Antonio Ledezma, exalcalde de Caracas, pasó por la prisión y el arresto domiciliario, del cual escapó y huyó a Colombia. Actualmente vive en España.
Foto: Héctor Fabio Zamora. EL TIEMPO
Por: María Angélica Correa
02 de julio 2020,
Para el exalcalde de Caracas Antonio Ledezma el camino de las elecciones y el diálogo con el
gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela está agotado.
A su juicio, la oposición vive en este momento una “tormenta perfecta” por la discusión que enfrasca a los partidos en si participan o no en nuevos comicios parlamentarios.
El líder opositor, quien tras su huida de la prisión domiciliaria en 2017 se radicó en España, ha planteado la opción de una intervención internacional en su país.
Recientemente suscribió, junto con María Corina Machado y otros opositores, un comunicado de exhortación a la comunidad internacional “para que deje de lado la retórica diplomática y comiencen a ponerse en práctica acciones específicas”.
¿Cuándo habla de retórica diplomática involucra al gobierno de Trump?
No, en el caso de Trump se avanzó con las sanciones, porque eso tiene varias escalas: resoluciones, acciones jurídicas como pudieran ser, por ejemplo, las sanciones que, acompañadas con otros dispositivos, entran en el terreno de las acciones coercitivas para finalizar con las medidas de fuerza. Creo que las sanciones han cumplido su función. Trump con Venezuela se ha resteado, seríamos muy malagradecidos los venezolanos si no lo reconocemos. Estados Unidos tiene una política muy definida respecto al caso de Venezuela.
Lo que no se puede creer es que ese respaldo es ilimitado y sin beneficio de inventario, no se debe ni abusar ni malbaratar esa confianza de la comunidad internacional. Los errores tácticos y los actos indecorosos hacen daño y merman la confianza en personas, porque esos dislates tan seguidos dan pie a dudar de si la dirigencia está a la altura.
¿Cuáles son las acciones específicas que ustedes señalan en el comunicado?
Las que están contempladas en el concepto de Responsabilidad de Proteger, lo que está contemplado en la resolución 1373 sobre un plan global contra el terrorismo internacional (se creó y asumió en la ONU después de los atentados de las Torres Gemelas); la Corporación de Palermo, que habla de enfrentar a las organizaciones criminales, así lo establece en su artículo 2, y, en nuestro ámbito, el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (Tiar).
El exasesor de seguridad nacional de la Casa Blanca John Bolton cuestiona la actuación de políticos venezolanos...
Hemos insistido en que debe privilegiarse una estrategia. En el mensaje de Juan Guaidó, el 23 de enero de 2019, estaba implícita la estrategia cuando habló del “cese de la usurpación, gobierno de transición y luego elecciones libres”. Eso era más que un discurso retórico, era la médula de nuestras tácticas operacionales.
Y más allá de nuestras diferencias, que las había, antes de ese 23 de enero, porque un grupo de la oposición y gobiernos muy importantes no estaban de acuerdo con que Guaidó asumiera la presidencia interina. Esa tesis la empujamos junto con María Corina Machado, entre otros, con el apoyo de dos figuras claves de relieve internacional. Una vez Guaidó asumió el interinato, nos unificó a todos.
Cese de la usurpación, gobierno de transición y luego elecciones libres
Ahora, ¿qué ocurrió?, que hubo un salto atrás. Se comenzó a fraguar tras bastidores una supuesta negociación, en la que los artífices eran, por parte de la dictadura, Mikel Moreno y Padrino López.
Recientemente suscribió, junto con María Corina Machado y otros opositores, un comunicado de exhortación a la comunidad internacional “para que deje de lado la retórica diplomática y comiencen a ponerse en práctica acciones específicas”.
¿Cuándo habla de retórica diplomática involucra al gobierno de Trump?
