Barra Plural 905
Una suerte de desazón cunde entre algunos venezolanos consecuencia de lo que está ocurriendo con el señor Saab y su solicitud de extradición a Estados Unidos.
Cada vez que se produce una decisión judicial, leemos en las redes sociales que los Estados Unidos están alistando el avión que lo trasladará desde Africa a nuestro continente y de repente, el viaje se trunca consecuencia de una apelación que lo impide.
Quizás nos pasa que hemos perdido en nuestro país la noción del debido proceso. Todo lo tratamos de resolver –o de complicar- a trancas y barrancas, generando con éllo mayores problemas que el que queremos resolver.
Así las cosas, a diferencia de lo que ocurre en Venezuela –sobre todo cuando se trata de casos de alguna manera emblemáticos- donde son los órganos del estado quienes le imponen al defendido su defensor, a pesar de que este quiera otro, o peor aún le designan a uno para que haga las apariencias de tales, en el caso del colombo venezolano Alex Saab, las autoridades de Cabo Verde no le han impedido que contrate a un abogado famoso, sino que facilitan que ejerza todos los recursos que la ley del país le permite. Así no podrá argüir que se vulneró su derecho a la defensa.
En nuestras naciones occidentales, resultaría natural lo que estamos presenciando en Cabo Verde pero -lamentablemente- no es ese el caso de nuestro país. En él hemos presenciado como decisiones administrativas que implican limitaciones a derechos constitucionales se ejecutan sin control judicial o se resuelve que tratados internacionales que regulan derechos humanos son inaplicables, para solo citar dos emblemáticos ejemplos.
Asimismo, en otros paises de nuestra América, los jueces adoptan decisiones contrarias a su respectiva Constitución y a la voluntad popular legítimamente manifestada o se persiguen personas a sabiendas de inocencia, limitándoles el ejercicio del derecho a la defensa al cual están obligados.
Cualquiera sea la decisión que adopte Cabo Verde tendrá sus detractores, pero lo que ninguno podrá aducir es que el señor Saab y su defensa, no pudieron ejercer a cabalidad los recursos que su legislación le daba. Esa es una lección que ese país, a algunos otros les está dando.
Gonzalo Oliveros Navarro
@barraplural