QUÉ PENA CON ESE “SEÑOR”

Yolanda Medina Carrasco / 

Venezuela RED Informativa.us

Colombia resultó ser más refractaria que Venezuela en tolerar al sarampión idiotizante del engaño del socialismo. Manejada por casi un periodo constitucional, el vicioso de Gustavo Petro, afortunadamente sin mayores daños colaterales para sus instituciones democráticas fundamentales, continúa haciendo todo lo que esté a su alcance para hundir todo lo que se pueda echar a perder en su propio país.

Como siempre hizo, por cierto. ¡Porque no es que el M-19 fuera precisamente un organización de caridad! Pero eso sí: el fulano ha arruinado más de treinta años de comercio bilateral, acuerdos de libre comercio y adecuación del aparato productivo de Colombia, dirigido a las exportaciones de sus bienes hacia Estados Unidos.

Siempre esos tipo hacen daño. A veces de profundísima intensidad, a veces rápidamente reparables cuando esa gentuza sale de la escena política de lo más ligero, para que se pueda reparar el error de su presencia.

A todo evento, Petro está en su época de regresar a una clínica de rehabilitación, urgentemente.

Definitivamente, ¡mucha droga! Primero un discurso desencajado en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Que, entre su guayabera sin planchar y sus disparates de lunático, no dio ni para la risa. Tristemente para la pena y el rubor del pueblo colombiano.

Luego, en pleno New York, megáfono en mano, cuidado por sus eternos compinches espalderos provenientes de las selvas desde donde planificaban los atracos, azuzando a los militares de este país a desertar y a apuntar sus armas en contra de quien él considera el peor de los enemigos de la raza humana: Donald Trump.

Ya en Colombia, para desgracia de los colombianos, trata de convertir a los traficantes y productores de droga, como él, en desamparados y excluidos sociales obligados por las circunstancias del capitalismo a los negocios ilícitos.

Así, lanchas cargadas de estupefacientes con motores poderosísimos, él las convierte, en su imaginación intoxicada, en barcos pesqueros sin cañas ni anzuelos que faenan, justamente, en las rutas tradicionales de los narcotraficantes.

Igual suerte, para él, corren los “pobres” submarinos artesanales repletos de fentanilo que la flota norteamericana destroza en alta mar. Así es que, entre un disparate y otro, Petro asegura no haber reconocido el triunfo de su paisano Maduro en los comicios del 28 de julio pasado; aun cuando es el primer defensor de éste y del “inexistente”, según él, Cartel de los Soles.

Una simple excusa, al estilo siglo XXI, dice él, de las viejas políticas de la Diplomacia de las Cañoneras de la era de Teddy Roosevelt y del presidente William H. Taft. Sin dudas, con presidentes como Petro de vecinitos de Venezuela, el país no necesita enemigos cercanos.

Déjanos saber tu opinión en los comentarios más abajo y no olvides suscribirte para recibir más contenido sobre noticias

FUENTE: >>https://venezuelaredinformativa.us/que-pena-con-ese-senor/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=que-pena-con-ese-senor

Si quieres recibir en tu celular esta y otras noticias de Venezuela y el mundo, descarga Telegram, ingresa al link Https://t.me/NoticiaSigatokaVenezuela.