ESPERANDO EL MILAGRO

Yolanda Medina Carrasco / 

Venezuela RED Informativa.us

El tiempo pasa, y en Venezuela aún no pasa nada. Solo lo de siempre: persecuciones, encarcelamientos, torturas, desapariciones forzadas y muertes.

¡Ah!, y uno que otro preso político que el régimen suelta, que salen gorditos y rozagantes tras años en El Helicoide. Nada que ver con los rehenes entregados por Hamas tras la firma de la paz con Israel.

¡Aquellos sí que parecen radiografías!

Diosdado hablando hasta por los codos. Un día Maduro llamando cobarde a Donald Trump y el otro tratando de hacerlo entrar en “razón”. Pidiéndole como un pordiosero que reflexione sobre su “equivocación”; ni existe el Cartel de los Soles y no hay como el gobierno bolivariano para combatir al tráfico de drogas. El ajeno, por supuesto. El de la posible competencia. El que pertenece al NARCOESTADO está protegido por los generalotes que conforman el copito de las mafias de las fuerzas armadas bolivarianas. Pero, aparte de los sufrimientos que lleva nuestra Venezuela a cuestas desde hace casi tres décadas, no termina de pasar lo que tiene que pasar. Y pregunto yo, lo mismo que medio mundo: ¿Qué está pasando?

Yo no soy ni pitonisa ni tengo en la casa la bola de cristal que predice el futuro. Pero algo no encaja en toda esta historia. Y digo historia, no chiste, ni mucho menos opereta.

Porque, de que va a pasar algo que cambiará la faz de Venezuela, va a pasar.

Se me ocurre pensar que, excepto los países árabes que fueron capaces de utilizar la celebración sagrada para los hebreos del Yom Kipur en 1973 para atacar por los cuatro costados al estado de Israel, Norteamérica sí que respeta las formas. ¡A nadie, ni a mí, ni a ellos, ni al resto de nosotros nos cabe ninguna duda!

El domingo 19 Venezuela celebra devocionalmente, como país mayoritariamente católico, la santificación de la Madre Carmen Rendiles y del «Médico de los Pobres», el Venerable Dr. José Gregorio Hernández.

Ambos acontecimientos por muchos, muchos años, aguardados y devocionalmente esperados por la gran mayoría católica de nuestro país. En contraste, tenemos información de la llegada a Venezuela, procedente de los sucuchos de Cuba, de un enorme contingente de brujos, paleros y hechiceros que han convencido a Maduro y a sus secuaces de que Donald Trump solo está exhibiendo fintas en el Mar Caribe para obligarlos a que se entreguen, por las buenas, a la justicia norteamericana que los reclama por delitos de narcotráfico y conspiración en contra de este país.

Y según cuentan los que conocen la calaña y la fe que aquellos estúpidos tienen sobre esos magos, han sido convencidos de que “ni se van, ni los van del país”. Protegidos por la magia negra en la cual creen y practican aquellos imbéciles, dan por descontado que la flota libertadora de Donald Trump levará anclas y regresará por donde vino a punta de brujerías.

Insisto: yo no estoy en capacidad de vaticinar el momento en que sucederá lo que inevitablemente debe suceder en Venezuela para refundar al país. Pero quiero sospechar que, dada la magnitud que seguramente debe tener la operación de extracción de estos practicantes de la magia negra, Norteamérica va a respetar la fecha del domingo 19 de este mes para hacer lo que todos queremos y estamos preparados que se debe hacer.

Ese día, el domingo 19 de octubre, El Vaticano santificará a dos venezolanos ejemplares.

¡Y algo me dice que ese maravilloso y esperadísimo acontecimiento va a ser respetado!

Yo pienso que a partir de ese momento debemos pensar en una cuenta regresiva.

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FUENTE: >>https://venezuelaredinformativa.us/esperando-el-milagro/

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