Vivir desde el amor es la mejor forma de experimentar la vida en el flujo de eso que llamamos realidad.
La vida es un sueño de Amor y nosotros somos los soñadores
Lo primero que debemos hacer antes de validar como verdad una idea o concepto, es cuestionarlo totalmente.
“La verdad que no soporta el cuestionamiento, no puede considerarse verdad”.
Este es un concepto muy relativo, puede ser tanto cierto como falso, o significar algo totalmente distinto.
Cuando digo que es relativo, me refiero al lente o filtro de programación mental con el que se pretenda interpretar esta idea.
Alguien pensará que está haciendo realidad su sueño, porque estudió, se graduó, tiene un buen empleo, se enamoró y formó una linda familia; además, logró comprar un auto y vive en una casa bonita, en una buena urbanización.
Pero la verdad es que eso es relativo a las aspiraciones (deseos) que fueron programadas en tu mente desde que eras un niño, por sistema de creencia reinante de una época. Comenzó con lo que te inculcaron tus padres: Estudia, para que saques un diploma, consigas un buen empleo, para que ganes mucho dinero y llegues a ser alguien en la vida.
Además de esta afirmación, tus padres se aseguraron de crear un anclaje emocional, para reforzar este concepto en tu mente, diciéndote; Tú madre y yo nos esforzamos mucho, para que tú llegues a ser lo que nosotros nunca fuimos.
Este era el algoritmo condicionante de la era industrial, pero carece de validez en la era actual. Lo que quiero decir es que la mayoría, sino todas tus aspiraciones y deseos, más conocidos como sueños, fueron parte de una programación mental de una época, eso fue reforzado en tu mente, por la educación, la sociedad, los amigos y el sistema de consumo, amén de todos los los conceptos e ideologías políticas, religiosas y sociales de esa época.
En la era de la información, la robótica y la inteligencia artificial, donde Internet tiene más información que tus maestros de escuela, ese sueño o aspiración de vida parece carecer de valor. Porque un diploma en la actualidad no garantiza un buen empleo, ni el ganar un buen sueldo, y mucho menos, una familia estable, funcional y feliz.
Lo cual implica que ese algoritmo de la programación mental de la era industrial ya no es un sueño perseguido por la mayoría, ¿sabes por qué? La respuesta es muy sencilla; el algoritmo social cambió. El interés de la élite es otro, la programación del sistema cambió.
Lo cual nos lleva al planteamiento inicial. ¿Es la vida un sueño y nosotros somos los soñadores? Ya he afirmado que este concepto es relativo a la programación mental que gobierna el pensamiento de cada persona, tal y como hemos visto en los párrafos anteriores.
¿Es la vida la expresión de un sueño? Y de ser así, tendríamos que aceptar que vivir implica dormir, porque soñamos mientras dormimos, pero constantemente se nos invita a despertar, porque es obvio que el propósito de todo sueño es despertar. Luego regresaré a esta idea.
Además, están otras consideraciones; sea que estemos durmiendo (inconscientes) o estemos despiertos (conscientes) ¿qué pasa con aquellos fallos de la realidad que muchos han experimentado; cómo el efecto Mandela o los déjá vú?
Hay personas que aseguran tener recuerdos de cosas o sucesos que jamás ocurrieron, no al menos en su línea de tiempo actual, lo mismo que aquellos que tienen la certeza de haber vivido algo, o haber estado en un lugar, cuando nunca han ido a esa locación, lo cual nos lleva a pensar en la posibilidad de experimentar realidades alternas o universos paralelos.
Luego está el mundo de los sueños propiamente dicho, cuando nos vamos a dormir por la noche, donde experimentamos sueños de todo tipo, algunos muy lucidos y otros más ambiguos, dónde no parece haber imposibles o leyes que limiten las posibilidades, tal y como ocurre cuando despertamos al día siguiente.
Es como experimentar dos vidas, una despiertos y la otra, mientras dormimos, algo parecido a lo que pasa en la película de Avatar, pero aún durante el sueño nos ocurren otras experiencias muy particulares, por ejemplo: soñar que estamos soñando, experimentando el despertar de un sueño, para descubrir que aún estamos soñando y luego volver a despertar, a mí y a muchísima gente nos ha pasado, es semejante a lo que ocurre en la película Inception.