No, en el caso de Trump se avanzó con las sanciones, porque eso tiene varias escalas: resoluciones, acciones jurídicas como pudieran ser, por ejemplo, las sanciones que, acompañadas con otros dispositivos, entran en el terreno de las acciones coercitivas para finalizar con las medidas de fuerza. Creo que las sanciones han cumplido su función. Trump con Venezuela se ha resteado, seríamos muy malagradecidos los venezolanos si no lo reconocemos. Estados Unidos tiene una política muy definida respecto al caso de Venezuela.
Lo que no se puede creer es que ese respaldo es ilimitado y sin beneficio de inventario, no se debe ni abusar ni malbaratar esa confianza de la comunidad internacional. Los errores tácticos y los actos indecorosos hacen daño y merman la confianza en personas, porque esos dislates tan seguidos dan pie a dudar de si la dirigencia está a la altura.
¿Cuáles son las acciones específicas que ustedes señalan en el comunicado?
Las que están contempladas en el concepto de Responsabilidad de Proteger, lo que está contemplado en la resolución 1373 sobre un plan global contra el terrorismo internacional (se creó y asumió en la ONU después de los atentados de las Torres Gemelas); la Corporación de Palermo, que habla de enfrentar a las organizaciones criminales, así lo establece en su artículo 2, y, en nuestro ámbito, el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (Tiar).
El exasesor de seguridad nacional de la Casa Blanca John Bolton cuestiona la actuación de políticos venezolanos...
Hemos insistido en que debe privilegiarse una estrategia. En el mensaje de Juan Guaidó, el 23 de enero de 2019, estaba implícita la estrategia cuando habló del “cese de la usurpación, gobierno de transición y luego elecciones libres”. Eso era más que un discurso retórico, era la médula de nuestras tácticas operacionales.
Y más allá de nuestras diferencias, que las había, antes de ese 23 de enero, porque un grupo de la oposición y gobiernos muy importantes no estaban de acuerdo con que Guaidó asumiera la presidencia interina. Esa tesis la empujamos junto con María Corina Machado, entre otros, con el apoyo de dos figuras claves de relieve internacional. Una vez Guaidó asumió el interinato, nos unificó a todos.
Cese de la usurpación, gobierno de transición y luego elecciones libres
Ahora, ¿qué ocurrió?, que hubo un salto atrás. Se comenzó a fraguar tras bastidores una supuesta negociación, en la que los artífices eran, por parte de la dictadura, Mikel Moreno y Padrino López.
Fue un error muy grave porque nos desdibujó ante la comunidad internacional.
Es más, allí hubo factores de Noruega que llegaron a decirles muy confidencialmente a algunos de nuestros operadores políticos que ya nosotros estábamos de tú a tú, que ya no era la dictadura acorralada después del 23 de enero del año pasado, sino que luego de la operación fallida del 30 de abril, las acciones se habían emparejado, y por eso el régimen aprovechó esa caída brusca que experimentó Guaidó, al meternos en el diálogo de Oslo y Barbados. Eso fue también un craso error que nos debilitó porque se le quiso decir al mundo: no se metan en el tema de Venezuela, salvo que nos ayuden a hacer elecciones.
¿Políticamente cómo están ahora?
Estamos en una situación muy complicada. Ahora somos nosotros los que estamos viviendo una tormenta perfecta, porque los partidos están inhabilitados, enfrascados en una lucha por defender sus símbolos, cuando todos deberíamos estar dedicados a defender nuestra estrategia.
Dice que los partidos se han dedicado a defender sus símbolos, y muchos políticos me aseguran que se celebrarán elecciones parlamentarias en diciembre…
Es que la estrategia de Maduro es esa. Si Maduro nos mete en el camino electoral, él va a ganar, aun perdiendo. En el supuesto de que perdiera las elecciones parlamentarias, él ganaría porque lo que le interesa es obtener algo de legitimidad. Para Maduro son un negocio unas elecciones parlamentarias avaladas por los factores democráticos reconocidos por la comunidad internacional.
