Menu

TRADUCTOR / TRANSLATE

viernes, diciembre 12, 2025

Informe de Riesgo País: Honduras Post-Elecciones 2025

Epicentro de la Crisis: Incertidumbre Electoral y Fractura Institucional

Las elecciones generales de Honduras, celebradas el 30 de noviembre de 2025, fungen como el catalizador inmediato de una profunda crisis política y social. La demora en el conteo de votos y las graves acusaciones de fraude han sumido al país en una parálisis institucional y una aguda incertidumbre, exacerbando las tensiones existentes. El análisis de este evento es de importancia estratégica para comprender los riesgos de gobernabilidad a corto plazo y la potencial desestabilización de un Estado ya frágil.

    El Conteo de Votos y las Acusaciones de Fraude

La crisis postelectoral estalló inmediatamente después de la jornada electoral, con una demora de más

de una semana en la publicación de los resultados oficiales que ha alimentado la desconfianza sistémica. En un movimiento que ha elevado drásticamente la tensión, la presidenta en funciones, Xiomara Castro, denunció la existencia de un "golpe electoral", señalando manipulación del proceso, amenazas externas, una presunta interferencia de Donald Trump y la promesa de un indulto al expresidente Juan Orlando Hernández. En respuesta a esta narrativa de fraude sistémico, el partido oficialista Libre ha anunciado su decisión de no reconocer los resultados, convocando a sus bases a movilizaciones a nivel nacional para defender su postura.

    Actores Clave en Disputa

La disputa por los resultados electorales involucra a tres fuerzas políticas principales, con porcentajes de voto preliminares que reflejan una contienda extremadamente reñida y polarizada:

  • Partido Libre (Oficialismo): Encabezado por su candidata Rixi Moncada, quien obtuvo un 19% de los votos según los reportes iniciales. Su postura es de no reconocimiento de los resultados y movilización popular, argumentando un fraude sistémico.
  • Salvador Nasralla (Partido Liberal): Se posiciona como uno de los principales contendientes con aproximadamente un 40% de los votos reportados, en lo que se considera un empate técnico.
  • Nasry Asfura (Partido Nacional): Figura también en la cabeza de la contienda con un porcentaje de votos que oscila entre el 39% y el 40%, compitiendo directamente con Nasralla por el primer lugar.

    Fallas Institucionales y Desconfianza Sistémica

La crisis se ve agravada por fallas técnicas e institucionales que han erosionado la credibilidad del proceso. Las interrupciones recurrentes en el sistema de conteo y las inconsistencias en el desempeño del Consejo Nacional Electoral (CNE) son el núcleo del problema. Con un lento avance en el escrutinio, que al cabo de una semana apenas alcanzaba entre el 79% y el 92% de las actas procesadas, la percepción de opacidad se ha consolidado. Estos elementos, sumados a una desconfianza histórica en las instituciones electorales, alimentan un clima de sospecha generalizada y validan las narrativas de fraude entre los distintos bandos políticos.

Esta parálisis electoral no es un mero impasse administrativo; es el punto de quiebre desde el cual emanan múltiples trayectorias de riesgo para la estabilidad del Estado hondureño.

Escenarios Políticos y Riesgos para la Gobernabilidad

El análisis de escenarios se convierte en una herramienta fundamental para evaluar la estabilidad política en Honduras, dado el alto grado de incertidumbre. La resolución de la actual crisis electoral, o la falta de ella, definirá la trayectoria del país a mediano plazo, con el potencial de consolidar un frágil camino democrático o de profundizar la fractura institucional y social.

    Evaluación de Tres Trayectorias Potenciales

Los analistas han identificado tres escenarios políticos principales que podrían derivarse del actual impasse, cada uno con distintos niveles de riesgo:

  1. Parálisis Institucional: Este escenario se materializaría si el escrutinio no logra resolverse de manera creíble y definitiva. La consecuencia directa sería la continuación de protestas sostenidas, lideradas tanto por el oficialismo como por la oposición, y una confrontación abierta entre los partidos políticos y un Consejo Nacional Electoral (CNE) cuya legitimidad quedaría completamente socavada.
  2. Ruptura Constitucional: Considerado el escenario de mayor riesgo, implica una quiebra del orden institucional. Podría ser provocado por impugnaciones formales que escalen a movilizaciones masivas y choques violentos. Este riesgo se ve agravado por dos factores clave: el control que ejerce el oficialismo sobre las instituciones del Estado y una oposición profundamente dividida e incapaz de articular una respuesta unificada.
  3. Transición Pacífica Cuestionada: Contempla una eventual victoria de Salvador Nasralla o Nasry Asfura. Sin embargo, incluso en este escenario, la gobernabilidad se vería amenazada desde el primer día. La legitimidad del nuevo gobierno se vería comprometida no solo por la desinformación y la violencia, sino también por las profundas discrepancias y contradicciones emanadas desde los propios órganos electorales, lo que ofrecería una base institucional para un cuestionamiento permanente.

