La democracia no es únicamente un conjunto de garantías institucionales. Es la lucha de unos sujetos, en su cultura y su libertad, contra la lógica dominadora de los sistemas. Alain Touraine
Aparentemente la cuarentena ha bajado el volumen de las manifestaciones de calle. ¿Significa esto el triunfo del autoritarismo? ¿Está confinada la resistencia? No. Todos los días hay protestas de ciudadanos reivindicando sus derechos, aquí y en el resto del mundo. Más pequeñas, es cierto, pero no por ello menos significativas.
La cuarentena se está haciendo insoportable para los latinoamericanos. Además de las protestas locales, la semana pasada la prensa reseñó acciones en Chile, Bolivia, Ecuador, Argentina y México. También en Estados Unidos, Hong Kong, Filipinas y Uganda.
La gente tiene temor de contagiarse, por supuesto, pero más le teme al hambre, al desempleo y al control social; en Argentina y México las denuncias señalan una mala gestión de la pandemia y las carencias en el sistema hospitalario; en Estados Unidos se protesta
contra el racismo y en Venezuela, entre los detonantes más comunes están la falta de servicios y la escasez e incremento del precio de la gasolina. Entonces, no es una cuestión de ideología, porque entre los países nombrados hay gobiernos de izquierda y de derecha; es cuestión de dignidad frente a un Estado que no considera las necesidades básicas de la población y usa el coronavirus como excusa para subir el volumen de la represión.
Hablemos de los casos menos conocidos:
Nuevas protestas en Hong Kong se saldan con 18 hospitalizados y 250 detenidos. La policía dispersa a los manifestantes con proyectiles de gas pimienta, dice la DW (mayo, 2020). Las acciones de calle comenzaron en junio de 2019 contra un polémico proyecto de ley de extradición, ya retirado por el gobierno, pero mutaron en un movimiento que busca ampliar los mecanismos democráticos en la excolonia británica y que se opone al autoritarismo de Pekín. Se reactivaron hace más o menos un mes tras una larga ausencia en las calles provocada por la pandemia de covid-19.
En Filipinas 5O activistas entre sindicalistas y defensores de derechos humanos fueron encarcelados el Primero de Mayo durante las protestas del Día del Trabajador. Las ONG han denunciado que el enfoque militarista del presidente Duterte del Partido Democrático Filipino Lakas ng Bayan (centro izquierda) para enfrentar la pandemia es una excusa para actuar contra los activistas y la oposición (Thestar, 2 de mayo 2020; Mongabay, 21 de mayo 2020).
En Uganda la policía arrestó a una prominente académica, Stella Nyanzi, conocida crítica del presidente Yoweri Museveni del Movimiento de Resistencia Nacional, Kitaifa Harakati za Upinzani, un partido de derecha liberal en el poder desde 1986. Nyanzi fue culpada de incitación a la violencia durante una protesta contra las estrictas medidas de confinamiento (Reuters, 18 de mayo, 2020).
Pero no hay que ir tan lejos para horrorizarse. En Venezuela, cuna del llamado “socialismo del siglo XXI”, el colmo fue la detención en el estado Lara de un niño con síndrome de Down, quien fue esposado y obligado a pasar dos noches separado de su familia por manifestar en contra de los cortes de luz.
La violencia estatal no se mide ante el activismo legítimo, títulos o condiciones especiales. Y, sin embargo, la gente no desmaya. Así pues, no, el coronavirus no ha doblegado a la resistencia. Al contrario, ha dado nuevas razones a la gente para organizarse y luchar por sus derechos.
Incluso, podemos decir junto con Geoffrey Pleyers (2020) que la pandemia ha potenciado nuevos métodos que apuntalan un cambio significativo a largo plazo, al inspirar acciones que trascienden lo político y rescatan lo humano.
Sin duda, es remarcable cómo los movimientos sociales se están apoyando unos a otros, aportando soluciones concretas para la satisfacción de las necesidades elementales de sus comunidades de base, mostrando cómo la fraternidad, ese ponerse en el lugar del otro y asumir su sufrimiento como propio, “el principio olvidado” de la trilogía de la Revolución francesa (1789), puede ser la clave para ese futuro mejor por el que claman los sociólogos y filósofos contemporáneos.
Otro rol crucial de los actores de la sociedad civil en estos tiempos aciagos es el de contralor de las políticas públicas. Ahora que muchos gobiernos, como el venezolano, buscan entronizarse escudados en el coronavirus, la vigilancia ciudadana ha sido clave para desmontar la falsa narrativa sobre la pandemia y la insuficiencia de las medidas tomadas para paliarla.
Pero, quizás, lo más importante sea su rol educativo, que eleva el nivel de conciencia entre sus miembros y la opinión pública en general, facilitando espacios para la discusión y el aprendizaje de nuevas herramientas a través de las plataformas en línea y las redes sociales. Webinars y cursos virtuales han acercado a los movimientos de base de los cinco continentes permitiéndoles compartir experiencias y análisis como el recientemente organizado por el ICNC titulado Creative Resistance During Pandemic: A Global South Perspective, disponible en su sitio web.
Estos tres tipos de acciones repotenciadas por el covid-19, las acciones fraternas o solidarias, las de vigilancia y las de educación, están generando un conocimiento significativo al hacer una interpretación de la crisis e insertarla en una narrativa abarcadora de la sociedad en general y de esta manera contribuyen al cambio a largo plazo. Lejos de querer volver a la “normalidad” se estaría apuntando a la creación de una nueva realidad.
DW (11 de mayo, 2020). «Nuevas protestas en Hong Kong se saldan con 18 hospitalizados y 250 detenidos». Disponible: https://www.dw.com/es/nuevas-protestas-en-hong-kong-se-saldan-con-18-hospitalizados-y-250-detenidos/a-53388155
Mongabay (21 de mayo, 2020). «Deaths, arrests and protests as Philippines re-emerges from lockdown» https://news.mongabay.com/2020/05/deaths-arrests-and-protests-as-philippines-re-emerges-from-lockdown/
Pleyers, Geoffrey (25 de mayo, 2020). «Have movements disappeared during lockdown?» Disponible: https://www.nonviolent-conflict.org/blog_post/have-movements-disappeared-during-lockdown/
Reuters (18 de mayo, 2020). «Uganda detains prominent academic protesting coronavirus lockdown» https://www.reuters.com/article/us-health-coronavirus-uganda/uganda-detains-prominent-academic-protesting-coronavirus-lockdown-idUSKBN22U2JX
The Star (2 de mayo, 2020). «Many people arrested in May Day protests in Philippines» https://www.thestar.com.my/news/regional/2020/05/02/many-poople-arrested-in-may-day-protests-in-philippines
María Gabriela Mata
matacarnevali@gmail.com.
@mariagab16
FUENTE: http://elrepublicanoliberalii.blogspot.com/2020/06/maria-gabriela-mata-confinada-la.html
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