El presidente venezolano pidió “con carácter de urgencia” una reunión del organismo para debatir sobre la situación en su paísEl 11 de marzo de 2011 entró en vigencia la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), una coalición de 12 países del sur del continente que tiene como objetivo construir una identidad y ciudadanía suramericana, al igual que desarrollar un espacio regional integrado.
Este bloque de naciones, al momento de su creación, estuvo liderada por mandatarios de tildes de izquierda y que, de forma pública y notoria, la mayoría creía y apoyaba la denominada “Revolución Bolivariana” que comandaba en ese momento el fallecido presidente de Venezuela, Hugo Rafael
Chávez Frías.
Tras más de siete años de su fundación, de los 12 países miembros (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Colombia, Chile, Ecuador, Guyana, Surinam, Bolivia y Venezuela) siete han tenido un cambio en sus políticas tanto internas como externas y se han pronunciado sistemáticamente en rechazo a la gestión del actual presidente venezolano Nicolás Maduro y en contra de la propia “Revolución Bolivariana”.
Pese a esto, el mandatario venezolano pidió este jueves 15 de febrero que se realice una reunión del organismo para tratar el tema actual de su nación y “defender la verdad” de lo que se vive en su país.
La petición fue remitida directamente al mandatario de Argentina y actual presidente pro témpore de Unasur, Mauricio Macri, ante la “desinvitación” del Gobierno de Perú a que Maduro esté presente en la próxima Cumbre de las Américas a celebrarse en Lima el próximo 13 y 14 de abril en Lima.
“Le digo al presidente de Argentina, Mauricio Macri (...) convoque, atrévase, no me tenga miedo (...) convoque como presidente de Unasur a una cumbre de los países de Unasur y yo voy a esa cumbre y nos vemos las caras. Y voy a defender la verdad de Venezuela”, fueron las palabras del presidente de Venezuela en una conferencia de prensa ante medios internacionales en Caracas.
La última reunión del bloque se celebró hace casi dos años, el 16 de abril de 2016 bajo la presidencia pro témpore de Venezuela y tuvo lugar en Quito, Ecuador, cuando todavía era presidente de ese país Rafael Correa.