REDACCIÓNELINFORMADOR.COM.VE.- Rosa Andreína GarcíaEspecialistas coinciden que en diciembre las cifras de escasez, inflación y especulación aumentarán. Y según Werner Gutiérrez en Venezuela la agricultura se marchita, mientras crece la pobreza y el hambre.
En esta segunda entrega, el exdecano y profesor titular de la Facultad de Agronomía de la Universidad del Zulia, Werner Gutiérrez continúa presentando una radiografía de la compleja situación venezolana “que lejos de ser circunstancial, ya es estructural, por la magnitud del daño causado al aparato productivo primario y secundario de alimentos”, y ya comienza a ser reconocida por los entes internacionales, entre ellos la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la FAO.
El profesor cita que la semana pasada la agencia EFE informó de la participación del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Zeid Ra’ad Al Hussein en la 33° Sesión del Consejo de DDHH realizada en Suiza, en la cual informó que “en los últimos dos años el Gobierno ha negado la entrada a Venezuela de los funcionarios de la ONU interesados en verificar directamente denuncias de violación de derechos humanos”.
El alto comisionado afirmó que en Venezuela existe “un fuerte deterioro del disfrute de los derechos sociales y económicos, que cada vez amplía más la hambruna generalizada…”. A lo que el experto agrario expresa que hace ya más de un año advirtió: “No es que no hay comida barata para el pueblo. La realidad es que no hay comida. O se reconduce el camino o vamos a pasar una hambruna tipo África”. Hubo quienes la calificaron de “exageración absurda”, incluso desde sectores académicos se intentó descalificar mi llamado a la reconducción de la política agroalimentaria”. Hoy, este Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU confirma que en aquel momento, fue completamente válida y oportuna mi participación, dice.
El papel que debe cumplir el Estado venezolano en su obligación de garantizarle el derecho a la alimentación al pueblo es definido en el ‘Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales’, aprobado por la ONU en 1999, del cual Venezuela es firmante. El Gobierno venezolano, bajo el mandato Chávez – Maduro, ha venido incumpliendo no sólo lo establecido en este pacto, sino lo contemplado en la Constitución, vulnerando el derecho a la alimentación del venezolano cuando las misiones creadas bajo su gestión para garantizar el acceso a la población más necesitada de los alimentos, además de mostrar ineficiencia en su gestión, se caracterizan por la politización y el tráfico de influencias en su proceder. Y la bolsa de alimentos que venden los CLAP sólo ha logrado beneficiar al 13.6 % de la población.
Algo que debemos tener presente -dice- es que esta situación no se origina como consecuencia de la caída de los precios petroleros, y mucho menos de la ficticia guerra económica que se empeña el imaginario oficialista en responsabilizar del padecimiento del pueblo. La causa es la aplicación de un modelo agrícola – económico que ha arrasado con el sistema productivo, y nos mantiene sumergidos en la más alta inflación del planeta, que desvanece el poder adquisitivo venezolano, apunta.
“Este gran país dispone de todas las riquezas naturales necesarias, y de enorme talento humano comprometido y preparado para superar en corto plazo esta tragedia. Es indispensable lograr la voluntad política necesaria para conquistar un cambio”.