A la comunidad universitaria de la Universidad de Carabobo
A los estudiantes, profesores, empleados, obreros, egresados y a todos los venezolanos a quienes aún les duele el corazón cuando ven profanada esta casa de estudios que durante más de cien años ha sido faro de luz, libertad y esperanza para Carabobo y para Venezuela: Hoy me dirijo a ustedes no como víctima, sino como testigo y guardián de una institución que nos pertenece a todos. Durante años he denunciado, con documentos y argumentos en la mano, prácticas que atentan contra la esencia misma de nuestra universidad pública: Cobros a estudiantes de pregrado que violan abiertamente el artículo 103 de la Constitución de la República, que consagra la gratuidad de la educación universitaria dependiente del Estado. Interpuse la demanda correspondiente y la sostengo con firmeza, porque nadie puede lucrarse a costa del derecho constitucional de nuestros jóvenes.
La proliferación de fundaciones y unidades paralelas que manejan grandes sumas de dinero en divisas y en muchos casos en efectivo, al margen de los controles propios de la administración pública, generando una opacidad incompatible con la naturaleza de una universidad nacional autónoma.
La negativa sistemática a rendir cuentas claras sobre los ingresos propios, mientras se niega a los trabajadores universitarios —que sostienen esta institución con su esfuerzo diario— un bono complementario digno y equitativo.
El uso indebido de la representación institucional: nadie, ni siquiera la máxima autoridad, puede hablar en nombre de toda la comunidad universitaria en eventos político-partidistas. Cuando la ciudadana rectora Jessy Divo lo hizo, le recordé con respeto pero con claridad que en mi nombre no hablaba. Esa verdad, dicha en defensa de nuestra autonomía, desencadenó la furia.
A partir de ese momento se desató una cadena de actos antiacadémicos, arbitrarios, inconstitucionales e ilegales: La intervención de facto de la Secretaría de la Universidad de Carabobo, uno de los cuatro pilares históricos de nuestra institución, creado hace casi setenta años en la reapertura de 1958 y nunca alguien se atrevió a tal afrenta: suprimir sus competencias.
Les recuerdo que el mismo día que se eligió a la ciudadana rectora, el claustro también nos eligió a los dos vicerectores y al secretario con competencias muy bien definidas que se han mantenido durante 70 años.
En un acto de arrebato, -pues no tiene otro calificativo- abusando de su poder la ciudadana rectora valiéndose de una mayoría circunstancial en el Consejo Universitario pensó que podía hacerlo sin violar normas y principios que reciben la materia administrativa y emprendió a la supresión de competencias que la Ley de Universidades y nuestros estatutos asignan exclusivamente a la Secretaría, centralizando todo el poder administrativo y organizacional en manos de una sola persona: ¡la rectora!
Es indignante -por decir lo menos- que desde toda la vida hemos defendido la libertad de expresión por ser la Universidad cuna de la pluralidad de ideas; la ciudadana rectora presentó una denuncia penal en mi contra por supuesta “instigación al odio”, utilizando la _"Ley Contra el Odio"_ como herramienta de persecución contra quien ha elevado la voz por defender la transparencia, la gratuidad y la autonomía universitaria.
Estos actos no son errores administrativos: son una venganza personal que está destruyendo la institucionalidad centenaria. Por eso digo con toda responsabilidad: La ciudadana rectora Jessy Divo de Romero ha perdido la autoridad y la capacidad objetiva para seguir dirigiendo esta universidad.
Los decanos —electos o impuestos— que avalan y ejecutan estas arbitrariedades han demostrado que sus intereses no están en la academia, sino en la oscuridad y en el control. Mientras ellos protegen sus privilegios, nosotros protegemos a la Universidad de Carabobo.
Anuncio a la comunidad que he participado a los órganos internos de la UC (despacho rectoral, vicerectorado administrativo, auditoría interna y a dirección de administración entre otras dependencias) que iniciaré todas las acciones civiles, contencioso-administrativas y penales necesarias para: Restablecer a la Secretaría de la Universidad de Carabobo sus funciones y competencias plenas.
Anular toda decisión ilegal que la haya intervenido o suprimido.
Exigir la rendición de cuentas completa de todos los ingresos propios. Sin que sirva de excusa lo inexcusable como lo hizo la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas en el reciente curso introductorio que se negó remitir a la Secretaría listado de inscritos en los cursos introductorios, bajo el disparatado argumento de proteger la data de los menores ( que me imagino ya son mayores) y lo peor aún contó con el aval de la ciudadana rectora y del CU. Esperemos que ante los organismos externos puedan consignarse llamados a declarar cada uno de los participantes y que expresen el monto y la manera de efectuar el pago de ese curso que extraoficialmente solo en agosto recaudaron más de cien mil dólares $100.000)
Garantizar la gratuidad real del pregrado y el destino justo de los recursos hacia el bienestar de quienes hacemos universidad todos los días.
No pido venganza. ¡Pido justicia!
No pido privilegios. Pido institucionalidad.
No pido silencio. Pido que la verdad resuene en cada aula, en cada pasillo, en cada corazón ucista. A mis compañeros profesores, empleados y obreros:
los que hoy cobran salarios de hambre mientras otros manejan cuantiosas sumas sin rendir cuentas,
los que siguen viniendo aunque les cueste el pasaje,
los que aún creen que esta universidad puede volver a ser lo que fue:
¡no están solos! Esta lucha no es mía. Es nuestra.
Y la vamos a ganar con la fuerza de la razón, con la solidez del derecho y con el amor inmenso que le tenemos a esta casa que nos formó y a la que le debemos todo. Porque la Universidad de Carabobo no es de quien la ocupa.
Es de quien la ama, la defiende y la sueña grande otra vez. Con la frente en alto y el corazón lleno de esperanza,
hasta que recuperemos y le volvamos a hacer honor a nuestro eslogan que la UC es "luz de una tierra inmortal"
PD
Jamás utilizo intermediarios, voceros ni terceros para defender a mi universidad, mis creencias, mi ideología o para denunciar cualquier situación; siempre hablo por mí mismo, con mi propia voz y de manera directa.
Prof. Pablo Aure
Secretario de la Universidad de Carabobo
Catedrático de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas
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FUENTE: >>https://pabloaure.blogspot.com/2025/12/en-defensa-de-la-uc-y-de-la-verdad.html
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