    Factores Agravantes de la Inestabilidad

Más allá de la disputa electoral, existen factores estructurales que intensifican el riesgo político y limitan las posibilidades de una resolución pacífica.

Factor de Riesgo

Análisis del Impacto en la Crisis

Oposición dividida

Fragmentación que impide una respuesta unificada, debilita el poder de negociación y facilita la prolongación de la crisis por parte del oficialismo.

Control estatal del oficialismo

El control de las instituciones clave es percibido como una herramienta para orquestar el fraude, eliminando la confianza en la imparcialidad del Estado y legitimando posturas de ruptura.

Desconfianza histórica en el proceso electoral

La historia reciente de crisis postelectorales y reformas fallidas genera una predisposición ciudadana a la desconfianza, lo que valida las narrativas de fraude y socava la legitimidad del proceso desde su origen.

Esta severa inestabilidad política crea las condiciones para un colapso acelerado de la capacidad de respuesta estatal, impactando de forma catastrófica en una crisis humanitaria que ya opera en niveles de emergencia.

La Crisis Humanitaria Agudizada: Impacto Social y Desplazamiento

Honduras es reconocida a nivel internacional como una de las crisis humanitarias más desatendidas del mundo. La incertidumbre política actual no solo desvía la atención y los recursos, sino que amenaza con agravar drásticamente las vulnerabilidades de una población que ya enfrenta niveles críticos de pobreza, violencia y precariedad.

    Dimensiones de la Pobreza y la Inseguridad Alimentaria

Los indicadores sociales de Honduras dibujan un panorama desolador. La pobreza es un fenómeno estructural que afecta a la mayoría de la población y se manifiesta en una grave crisis alimentaria.

  • Pobreza General: El 66% de la población vive en la pobreza. Otras mediciones elevan esta cifra a más del 71%.
  • Pobreza Extrema: Afecta a un alarmante segmento de entre el 32% y el 45% de la población.
  • Inseguridad Alimentaria: Cerca de 3 millones de personas, equivalentes al 30% de la población total, no tienen garantizado el acceso a alimentos.
  • Desnutrición Crónica Infantil: El 20% de los niños sufre retraso en el crecimiento, una consecuencia directa y a largo plazo de la desnutrición.

    Dinámicas del Desplazamiento Forzado y la Violencia

La violencia endémica, protagonizada por maras y pandillas, es uno de los principales motores de la crisis humanitaria. Esta violencia genera un constante flujo de desplazamiento interno forzado, con personas que huyen de sus hogares sin acceso a protección adecuada por parte del Estado. Solo en 2024, se estima que unas 100,000 personas fueron desplazadas, sumándose a las más de 247,000 que han abandonado sus comunidades desde 2014.

    Grupos Vulnerables en la Línea de Fuego

Dentro de este contexto, ciertos grupos poblacionales enfrentan riesgos magnificados. Mujeres, niñas, grupos indígenas y la comunidad LGBTIQ+ son particularmente vulnerables al reclutamiento forzado por parte de grupos criminales, a severas restricciones de movilidad en sus propios barrios y a una violencia de género sistémica. La situación es tan grave que los feminicidios ocurren con una frecuencia casi diaria, reflejando una profunda crisis de seguridad y protección para la mitad de la población.

Esta crisis humanitaria endógena se ve peligrosamente amplificada por factores exógenos, como la reducción del financiamiento internacional y el endurecimiento de las políticas de asilo en la región, que eliminan las válvulas de escape y condenan a millones a una vulnerabilidad sin salida.

Debilidades Estructurales: Los Cimientos de la Crisis Permanente

La crisis postelectoral y la emergencia humanitaria en Honduras no son eventos aislados, sino síntomas de debilidades estructurales profundamente arraigadas. Estos problemas de larga data en la economía, el medio ambiente y la gobernanza han creado un ciclo de inestabilidad que limita sistemáticamente cualquier posibilidad de desarrollo sostenible y paz social.

    Vulnerabilidad Económica y Social

La estructura económica de Honduras es inherentemente frágil. Su crecimiento depende en gran medida de factores externos como las remesas enviadas por los migrantes y las exportaciones de materias primas, lo que la hace vulnerable a shocks globales. Esta vulnerabilidad se traduce en una profunda desigualdad social. El país se ubica en el puesto 130 a nivel mundial en el Índice de Desarrollo Humano (IDH), la posición más baja de toda América Latina, con la única excepción de Haití. Esta estadística subraya las enormes brechas en acceso a servicios básicos, educación y oportunidades.

