Hijitos, nadie os engañe; el que hace justicia es justo, como él es justo. El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. 1 Juan 3:7-8
Biblicamente hablando existen dos tipos de personas en este mundo geografico y espiritual, los que pertenecen a la luz y los que son de las tinieblas, en otras palabras unos somos hijos de Dios y otros que son hijos del diablo, lo cual no tiene ninguna discusión y cada quien sabe a que reino pertenece, lo cual se hace manifiesto por la mera manera de ser justo o injusto.
Pero es bueno saber que nadie es justo porque haga buenas obras, sino que hemos sido justificado cuando creemos en el sacrificio de la cruz y aceptamos que Jesucristo es nuestro redentor, paso fundamental para abandonar el reino de las tinieblas y ser trasladado a su reino admirable de luz.
Una de las pocas o muchas maneras de evidenciar que somos hijos de Dios es practicando la justicia, alejandonos y dandole un no rotundo a todo lo que sea injusto.
Los hijos de Dios se parecen a Él en su carácter de amor y justicia, y no practican el pecado para coquetear con el infierno, haciendole sonrisas a lo malo calificandolo de bueno por egoistas conveniencias.
Es muy trillada la frase "Por sus frutos los conocereis"
Quien practica la injusticia no ha nacido de nuevo y debe en lo profundo de su alma reconocer su condición de pecador e injusto si desea darle un vuelco radical a su existencia, para lo cual es muy importante aceptar el sacrificio de la cruz como la unica medida expiatoria por medio de la cual el injusto se convierte en justo y se llena de la luz verdadera, la luz de Cristo y de esta manera poder brillar en medio de este sistema mundanal y corrupto donde hasta el presente impera la oscuridad y las tinieblas.
Los hijos de Dios debemos ser autenticos, originales y no tan solo una buena copia, el sello de originalidad que hemos recibido del Espíritu Santo se deja ver al cultivar el fruto del Espiritu.
Lo que es original nunca podrá ser totalmente falsificado, el gold filled puede parecerse mucho al oro puro pero nunca tendrá el mismo valor del auténtico, así el cristiano genuino y verdadero nunca debe aceptar la imitación que caracteriza a los que dicen que son, pero que con sus hechos demuestran que no..
El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo. 1 Juan 2:4-6
No hay ninguna comunión de la justicia con la injusticia, la oscuridad con la luz, ni de Cristo con Belial.
Si somos de Cristo andemos como el anduvo.
Buen dia. Bendiciones
SHALOM. I.R.R.M.