1 Corintios 6:9-10
En todo tiempo de inicio hacemos buenas propuestas para caminar, avanzar, tener nuevos logros y sobre todo para abandonar y dejar atrás todo aquello que no fue de ayuda o de bendición.
Hoy deseo que nos motivemos a profundizar más nuestra relación con Dios, cómo un nuevo sistema de vida en el cual debemos establecer ser de su agrado en todo lo que hacemos.
Creyendo lo que la palabra tiene establecido, una de las cosas a las cuales debemos renunciar es a vivir en injusticia y esto implica que no seamos injustos
con nadie, ni nada, pero que tampoco aceptemos las injusticias de otros hacia los demás.
Si nosotros que nos llamamos cristianos, hijos de Dios, vivimos o practicamos la injusticia o simplemente nos hacemos los sordos y ciegos ante esta, ciertamente estamos negando la fe y nos hacemos merecedores de perder la herencia de entrar al reino de Dios.
El llamado divino es a alejarnos de toda impiedad para heredar la eternidad con Cristo.
Por lo tanto se nos exhorta a erradicar de nosotros toda inmoralidad sexual como fornicacion, adulterio, lesbianismo, homosexualidad, pornografía, bestialismo o zoofilia y hasta la masturbación que conduce a la inmundicia .
Así también somos exhortados a mantener a raya todo lo que implique idolatría, o sea todo aquello que le quita el primer lugar a Dios en nuestras vidas. Y esto no solo se refiere a la adoración a imágenes sino a todo aquello que veneramos o creemos tan indispensables como Dios. Así muchos idolatran al trabajo o profesión, al conyugue o a un arte específico.
Entendiendo también por la palabra que toda avaricia es idolatría la cual conduce a los robos, hurtos secuestros y todo tipo de malicia que lleva a la apropiación indebida de lo que no nos pertenece.
Así que propongamos en nuestro corazón quitar de en medio de nosotros la mentira, falsedad, hipocresía, idolatrias, desenfreno sexual, adicciones y borracheras si queremos ser merecedores de vivir introducidos en el reino de Dios y su justicia desde ahora y para siempre.
Querer es poder. Ponga el anhelo de su corazón por obra. El padre quiere ayudarnos, pongamos de nuestra parte y escribiremos una historia distinta en este nuevo comienzo.
Buen día . Bendiciones
SHALOM. I.R.R.M.
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