Por la TV acompañábamos el fin de una era que tanto perjudicó a nuestro país. En la garganta, estaban todas las decepciones causadas por los gobiernos pasados (y, creí, fueron muchas. Personalmente, como millones de brasileños, fuimos muy perjudicados por las políticas petistas, en todas las esferas).
El ascenso de la rampa de Bolsonaro fue mucho más allá de un cambio de presidente, fue la representación de la fuerza del PUEBLO. Aquel parlamentario que tantas veces habló solo, para un plenario vacío, con todo el stablishment, toda la máquina Estatal contra él, hoy habló para un Congreso lleno y para una multitud de Brasileños esperanzados, no más como el "Coiso", sino como el " Excelentísimo Presidente de la República.
Esta posesión es el símbolo de la resiliencia de los brasileños de bien, que incluso privados de valores y derechos básicos, como la seguridad y la legítima defensa, reaccionaron DEMOCRATICAMENTE contra lo que apodera el país. Con absoluta LEGALIDAD, enfrentamos el sistema con la VOZ y el VOTO.
Fue un día cargado de simbología, donde las etiquetas se rompieron. Hasta el silencio habló (y alto). La ausencia de la izquierda nos mostró claramente quién son los intolerantes, los "fascistas" que viven por el Estado y no respetan la voluntad del pueblo. El discurso de la primera dama, en libras, destruyó falacia del "machista" y afirmó la preocupación con minorías hasta entonces nunca citadas. La quiebra de protocolo, con los dos besos de la primera pareja en el parlatorio de la meseta, derribó por tierra la pecha de "militar intolerante". Lo que vimos fue un hombre humilde, feliz, agradecido, apasionado por la vida, por la familia y por el Brasil.
Fue un 01/01 atípico, pero un 01/01 memorable.
¡Que Dios ilumine a Jair Mesías Bolsonaro, nuestro presidente!
¡QUE DIOS ABENZÓ NUESTRO BRASIL!
Felipe Fiamenghi 01 de enero de 2019.
Yo viví para ver, nuestro país salir de las manos de la clase roja.
He vivido para ver, nuestra primera dama rompiendo el protocolo, haciendo un discurso antes del presidente. Me gustaría ver ahora la cara de las "feministas", pues NUNCA una primera dama tuvo ese espacio.
Yo viví para ver, si hablaba de INCLUSIÓN en un discurso de posesión. Y yo vivía para ver, la INCLUSIÓN ser usada y los derechos a ser incluidos como una prioridad de la primera dama Michele.
Yo vivía para ver, mi presidente ser tomado como mandatario máximo de mi país, incluso después de haber sido víctima de un atentado.
Yo viví para verle sacar la bandera de mi país del bolsillo.
He vivido para ver todos firmar con el lápiz BIC.
He vivido para ver que nuestro país está LIBRE del falso socialismo del PT.
He vivido para ver a un presidente decir que nuestra bandera JAMÁS será roja.
Y yo viví para ver nuestra bandera volver a ser verde y amarilla.
"Brasil por encima de todo, Dios por encima de todos".
Que Dios bendiga a nuestro presidente Bolsonaro y nuestra primera dama Michele ya todos nosotros brasileños.
¡Ahora sí, feliz 2019 a todos!
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