La visita a Venezuela de Ebrahim Raisi, presidente de Irán, ha generado una mezcla de reacciones para nada positivas para el país. Debe ser vista como el resultado o coronación de una política exterior venezolana que ha pasado del reposicionamiento a la acción.
Esa política, de alcances inimaginables, nos sumerge en conflictos que tradicionalmente han sido ajenos a la tradición venezolana de no injerencia, tanto de lo que hacemos los venezolanos en el exterior como lo que los extranjeros vienen a hacer en Venezuela.
La visita del presidente Raisi no fue un tour de buena voluntad ni de intercambio diplomático, y mucho menos para conocer los atributos naturales y turísticos del país.
Prueba de ello es la apertura en Caracas de una oficina de “cooperación tecnológica”. Una noticia que, para más señales, no se incluyó en las declaraciones conjuntas de ambos presidentes.
Por el contrario, nos llegó ayer en un despacho desde Beijing de la agencia oficial china Xinhua, que recogió en Caracas las declaraciones del presidente de Irán. Lo que resalta dos situaciones: lo importante que es para Irán esta apertura, al punto que es el propio presidente quien hace el anuncio; y, que sea la agencia Xinhua quien divulga la información.
En todo caso, y hasta el momento, lo que ha sido la cooperación tecnológica de Irán con Venezuela no ha ido muy bien que se diga. En cuatro sectores -y a pesar de la poca información revelada- si no fracasó, ha seguido los caminos del fracaso.
Esa cooperación ha incluido: la construcción de plantas cementeras, ensamblaje de vehículos, refaccionamiento de complejos de refinación petrolera, dotación de drones y red de supermercados. Por decir lo menos, en esos sectores con negativos resultados según los expertos.
También se ha especulado con abundancia la cercanía en temas como la nuclear, la misilística, la minería estratégica y el know how de seguridad. Lo que obviamente por su naturaleza ha sido difícil de confirmar.
¿Qué hará esa oficina entonces? Para avanzar en el camino de una respuesta hay que conocer la diferencia entre cooperación e injerencia.
En una cooperación, confluyen intereses comunes. En una injerencia, la participación de una parte queda supeditada a los intereses de la otra parte.
En el caso de Venezuela y esta oficina de Irán, ¿en cuáles de esas dos partes estamos?
Por el momento, debemos prestar atención a las incidencias y los resultados de la visita del presidente de Irán a Nicaragua y Cuba. Dos países que tienen en la mira de tiro a la Costa Este de los Estados Unidos.
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FUENTE: >>R/S/W
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