Volvimos otra vez a los viejos atajaperros entre el gobierno norteamericano y las ratas del siglo XXI.
Esta semana el presidente Trump limpió el piso con los rufianes del siglo XXI. No dejó de decirle nada. ¡No se guardó ni un poquito! ¡Les dijo de todo! Llamó al régimen de Miraflores narcotraficante. Papás de la peligrosísima arma de exportación que ha resultado ser el Tren de Aragua. Señaló con nombres y apellidos a sus propios dueños: Maduro, Diosdado y Padrino.
Tampoco olvidó decir que ese régimen infernal ha provocado una estampida humana colosal, obligando a los venezolanos a escapar de los sueldos de hambre, las pensiones de risa y de los precios montados en globos aerostáticos que están matando de mengua a todo un país. ¡Bien por el presidente Donald Trump! ¡Veinte puntos con estrellitas!
No esperábamos menos de un amigo de Venezuela y de los venezolanos. Pero, ¡qué raro! El mismo presidente Trump, un poco antes de decir todo lo que dijo sobre los parásitos que están aniquilando a Venezuela, comentó también que está pensando muy seriamente extender la licencia de producción a la CHEVRON de este país, para que siga operando, sacando petróleo y repartiéndose la cochina con los rufianes de Miraflores.
La CHEVRON, como todos conocemos, es la que aporta en un porcentaje realmente enorme los recursos financieros con los cuales mantiene el régimen de Caracas su capacidad de sobornar gente, mantener un aparato de persecución y tortura a la disidencia.
Aparte de que la CHEVRON es hoy en día la principal cómplice del botín que se embolsillan diariamente el régimen y sus asociados de dentro y fuera del país.
Y por sobre todas las cosas, provee de una formidable fuente de riquezas, limpias de sanciones internacionales, a la crápula que controla la paz, la prosperidad y la vida medianamente digna de por lo menos 22 millones de venezolanos que permanecen encerrados en nuestro país.
A los cuales habrá que sumar, próximamente, a todos aquellos que, tras haberle sido revocado su condición de asilados políticos, perseguidos por el régimen de Venezuela, o beneficiados por alguna medida de protección migratoria como un TPS o un parole humanitario, estén obligados a abandonar este país y regresar a las manos del régimen.
Por fortuna, el mismo presidente Donald Trump, aun cuando insiste en dotar de una enorme capacidad financiera al régimen de Caracas por medio de la permanencia de la licencia otorgada por este país a la CHEVRON, juega muy bien sus cartas.
Todo país que compre hidrocarburos producidos en Venezuela recibirá como castigo la colocación de un 25% de aranceles a no-sé-sabe cuáles productos exporte a los Estados Unidos de Norteamérica. Bien bueno, ¡carajo!
Total, tal y como hasta ahora nos están contando las “cosas”, el régimen de Miraflores, a través de la CHEVRON solo podrá producir y exportar hidrocarburos venezolanos, siempre a sus cómodos precios de mercancía robada al pueblo de Venezuela, únicamente a aquellos que tengan como destino a las refinerías de los Estados Unidos de Norteamérica; para poder mantener sus precios de gallina flaca y su enorme atractivo.
Total, aquel que haya entendido esta historia, le agradecería encarecidamente que se tome el tiempo de explicármela; porque yo me quedé en la luna.
Déjanos saber tu opinión en los comentarios más abajo y no olvides suscribirte para recibir más contenido sobre noticias
FUENTE: >>https://venezuelaredinformativa.us/veinte-puntos-con-estrellitas/
Si quieres recibir en tu celular esta y otras noticias de Venezuela y el mundo, descarga Telegram, ingresa al link Https://t.me/NoticiaSigatokaVenezuela.
REDES: Twitter: @SigatokaNegra1 ; Instagram: @sigatokanegra ; Canal Telegram: @NoticiaSigatokaVenezuela ; Email: sigatoka.negra@yandex.com ; Tumblr: sigatokanegra
No hay comentarios:
Publicar un comentario
GRACIAS POR EMITIR TU OPINIÓN
Todos los contenidos publicados en este sitio web son propiedad de sus respectivos autores. Al utilizar este sitio web afirmas tu aceptación sobre las Condiciones de uso, la Política de privacidad, uso de cookies y el Deslinde de responsabilidades legales.