Homenajes: En 1976 las gobernaciones de los estados Apure y Portuguesa le rindieron homenaje haciendo entrega de un busto del artista el cual fue colocado en la plaza de la población de Palmarito, donde se encuentra actualmente. La embajada de Venezuela en Jamaica le ofreció un homenaje por sus méritos como artista en un acto especial.
Distinciones: Ciento veinte placas, diez trofeos, cuarenta diplomas, quince medallas de oro, plata y bronce. En el primer Torneo Internacional del Joropo, celebrado en Arauca, Colombia, obtuvo dos medallas de oro y 15000 pesos; Segundo Festival del Joropo, San Fernando de Apure, Certamen Primer Cantaclaro de Oro se adjudicó el primer lugar. En los Festivales de Villavicencio, Colombia, obtuvo tres primeros lugares; Maracaya de Oro, segundo lugar en Maracay (Edo. Aragua); Florentino de Oro, Honor y Causa como artista consagrado.
Entre sus éxitos se cuentan: Florentino y el Diablo, Aquella mujer que amé, Furia, Chaparralito Llanero, Cajón del Arauca apureño, Llanura yo soy tu hijo, Plegaria llanera, Travesía de San Camilo, Faenas del llano, Dulce María, Mis retoños, El morrocoy de doña Carmen, Caminito de Arichuna, Recorriendo a Barinas, Los martirios del Carrao, El sueño de Julio Verne, Villavicencio.
Discografía: 1954, primer disco en 45 r.p.m. para el sello disquero Velvet titulado Fiesta de los santos; En 1965 Llanura yo soy tu hijo, incluye 12 piezas; Sello Cachilapo (LPC-015). Llanura... aquí están tus hijos, con el conjunto Sentimiento Apureño, incluye doce piezas que comprenden contrapunteo, joropos y pasajes; Florentino y el Diablo, basado en el poema de la leyenda del mismo nombre del poeta barinés Alberto Arvelo Torrealba. Con esta interpretación el artista llegó a la cumbre de su carrera obteniendo el calificativo de máximo intérprete de la música llanera. Su discografía incluye además dos discos en 45 r.p.m. y treinta y cinco L.P.s, acompañado por conjuntos y artistas destacados, entre ellos: Eugenio Bandres, Eudes Álvarez, Omar Moreno, Cándido Herrera, Gustavo Sánchez, Nery Torrealba, Luis Rojas, Joseíto Romero.
Aun cuando el Carrao no pudo seguir ejecutando su destreza con el cuatro y la bandola por una infección que le hizo perder dos dedos, le quedó el don de su canto hasta el día de su desaparición física, el 9 de diciembre de 2002 en la población de Barinas.
Fuente: Enciclopedia de la música en Venezuela
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