La estrategia de Maduro ha sido ganar tiempo con los errores que comete la oposición, como ocurrió en Cúcuta luego, con la operación fallida del 30 de abril. Ganaron muchos meses con los errores del diálogo de Barbados y, ahora, distrayendo a la oposición en el falso dilema si votar o no votar.
Maduro nos regresó al 2005. Nosotros abandonamos el futuro para irnos a ese mismo debate, si votábamos o no, que generó incluso fracturas en la oposición, porque allí surgió la división de Primero Justicia.
Es más, allí hubo factores de Noruega que llegaron a decirles muy confidencialmente a algunos de nuestros operadores políticos que ya nosotros estábamos de tú a tú, que ya no era la dictadura acorralada después del 23 de enero del año pasado, sino que luego de la operación fallida del 30 de abril, las acciones se habían emparejado, y por eso el régimen aprovechó esa caída brusca que experimentó Guaidó, al meternos en el diálogo de Oslo y Barbados. Eso fue también un craso error que nos debilitó porque se le quiso decir al mundo: no se metan en el tema de Venezuela, salvo que nos ayuden a hacer elecciones.
¿Políticamente cómo están ahora?
Estamos en una situación muy complicada. Ahora somos nosotros los que estamos viviendo una tormenta perfecta, porque los partidos están inhabilitados, enfrascados en una lucha por defender sus símbolos, cuando todos deberíamos estar dedicados a defender nuestra estrategia.
Dice que los partidos se han dedicado a defender sus símbolos, y muchos políticos me aseguran que se celebrarán elecciones parlamentarias en diciembre…
Es que la estrategia de Maduro es esa. Si Maduro nos mete en el camino electoral, él va a ganar, aun perdiendo. En el supuesto de que perdiera las elecciones parlamentarias, él ganaría porque lo que le interesa es obtener algo de legitimidad. Para Maduro son un negocio unas elecciones parlamentarias avaladas por los factores democráticos reconocidos por la comunidad internacional.
La estrategia de Maduro ha sido ganar tiempo con los errores que comete la oposición, como ocurrió en Cúcuta luego, con la operación fallida del 30 de abril. Ganaron muchos meses con los errores del diálogo de Barbados y, ahora, distrayendo a la oposición en el falso dilema si votar o no votar.
Maduro nos regresó al 2005. Nosotros abandonamos el futuro para irnos a ese mismo debate, si votábamos o no, que generó incluso fracturas en la oposición, porque allí surgió la división de Primero Justicia.
Ahora, esto que ocurrió en esta coyuntura es también consecuencia de las veleidades que estaban teniendo algunos factores de la oposición, que estaban hablando para integrar un Consejo Nacional Electoral (CNE), que montaron un Comité de Postulaciones, e incluso hay quienes defienden participar en elecciones parlamentarias porque, supuestamente, eso está pautado desde el punto de vista legal.
Cuando el argumento nuestro tiene que ser que Venezuela tiene un estado de excepción y es absolutamente viable que se prorrogue el ejercicio de la Asamblea Nacional hasta que se pueda lograr el cese de la usurpación.
El bufete de Maduro sigue designando a los miembros del CNE, ¿qué hacer ante eso?
La Asamblea Nacional debe fortalecer el estatus del Tribunal Supremo en el exilio. Ese es el verdadero tribunal de justicia de Venezuela, absolutamente legítimo, que puede tomar decisiones con base en la constitución nacional.
¿Qué debe hacer Juan Guaidó?
Debe solicitar formalmente que se debata, de una vez por todas, el artículo 187, para que él sea habilitado, a fin de que tenga el respaldo de todos los sectores políticos y sociales de Venezuela, para que cuando llame a los presidentes de los gobiernos, ellos sepan que el presidente Guaidó está hablando de una vía que tiene el aval de todos los venezolanos.
