de la Ayuda Humanitaria, ha sido blindado por el ataque inmisericorde del Covid19, claramente demostrado por los heterogéneos pronunciamientos o llamados de la Comunidad Internacional al combate contra el virus, que registra, en la actualidad, más de 23 millones de contagios y un número aproximado de 1 millón de víctimas en el planeta.

Las más nefastas consecuencias son: la destrucción de los sistemas de salud pública, indistintamente, de los países desarrollados o en vías de desarrollo y el tremendo impacto sobre sus economías, reflejado en la caída del Producto Interno Bruto (PIB), el aumento de los índices de desempleo y el incremento de la deuda pública. Ambas muestran ,de forma patética, la enorme dificultad de conciliar una solución al dilema que plantean la Salud o la Economía.

El Banco Mundial, a través de su Presidente, David Malpiss, afirmó que la Pandemia del Coronavirus puede llevar a 100 millones de personas a la pobreza crítica, ese número podría aumentar si sus estragos empeoran o se prolongan. Por consiguiente, la situación hace imperativo que los acreedores reduzcan el monto de la deuda a los países pobres en riesgo, más allá de la posible suspensión de la misma. Aún así otros países se verán obligados a reestructurar la deuda, su alta vulnerabilidad requiere despejar el camino a nuevas inversiones, lo cual es sustancial.

Por su parte, la Unión Europea, según informó Janez Lenarcic, Coordinador del Departamento de Emergencia, como parte de la respuesta mundial contra el Coronavirus envió más de 80 toneladas de insumos a Venezuela para enfrentar la crisis.

El nuevo escenario global en tiempos del Covid19 hace necesario tomar medidas urgentes y evaluar los impactos de esas acciones, expone la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en palabras de su Secretaria Ejecutiva, Alicia Bárcena.

Además, se ha constituido un Observatorio, con ONU-Mujeres y Covid19-Respuesta, que recopila las políticas públicas de los 33 países de la región latinoamericana y caribeña, puestas en funcionamiento a fin de cercenar la Pandemia. Asimismo, se han efectuado estudios relativos al impacto económico y social que esta pueda tener a nivel sectorial y nacional, destacándose un informe sobre la Salud y la Economía, y otro que atañe a los Cuidados a la Salud y la Sostenibilidad Económica.

Una iniciativa relevante es la proposición del Presidente Iván Duque consistente en " sacar una Carta de Salud Pública para América Latina" que reúna las enseñanzas que le ha dejado a los países de la región la lucha contra el Covid-19, liderada por la OEA y la Organización Panamericana de la Salud.

Este proyecto lo lanzó el Jefe de Estado durante su intervención en el foro "Resiliencia en Latinoamérica después del Covid19", auspiciado por la Academia Nacional de Medicina, en el que también estuvo el Secretario General de la Organización de Estados Americanos, Luis Leonardo Almagro Lesmes. Que de inmediato ofreció su apoyo, expresando lo siguiente: "cuente conmigo como una voz más, como un soldado de esa causa", recomendando una investigación exhaustiva de la salud preventiva, la telemedicina, las unidades de cuidado crítico, el personal, incluyendo la sostenibilidad financiera de la región. Invitando, finalmente, a la coordinación entre los diferentes países.

Lo cierto es que el mundo atraviesa un momento neurálgico tanto desde el punto de vista sanitario como humanitario, sin precedentes en el siglo.

Afortunadamente los avances institucionales de la acción humanitaria han sido firmes. Una demostración palpable es la creación en 1998, de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH), que forma parte de la Secretaría de Naciones Unidas y su objetivo es la asistencia durante las crisis humanitarias.

Con objetivos similares, la Comisión Europea abrió las puertas al Departamento para la Ayuda Humanitaria, con sede en Bruselas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró una situación de alerta ante la Pandemia, en marzo de 2020, cumpliendo junto a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) un plan a fin de impedir su propagación.

