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jueves, abril 16, 2020

Refinerías venezolanas, destrucción en cámara lenta. Por | Bethania García

Expertos señalan que el país retrocedió unos 74 o 75 años en término de niveles de producción

Para el año 1998, la petrolera estatal de Venezuela, Pdvsa, administraba 24 refinerías, 18 de ellas en el exterior y seis en el país, pero para finales de 2019, la cifra cambió a 11, seis en la nación y tres internacionalmente.

Un cambio que no solo se ve reflejado en las cantidades sino en su efectividad, y es que de las refinerías nacionales que posee la República, solo dos son las que están operando realmente.

En exclusiva para Venepress, el experto petróleo, Rafael Quiroz Serrano, aseveró que la baja productividad proviene desde los últimos siete años, porque no se ha cumplido con los mecanismos
anuales para su mantenimiento.

A ello, le sumó los accidentes que han destruido las plantas, lo que ha traído consigo una reducción en la capacidad de refinación.

Sosteniendo, que este proceso va de la mano con el combustible, el también profesor universitario afirmó que no se puede mantener a todos los estados venezolanos con dicho suministro, dado que de “los 180.000 barriles diarios (bpd) que se producen -actualmente-, 95.000 van a Cuba y solo 35.000 lo consume la zona Metropolitana de Caracas”.

Esta es una cantidad, relativamente absurda, debido a la capacidad que podrían generar la refinería y sus complejos:
Refinería Puerto La Cruz: capacidad de 203.000 bpd

Se encarga del proceso del crudo pesado y extra pesado de la Faja Petrolífera del Orinoco.
Refinería San Roque: capacidad de 5.800 bpd

La única en América Latina que produce parafina.
Complejo de Refinación Paraguaná [Amuay, Cardon, Bajo Grande]: capacidad de 940.000 bpd

Distribuye el combustible en el país.
Complejo de Refinería El Palito [El Palito]: capacidad de 140.000 bpd

Sin operatividad hasta el 13 de abril cuando lo reanudaron por la crisis de escasez de gasolina.

A pesar de estas cifras, las refinerías que se mantiene actualmente son Amuay y Cardon, pero sin las tareas precisas.

En 2017, José Bodas, directivo de la Federación Única de Trabajadores Petroleros de Venezuela, expuso que por la falta de equipos y dinero se descuidó el mantenimiento en muchos campos petroleros que producían al mínimo o están cerrados, mientras que las refinerías procesan 350.000 bpd de crudo, cuando su capacidad es de 1.300.000 de barriles al día.

En 2018, quien fuera la mano derecha del fallecido presidente Hugo Chávez, ahorita en el exilio, Rafael Ramírez, sentenció que las refinerías de Venezuela tiene la capacidad de producir 1,2 millones de bpd, pero, lamentablemente solo se procesan 80.000 bpd debido a las fallas operativas por falta de mantenimiento y de respuestas, o por los cortes de electricidad.

“Los números son inocultables, los efectos también: entre el 2014 y 2019 la producción de petróleo ha caído desde los tres millones de barriles día a solo 700 mil barriles día según el último informe de la OPEP de mayo de este año. Se han perdido más de 2 millones de barriles día de producción, que, a precios actuales del mercado, significan una pérdida de 117 millones de dólares cada día, es decir más de 40 mil millones de dólares al año. Solo por la incompetencia del madurismo al frente de Pdvsa”.

Rafael Ramírez.

En este entonces, el Complejo Paraguaná, la única activa, presentaba 30% de su capacidad, pero falta de manteimiento, escasez de químicos y mano de obra, resultó en picada.

Asimismo, fue la primera vez en la historia de Venezuela que tuvo que recurrir masivamente a la compra de gasolina importada para cubrir su demanda interna; dado que en muchas ciudades se registraban frecuentes filas de carros aguardando su turno para poder abastecerse. En regiones enteras solo se conseguía combustible de 91 octanos; y en cuanto a aceites, los lubricantes para motores, las ligas de frenos, el combustóleo y el combustible para la aviación, todos productos tradicionalmente abundantes y muy económicos; pasaron a ser exorbitantemente caros.