¿Se puede comparar la situación de Venezuela con España, Chile o Nicaragua?
El caso de Venezuela es único porque es una nación que está siendo descuartizada por el Estado fallido y por un Estado forajido. En nada se asemeja a lo que se vivió en Nicaragua, ni con España ni con Chile, porque yo nunca escuché que Pinochet fuera narcotraficante. En la atmósfera venezolana está el espíritu de Augusto Pinochet como dictador, de Sadam Huseín, el de Osama bin Laden, Muamar el Gadafi, de Pablo Escobar.
Es un país en manos de narcotraficantes que utiliza el terrorismo internacional como plataforma de operaciones; es un país ‘somalizado’, porque lo han descuartizado bandas hamponiles, donde los que trafican el oro tienen parte del territorio, los que trafican cocaína tienen parte del territorio.
En las cárceles matan en medio día de 50 a 60 personas, y ejecutan por la vía extrajudicial a más de 7.500 personas. Somos un narco-Estado porque desde la misma presidencia de la república se hacen operaciones del narcotráfico y las instituciones que usurpa esta narcotiranía las ponen al servicio del terrorismo internacional.
Es un país en manos de narcotraficantes que utiliza el terrorismo internacional como plataforma de operaciones
De Venezuela salen toneladas y toneladas de cocaína; todos los días aparecen barcos, aviones, en Trinidad, España, República Dominicana, en México, que salen de territorio venezolano. ¿Vamos a creer que los iraníes están arreglando las torres de la refinería de El Palito? ¡No!, ahí lo que hay son intenciones de establecer en Venezuela bases de lanzamiento de misiles en Paraguaná o en La Orchila.
Esta es la narrativa que debemos defender ante los gobiernos del mundo, para que terminen de entender que con las mafias de Venezuela no valen diálogos ni elecciones.
¿Cuándo la Fracción 16 de Julio (que usted representa) presentó la discusión del artículo 187?
Se viene haciendo desde el año pasado, pero desde este año, todas las semanas, el diputado Richard Blanco solicita que se coloque en la agenda de debate. Yo se lo planteé al presidente Guaidó en enero, aquí en Madrid.
Es que el concepto de soberanía tiene que ceder su preeminencia cuando se confirma, como está confirmado, que un régimen no está en capacidad, por acción u omisión, de satisfacer las necesidades de salud, de alimentación, de seguridad de los ciudadanos.
La propia ONU ha certificado que vivimos una crisis humanitaria compleja. ¡Qué estamos esperando para que la gente entienda que no se puede seguir con este estribillo de la salida pacífica, que hay que evitar muertes! ¡Qué más muertes vamos a evitar!
¿A qué le tienen miedo? ¿A que se debata ese artículo? ¿A tener esa potestad?
El argumento que más se ha esgrimido es que no teníamos un interlocutor que atendiera esta solicitud, pero los que hemos seguido el adelanto del libro del señor John Bolton encontramos que revela que la administración de Trump estaba ganada a promover una intervención internacional, de paz, quirúrgica.
¿Qué le diría ahora al presidente Guaidó?
Pongamos punto final a las vacilaciones solicitándole a la comunidad internacional la configuración de esta fuerza multiglobal. No hay otra salida, no sigamos perdiendo tiempo.
MARÍA ANGÉLICA CORREA
Cuando el argumento nuestro tiene que ser que Venezuela tiene un estado de excepción y es absolutamente viable que se prorrogue el ejercicio de la Asamblea Nacional hasta que se pueda lograr el cese de la usurpación.
El bufete de Maduro sigue designando a los miembros del CNE, ¿qué hacer ante eso?
La Asamblea Nacional debe fortalecer el estatus del Tribunal Supremo en el exilio. Ese es el verdadero tribunal de justicia de Venezuela, absolutamente legítimo, que puede tomar decisiones con base en la constitución nacional.