    El Impacto Acelerador del Cambio Climático

La posición geográfica de Honduras la convierte en uno de los países más vulnerables del mundo a los efectos del cambio climático. Los fenómenos meteorológicos extremos actúan como un multiplicador de riesgos, devastando comunidades y economías locales de manera recurrente. Un ejemplo claro fue la tormenta tropical Sara en 2024, que afectó a más de 250,000 personas, provocó inundaciones masivas, la pérdida total de cultivos y graves daños a la infraestructura. Estos desastres no solo agravan la inseguridad alimentaria, sino que también impulsan la migración de familias rurales hacia zonas urbanas periféricas, donde los servicios básicos son escasos.

    Déficit de Gobernanza y Falta de Avances

La parálisis en la agenda de reformas críticas —notablemente en la lucha contra la corrupción y el fortalecimiento democrático— constituye una debilidad estructural que socava la confianza interna y externa. Persisten los ataques contra defensores de derechos humanos, lo que evidencia la incapacidad del Estado para garantizar el estado de derecho. Este déficit de gobernanza se manifiesta con especial gravedad en la persecución de defensores ambientales, lo que no solo viola los derechos humanos, sino que también sabotea la capacidad del país para implementar estrategias de mitigación y adaptación climática, dejando a las comunidades rurales aún más expuestas a los choques climáticos descritos. Este déficit perpetúa la exclusión, la impunidad y la desconfianza ciudadana, cerrando el ciclo de la crisis.

Síntesis de Riesgos y Perspectivas Estratégicas

Este informe ha desglosado las múltiples capas de la crisis que enfrenta Honduras, revelando un complejo entramado de riesgos políticos, sociales y estructurales que se retroalimentan mutuamente. La conclusión consolida estos hallazgos para ofrecer una perspectiva integrada, esencial para la toma de decisiones estratégicas por parte de actores nacionales e internacionales.

    Matriz de Riesgos Interconectados

Los riesgos identificados no operan de forma aislada, sino que conforman una arquitectura de riesgo sistémico donde las vulnerabilidades se refuerzan mutuamente. La crisis electoral actúa como detonante agudo de una parálisis estatal, la cual acelera una emergencia humanitaria preexistente. Ambas crisis coyunturales se anclan en debilidades estructurales —dependencia económica, desigualdad endémica y un déficit de gobernanza crónico— que, a su vez, alimentan el ciclo de inestabilidad política y social.

    Perspectivas para la Estabilidad a Corto y Mediano Plazo

Con base en el análisis, la estabilidad de Honduras depende de la capacidad para abordar tres desafíos interrelacionados de manera urgente:

  • Imperativo de Resolución Electoral: La prioridad estratégica a corto plazo es la desarticulación del actual impasse electoral. Sin un resultado negociado, transparente y que goce de una legitimidad mínima, el país se encamina hacia una mayor degradación institucional y un posible escenario de ruptura constitucional.
  • Contención de la Emergencia Humanitaria: Paralelamente, es crítica la atención a las necesidades humanitarias no cubiertas que afectan a entre 2.8 y 3.2 millones de personas. La reducción de los fondos internacionales y las restricciones al asilo agravan esta urgencia, que no puede esperar a una solución política.
  • Abordaje de Deficiencias Estructurales: A mediano plazo, la estabilidad sostenible es inviable sin un compromiso verificable para confrontar el déficit institucional. Sin avances significativos en el fortalecimiento democrático y el estado de derecho para combatir la corrupción y la impunidad, Honduras seguirá siendo estructuralmente vulnerable a crisis recurrentes.
Déjanos saber tu opinión en los comentarios más abajo y no olvides suscribirte para recibir más contenido sobre noticias

FUENTE: >>FERNANDO MARTELLO

Si quieres recibir en tu celular esta y otras noticias de Venezuela y el mundo, descarga Telegram, ingresa al link Https://t.me/NoticiaSigatokaVenezuela.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

GRACIAS POR EMITIR TU OPINIÓN

Todos los contenidos publicados en este sitio web son propiedad de sus respectivos autores. Al utilizar este sitio web afirmas tu aceptación sobre las Condiciones de uso, la Política de privacidad, uso de cookies y el Deslinde de responsabilidades legales.

Responsabilidad

Noticias Sigatoka Venezuela, no se hace responsable de las opiniones expresadas en los artículos, ni de los comentarios emitidos por nuestros lectores, quedando entendido que son de entera responsabilidad de sus autores.