Cómo si existieran muchas capas de sueños, mejor dicho, un sueño dentro de otro sueño, que a su vez está dentro de otro sueño y así podría ser interminable. Lo cual nos lleva a preguntarnos, ¿estoy despierto o aún estoy soñando?
Luego está el hecho científico de la física cuántica, que afirma de forma categórica que todo es energía, frecuencia y vibración. Todo lo que veo, huelo, oigo o siento son impulsos eléctricos que interpreta mi cerebro, según la programación mental que me gobierna. Lo cual me lleva a hacerme muchas más preguntas: ¿Acaso; vivo en una realidad simulada en una Matrix? En fin, este es un tema infinito, que nos obliga a hacernos más preguntas: ¿Qué es real? ¿Estoy dormido o despierto? y de ser así; ¿cuál es la realidad base y cuál la simulada?
Te daré mi opinión personal sobre este complejo tema; yo creo que todo es una expresión plural, diversa, infinita y eterna del creador para experimentarlo todo a través de lo que llamamos vida.
Esta idea la extraigo de una afirmación de Saulo de Tarso, quien le dijo a los atenienses: “Porque en él vivimos, nos movemos y existimos”; el creador lo contiene todo y nada lo contiene a Él, este es un concepto muy abarcador.
El creador no es una deidad individual, de un pueblo en particular o de una religión, que ocupa un espacio o tiempo en su creación. Él es uno con todo lo que es, sin importar qué, cuándo o cómo, aquellos a quienes los hombres llamaron dioses, son seres creados, con un principio y un fin, que tienen limitaciones y sentimientos como los humanos y cualquier otro ser creado por Dios, quienes valiéndose de su mayor nivel tecnológico, pretendieron controlar al hombre con mentiras, usurpando al creador.
Dios es la fuente de todo, Él es la consciencia del todo. Él es todo en todo. Él es la suma de todo lo que es, tú y yo, al igual que todos los demás, somos una expresión singular de Él, experimentando la vida a través del libre albedrío. Sí, somos totalmente responsables de la realidad que experimentamos, con sus luces y sus sombras.
Nosotros creamos nuestra realidad, como dijo Descartes, pienso, luego existo, somos conciencias individuales, pensando (diseñando) la realidad que experimentamos, la cual es modificada por nosotros mismos, quienes somos su observador.
Es así como la energía de nuestros pensamientos se manifiesta en lo que llamamos realidad, por medio de la frecuencia en la que estamos vibrando. Recuerda; todo es energía, frecuencia y vibración, la proyección holográfica de lo que llamamos realidad, surge en nuestra mente, no en nuestro exterior.
Hay algo de la singularidad de nuestro ser que es uno con el creador y todo lo que es, esa es nuestra esencia espiritual, la sustancia misma de la existencia, la energía primigenia que salió de Dios, para expresarlo todo, esa es tanto la naturaleza de Dios como la nuestra. Es la fuerza más poderosa que existe, su nombre es Amor.
Cuando vives desde tu esencia en vez del ego, logras expresar tu mejor versión siempre, te conviertes en luz en medio de toda la oscuridad que existe a causa de los que se alejaron del amor, y lo que es mucho mejor aún, manifiestas una realidad buena, sin importar si estás o no despierto, o si esa realidad es o no una simulación, cada vez que construimos desde el Amor, su expresión será buena, justa y conectada con la verdad.
Si estás durmiendo, pero vives desde tu esencia, tu sueño será bueno, pero si en cambio estás despierto, (consciente) no sólo dejarás de ser una víctima de la programación del sistema (La Matrix), sino que serás una bendición para ayudar a otros a despertar.
La clave es:
No importa en la condición en la que te encuentres, dormido o despierto, en una realidad paralela o simulada, soñando o dentro de un sueño; elige vivir desde el amor.
Todo lo que surge del amor es bueno y está conectado con el creador y lo mejor de su creación. Vivir desde el amor es la mejor forma de experimentar la vida en el flujo de eso que llamamos realidad.
Haremos un nuevo concepto:
La vida es un sueño de Amor y nosotros somos los soñadores.
No permitas que nadie te haga sentir menos sin tu consentimiento. Tú eres más de lo que piensas, puedes más de lo que crees, hay más de lo que imaginas y, ciertamente, Dios es mucho más de lo que te han dicho.
FUENTE: >>https://www.verdadyvida.org/la-vida-es-un-sueno-y-nosotros-somos-los-sonadores/
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