En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos. Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos. Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. 1 Juan 5:2-4
Solo por fe podemos creer en los eventos más divinos y sobrenaturales acontecidos en la tierra hace mas de dos mil años como la concepción, vida, muerte y resurreccion de Jesucristo.
Y si logramos creer en ésto, no deberiamos ser tan razonables para creer y aceptar que somos imagen y semejanza de Dios y que por lo tanto el amor que es su esencia principal también forma parte de nosotros muy por encima de toda malicia y maldad.
El amor a Dios se demuestra con hechos concretos y sin palabrerias, biblicamente se nos enseña que si decimos que amamos a Dios, debemos cumplir con sus mandamientos y leyes lo cual se fundamenta básicamente en darle el primer lugar al Padre eterno y amar al prójimo como a uno mismo.
Quien ama no odia, no es rencoroso, no es vengativo, no es envidioso, ni mucho menos chismoso o jactancioso, busca vivir en paz con Dios y con sus semejantes.
El amor pequeña palabra que encierra una fuerza superior a dinamita, con el cual podemos vencer todo obstaculo que interponga el maligno en su pretension de hacernos maliciosos, egoistas y destructores.
Amemonos los unos a los otros y busquemos siempre el bien común para vivir en paz y concordia, alejandonos cada vez más de todo lo que encierra ira, celos, pleitos, contiendas y disensiones.
Nuestro Padre es un Dios de amor y sus hijos lo hemos heredado de manera sobrenatural y especial al reconciliarnos con Él por medio de Jesucristo y tan solo debemos dejarlo fluir expontaneamente con humildad, sencillez y pureza de corazón, abortando con tesón las nefastas caracteristicas del viejo hombre plagado de maldad, egoismo y corrupción.
Si verdaderamente hemos nacido de nuevo, cultivemos la paz, la justicia, la esperanza, la generosidad, la bondad, y la fe, pero sobre todas las cosas, que el amor genuino sea siempre nuestra principal carta de presentacion.
Si me amáis, guardad mis mandamientos. Juan 14:15, así nos enseña y manda nuestro amado jesucristo, el mas grande ejemplo de genuino amor del bueno.
Buen dia. Bendiciones
SHALOM. I.R.R.M.