En resumen, estamos sufriendo una enfermedad infecciosa global producida por un agente viral perteneciente a la familia de los Coronavirus, conocido en forma genérica como Covid-19. Es esa la Pandemia que ha golpeado con saña la condición humana, ha puesto en peligro las Instituciones del Estado, y los derechos humanos fundamentales, la Salud, la Dignidad y la Vida.

A modo de conclusión: una Propuesta , cuya estructura consta de una Introducción y dos puntos referidos , el primero, a la admitida condición de Organización Internacional de la Cruz Roja y, segundo, a la acción exterior de la Organización ante la Pandemia.

Introducción.
Un breve preámbulo de la ética de la convicción o respeto a las ideas de J. Henry Dunant, piedra angular sobre la cual se construye la Cruz Roja Internacional. Él no expone una doctrina específica, ni pregona un sistema filosófico, ni propone un texto jurídico a seguir.

Él narra, sencillamente, la trágica escena de los cuarenta mil heridos en el campo de batalla de Solferino, padeciendo de sed, dolor y agonía y el compasivo auxilio de las mujeres de Castiglione.

2.
Nuestros argumentos, fundados en la naturaleza progresiva y voluntarista del Derecho Internacional Humanitario van en perfecta concordancia con la definición de la Acción Humanitaria: "El conjunto diverso de acciones de ayuda a las víctimas de los desastres, desencadenados por catástrofes naturales o por conflictos armados orientados a aliviar su sufrimiento, garantizar su subsistencia, proteger sus derechos fundamentales y Humanitario y el Derecho Internacional de los Derechos Humanos.

La acción humanitaria está informada por una serie de principios que le son inherentes, ellos son, la humanidad, la imparcialidad, la neutralidad y la independencia. Estos principios implican que son las necesidades de las personas las regidoras de la acción humanitaria y no los Estados con sus intereses políticos y económicos.

Por tanto, no hacen falta peripecias dramáticas para proponer la reforma del entramado jurídico del Derecho Internacional Humanitario, normativa jurídica que rige la acción de la Federación Internacional de las sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, La reforma puede realizarse mediante la inserción en el Protocolo III de una disposición reguladora de las crisis desencadenadas por las Pandemias. Propicia es la circunstancia, dado que el mencionado Protocolo, de 2005, relativo al uso de un distintivo adicional , se aleja un tanto del riguroso Ius In Bello.
Otra alternativa, conforme a la metodología o técnica legislativa habitual, sería la aprobación de un nuevo Protocolo, perfectamente válido, en vista del proceso de globalización que acarrea la frecuencia de fenómenos o hechos nuevos en la Comunidad Internacional. En el mismo, deberían incluirse, disposiciones, postulados o normas que pauten la máxima protección frente al temible Coronavirus u otros que atenten contra la Salud.

En definitiva, es una imprescindible previsión de miras al futuro ante cualquier ataque bacteriológico.En ese contexto la protección de la Salud deberá cumplirse a través de las reglas del Estado Democrático y de sus Instituciones. Vale la pena recordar, la colisión frontal entre las medidas sanitarias para frenar el virus y aquellas tendentes a vigorizar el crecimiento económico,la Gobernanza o buen Gobierno.

2. El Comité Internacional de la Cruz Roja, fundado en 1864. Dejó atrás, sus orígenes de organización privada encargada de una misión de servicio público internacional. Su acción exterior es un atributo de su Personalidad Jurídica Internacional, incontrovertible.

Durante los años 70 y los años 80 el desarrollo de lo humanitario se vio reforzado, con la aparición de nuevas organizaciones no gubernamentales, "Medecins sans Frontieres", dedicada primordialmente a la salud, formada por el médico francés Rony Brauman, con la valiosa colaboración del antiguo Ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Bernard Kouchner.

La acción humanitaria se hizo aún más vigorosa en la década de los 90, en los tiempos de la Guerra Fría, resultante de la rivalidad entre los Estados Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, el Consejo de Seguridad multiplicó sus decisiones viabilizando las operaciones de paz.