¿Qué debe hacer Juan Guaidó?
Debe solicitar formalmente que se debata, de una vez por todas, el artículo 187, para que él sea habilitado, a fin de que tenga el respaldo de todos los sectores políticos y sociales de Venezuela, para que cuando llame a los presidentes de los gobiernos, ellos sepan que el presidente Guaidó está hablando de una vía que tiene el aval de todos los venezolanos.
¿Se puede comparar la situación de Venezuela con España, Chile o Nicaragua?
El caso de Venezuela es único porque es una nación que está siendo descuartizada por el Estado fallido y por un Estado forajido. En nada se asemeja a lo que se vivió en Nicaragua, ni con España ni con Chile, porque yo nunca escuché que Pinochet fuera narcotraficante. En la atmósfera venezolana está el espíritu de Augusto Pinochet como dictador, de Sadam Huseín, el de Osama bin Laden, Muamar el Gadafi, de Pablo Escobar.
Es un país en manos de narcotraficantes que utiliza el terrorismo internacional como plataforma de operaciones; es un país ‘somalizado’, porque lo han descuartizado bandas hamponiles, donde los que trafican el oro tienen parte del territorio, los que trafican cocaína tienen parte del territorio.
En las cárceles matan en medio día de 50 a 60 personas, y ejecutan por la vía extrajudicial a más de 7.500 personas. Somos un narco-Estado porque desde la misma presidencia de la república se hacen operaciones del narcotráfico y las instituciones que usurpa esta narcotiranía las ponen al servicio del terrorismo internacional.
Es un país en manos de narcotraficantes que utiliza el terrorismo internacional como plataforma de operaciones
De Venezuela salen toneladas y toneladas de cocaína; todos los días aparecen barcos, aviones, en Trinidad, España, República Dominicana, en México, que salen de territorio venezolano. ¿Vamos a creer que los iraníes están arreglando las torres de la refinería de El Palito? ¡No!, ahí lo que hay son intenciones de establecer en Venezuela bases de lanzamiento de misiles en Paraguaná o en La Orchila.
Esta es la narrativa que debemos defender ante los gobiernos del mundo, para que terminen de entender que con las mafias de Venezuela no valen diálogos ni elecciones.
¿Cuándo la Fracción 16 de Julio (que usted representa) presentó la discusión del artículo 187?
Se viene haciendo desde el año pasado, pero desde este año, todas las semanas, el diputado Richard Blanco solicita que se coloque en la agenda de debate. Yo se lo planteé al presidente Guaidó en enero, aquí en Madrid.
Es que el concepto de soberanía tiene que ceder su preeminencia cuando se confirma, como está confirmado, que un régimen no está en capacidad, por acción u omisión, de satisfacer las necesidades de salud, de alimentación, de seguridad de los ciudadanos.
La propia ONU ha certificado que vivimos una crisis humanitaria compleja. ¡Qué estamos esperando para que la gente entienda que no se puede seguir con este estribillo de la salida pacífica, que hay que evitar muertes! ¡Qué más muertes vamos a evitar!
¿A qué le tienen miedo? ¿A que se debata ese artículo? ¿A tener esa potestad?
El argumento que más se ha esgrimido es que no teníamos un interlocutor que atendiera esta solicitud, pero los que hemos seguido el adelanto del libro del señor John Bolton encontramos que revela que la administración de Trump estaba ganada a promover una intervención internacional, de paz, quirúrgica.
¿Qué le diría ahora al presidente Guaidó?
Pongamos punto final a las vacilaciones solicitándole a la comunidad internacional la configuración de esta fuerza multiglobal. No hay otra salida, no sigamos perdiendo tiempo.
MARÍA ANGÉLICA CORREA
FUENTE: https://www.eltiempo.com/amp/mundo/latinoamerica/entrevista-a-antonio-ledezma-sobre-la-actual-situacion-en-venezuela-513326?__twitter_impression=true
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