Dentro de este orden de ideas, hay que nombrar los accidentes que han sufrido las refinerías en el país, que han sido también un punto detonante para la suspensión de operaciones y profundización del declive petróleo, causado por la falta de mantnimiento y supervisación:
2003
Abril:Explosión en el criogénico de Jose.
Mayo: Explosión en la refinería Amuay.
Diciembre: Explosión en una válvula de vapor de la refinería El Palito.
2004
Noviembre: Incendio en el horno F-201 de la unidad hidrotratadora de nafta de la refinería Cardón.
2005
Noviembre: Explosión en la planta de alquilación de la refinería Cardón.
2006
Marzo: Incendio en la planta de hidrógeno de la refinería Amuay.
2007
Enero: Explosión en el horno H751 de la Destiladora Atmosférica de la refinería de Puerto La Cruz.
Octubre: Explosión en la planta de fertilizantes del complejo de Jose.
2008
Septiembre: Choque de dos buques petroleros que colicionaron cerca de un puerto venezolano dejando tres heridos y cuantiosos daños materiales.
2009
Enero: Incendio registrado en el área de tanques de la refinería Cardón.
Diciembre: Fuga de ácido fluorhídrico en la planta de alquilación de la refinería El Palito.
2010
Abril: Incendio que afectó 30% de la operatividad del Centro Refinador Paraguaná (CRP).
Agosto: Explosión que obligó a parar la unidad de alquilación de la refinería Puerto La Cruz.
2011
Mayo: Explosión de un horno de la Unidad de Craqueo Catalítico causando daños en la refinería de Amuay.
incendio que afectó las operaciones de uno de las principales terminales de Venezuela por donde se despachan subproductos petroleros de los mejoradores de Petroanzoátegui, Petropiar y Petromonagas.
Octubre: Explosión en el mejorador de crudo Petropiar.
2012
Febrero: Incendio que paralizó a la unidad de destilación de al refinería Cardón.
Mayo: Rotura en el casco del tanquero petrolero Yare.
Agosto: Explosión en al refinería Amuay, la más grave de todas.
2013
Abril: Incendio en la refinería Cardón por falla en una de las bombas.
2017
Para finales de este año se habían registrado cuatro accidentes semanales en las instalaciones de las refinerías, debido a su falta de mantenimiento.

Para finales de 2019, el economista José Toro Hardy informó que Amuay y Cardón eran las “únicas refinerías activas” que operaban, pero a 10% de su capacidad, porque todas las demás estaban inactivas, provocando de alguna u otra forma la escasez de combustible en el país.

“No hay ninguna razón racional para que en Venezuela falte gasolina. Es tan absurdo el problema que la gasolina en Venezuela se está regalando. Un camión cisterna de gasolina cuesta en el país dos bolívares soberanos, pero ese mismo camión se lo llevan a Colombia y allá lo venden en 25.000 dólares”, resaltó entonces el experto.

Por consiguiente, ahora, Venezuela depende de la importación a otros países, porque el gobierno venezolano está carente de ingresos.

Es por eso que se incrementaron las colas en las estaciones de servicios, por las que ahora se endurecen las medidas para poder obtener combustible en el país, se resumen en que no hay capacidad para proporcionarlo en todo el país.

“El país retrocedió unos 74 o 75 años en término de niveles de producción” declaró Quiroz a principio de 2020 a Efe, afirmando que el “bombeo actual es similar al registro en 1945, cuando la industria llevaba pocas décadas de existencia”.

En este sentido, indicó que volver a los niveles de tres millones de barriles diarios, una vez que el país si requerirá una inversión masiva de “250.000 millones de dólares en una década”.

En este cuatrimestre de 2020, el gobierno venezolano tuvo que reanudar la unidad de destilación de crudo y otras de procesamiento en la refinería El Palito debido a la escasez de gasolina agravada por la pandemia del Covid-19.

Sin embargo, el coronavirus solo ha sido un reforzamiento a la crisis que ya lleva varios años cociéndose.

Cabe destacar que, para marzo 2020 la refinería de Cardón tenía en reserva 40.000 bpd, pero a comienzos de abril, esto se redujo a 14.000 bpd.

Tomando esto en cuenta, Quiroz para Venepress, subrayó que todavía “no hemos tocado fondo” y advirtió que no es momento de hablar en el foco en la refinación sino más bien en “poner mano en la producción” porque se necesita financiamiento en divisas, que actualmente no se tiene.

Aún con la reactivación de El Palito, no es una solución para enfrentar el caos venzolano, más bien, es una manera se solventar solo la “coyuntura” provocada por el virus chino, no para solventar el verdadero fenómeno de combustible que atormenta el territorio del país caribeño.

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