La Organización de cooperación y Desarrollo Económico ( OCDE), por ejemplo, dio un salto espectacular de una modesta cuota de 286 millones de dólares, a una que rozaba los 4000 millones de dólares. Aquí, recalcamos, lo asentado antes, en relación a la creación de Oficinas o Departamentos especiales en las Naciones Unidas, y en la Unión Europea de Asuntos conexos a la Ayuda Humanitaria. Se amplía de esta manera, extraordinariamente la participación de la Cruz Roja en el plano de las relaciones internacionales. Aparecen, a la sazón, el concepto de la Ayuda en el cual se confunden acción y ayuda, no solamente se incluye la emergencia sino la ayuda prolongada para resolver los problemas planteados por la diáspora, acontecimiento ocurrido en Venezuela, Siria o los países del Norte de África, Argelia, Túnez o Marruecos.

Dichas operaciones prolongadas no se limitan al mero auxilio,socorro o "rilief" de los ingleses sino que contribuyen a detener la descomposición del tejido económico y social y a reconstruir las bases de la rehabilitación.
La responsabilidad política y diplomática del CICR aumenta en progresión geométrica, así ocurre en los espacios geopolíticos, también se acentúa la proliferación legislativa y el incremento de los Tribunales Internacionales.
La Responsabilidad de proteger, resuelta por la ONU en 2005, o la relativización de los principios de la soberanía y la no intervención que dan paso a la protección de los derechos humanos, ponen en cabeza de la CICR la obligación y el deber de actuar en favor de la Humanidad.

Los pronunciamientos entonces de las diversas OOII, bien sean mundiales, continentales o regionales, ONU, UE, OEA o CEPAL, estimulan la participación activa de la Cruz Roja en las relaciones internacionales. Quizá la más concernida para afrontar el Covid19, por su Responsabilidad y por el extraordinario número de sus adhesiones (Nada más y nada menos que 188).

Así las cosas, acoger la iniciativa de la Carta o Tratado de la Salud Pública , encima de la mesa, y auspiciar su aplicación en el Continente Americano y el Mundo entero, podría constituirse en la piedra de toque para el establecimiento de un poderoso programa de cooperación internacional que expurgue , purifique o limpie las prescripciones jurídicas del sistema sanitario actualmente vigente, dando a luz un nuevo Orden Sanitario Global.
La propuesta es posible, mil veces posible, materializarla dependerá de la designación de un equipo experto e interdisciplinar bajo la coordinación de la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, el único factor del Sistema, más amplio, con plenas capacidades para actuar en tiempos de paz.

Déjanos saber tu opinión en los comentarios más abajo y no olvides suscribirte para recibir más contenido sobre noticias

FUENTE: >>https://diarioversionfinal.com/opinion/jesus-eduardo-troconis-heredia-derecho-internacional-humanitario-henry-dunant-y-el-movimiento-de-la-cruz-roja-internacional/

Si quieres recibir en tu celular esta y otras noticias de Venezuela y el mundo, descarga Telegram, ingresa al link Https://t.me/NoticiaSigatokaVenezuela.

REDES: Twitter: @SigatokaNegra1 ; Instagram: @sigatokanegra ; Canal Telegram: @NoticiaSigatokaVenezuela ; Email: sigatoka.negra@yandex.com ; Tumblr: sigatokanegra

No hay comentarios:

Publicar un comentario

GRACIAS POR EMITIR TU OPINIÓN

Todos los contenidos publicados en este sitio web son propiedad de sus respectivos autores. Al utilizar este sitio web afirmas tu aceptación sobre las Condiciones de uso, la Política de privacidad, uso de cookies y el Deslinde de responsabilidades legales.

Responsabilidad

Noticias Sigatoka Venezuela, no se hace responsable de las opiniones expresadas en los artículos, ni de los comentarios emitidos por nuestros lectores, quedando entendido que son de entera responsabilidad de sus autores.