Hoy te invito a reflexionar sobre que saber vivir es hacer lo mejor de nosotros mismos con lo poco que tenemos en el momento que estamos.
Aprecia cada instante y cada pequeño gesto, porque en ellos se encuentran las grandes bendiciones.
¡Que tengas un excelente domingo navideño y maravilloso lleno de luz y alegría!
Te desea tu pana Andrés Rivero el sanjuanero mayor
*TU VOZ TU BANDERA VENEZUELA*
Dicen que a los venezolanos se nos reconoce a kilómetros.
A veces es por el olor inconfundible de una arepa, a veces por el tricolor en una gorra, y otras veces por el éxito de nuestros connacionales. Venezuela ha exportado desde hace muchos años talento en diferentes ámbitos que nos han hecho de reconocimiento a nivel mundial: en medicina, ingeniería, arte, música, deportes, emprendimiento de negocios y muchas otras áreas. Sin embargo, hay un equipaje invisible que muchos insisten en cargar y exhibir sin filtro: la vulgaridad como carta de presentación cotidiana.
Desde la psicología social, entendemos que el lenguaje coloquial genera pertenencia. Decir "marico" o soltar una retahíla de groserías puede sentirse, erróneamente, como un acto de patriotismo o "camaradería" al estar lejos de casa. Pero debemos ser honestos: el contexto ha cambiado. Lo que en una reunión privada en Caracas podía interpretarse como confianza, en las calles de Madrid, Santiago, Miami o Bogotá se traduce, para el oído local, como falta de educación, agresividad o irrespeto. Basta ir en el metro o por cualquier calle del mundo, para ser identificados, indistintamente hombres y mujeres, por el catálogo de vulgaridades que los hacen singular.
El lenguaje crea realidad. Cuando reducimos nuestro vocabulario a tres o cuatro muletillas soeces, estamos simplificando nuestra identidad ante el mundo. Estamos permitiendo que nos etiqueten bajo un estereotipo que no hace justicia a la riqueza intelectual y cultural de nuestra nación. No se trata de negar nuestras raíces ni de hablar como españoles o chilenos; se trata de entender el poder del "código". Al igual que no vas en pijama a una entrevista de trabajo, no deberías usar un lenguaje de alcoba en el espacio público.
Hoy quiero lanzar, con el apoyo de ustedes, la iniciativa #TuVozTuBandera. Un llamado a la consciencia colectiva. Una invitación a recordarnos que cada vez que abres la boca en el extranjero, no solo hablas por ti; eres un embajador accidental de millones de compatriotas. Que cuando digan "ahí va un venezolano", lo digan con admiración por nuestra calidez y educación, y no con desdén por nuestra estridencia.
Si estás de acuerdo con esta iniciativa, te invito a circular este artículo, para que se convierta en una gran cadena que llegue a todos: con tus familiares, amigos y relacionados venezolanos en cualquier rincón del mundo que te encuentres (incluida nuestra patria), y que comencemos entre todos el desafío de cambiar nuestra forma de expresarnos…
Tenemos el talento, tenemos la garra y tenemos la historia.
Es hora de que también tengamos la palabra.
Elevemos el discurso, porque Venezuela se lo merece.
Saludos
*Arnaldo García Pérez*
@arnaldogarciap
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FUENTE: >>Andrés Rivero
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