porSalvatore Babones@sbabones
Salvatore Babones es un especialista en la estructura económica mundial.
A medida que la elección presidencial de 2016 Estados Unidos se convierte en la recta final, una cosa es cierta: b candidatos OTH estarán tratando de ganar votos de América golpeando China.
candidato republicano Donald Trump y el candidato demócrata Hillary Clinton no estar de acuerdo en muchas cosas, pero sí están de acuerdo en una cosa: que China ha robado millones de empleos en Estados Unidos y debe ser hecho para dar vuelta.
Los candidatos presidenciales estadounidenses les encanta hablar duro con China y el comercio. Clinton está íntimamente asociada con la administración de Obama 2011 de pivote a Asia - una estrategia diseñada para contrarrestar la creciente influencia de China en la región; mientras que Trump habla sin cesar de traer empleos en la manufactura de vuelta de Asia a los EE.UU..
Pero, ¿cómo se comportarían en la oficina? Hablarle duro es una cosa; actuando duro es otra cosa completamente distinta.
Sería uno de los candidatos realmente hacer grandes cambios en la política de Estados Unidos hacia China si es elegido a la presidencia? ¿Y quién sería, Xi Jinping, en lugar frente a través del Pacífico - Clinton o Trump?
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Trump habla duro
lema de la campaña de Trump está "Haz América grande otra vez" y si él es bueno en una cosa, que es bueno para hacer cosas grandes.
Todo lo que tiene que hacer es visitar uno de sus muchos edificios de oficinas, campos de golf o clubes de experimentar el contacto Trump. Nunca nadie lo acusó de modestia.
Él es enfático que el comercio con China es el único que ha hecho de Estados Unidos menos grande de lo que debería ser.
Su sitio de la campaña acusa al ex presidente Bill Clinton, de la destrucción de la industria manufacturera de Estados Unidos mediante el apoyo a la adhesión de China en la Organización Mundial del Comercio. El sitio de traza un plan detallado para recuperar la iniciativa económica de China.
En primer lugar, Trump se compromete a declarar inmediatamente a China como un manipulador de divisas bajo el 1,988 General de Comercio y la Ley de Competitividad si es elegido presidente.
Desde el punto de vista de China es probable que no hay mucha diferencia que gana la Casa Blanca. Tanto Clinton como Trump han comprometido a llevar a casa trabajos de fabricación estadounidense de China sin ofrecer ninguna concreta, políticas viables para hacerlo.
La realidad de que la moneda china está probablemente sobrevaluado frente al dólar estadounidense parece no haber entrado en sus cálculos. China utilizó una vez que un yuan subvaluado para estimular las exportaciones de bienes manufacturados chinos. No más. Las cifras de exportación de China han estado estancado durante los últimos cinco años.
En segundo lugar, Trump dice que va a parar a China de robar la propiedad intelectual estadounidense. En particular, se pondrá fin a la práctica de la transferencia de tecnología, mediante el cual las empresas estadounidenses que invierten en China se ven obligados a compartir sus tecnologías patentadas con socios chinos.
Esta podría ser una buena idea si lo que realmente podría ser puesto en práctica. Pero la única manera de impedir que las empresas de Estados Unidos de transferir tecnología a China sería prohibir las empresas estadounidenses a invertir en China - un paso es probable que ningún líder de Estados Unidos.
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En tercer lugar, Trump afirma que pondrá fin a la competencia desleal por lo que China es la altura de los mismos tipos de normas laborales y medioambientales que las empresas estadounidenses tienen que cumplir.
Esto obviamente no es una promesa práctico. Los trabajadores chinos seguramente animar salarios más altos y lugares de trabajo seguros, pero es difícil ver cómo un presidente de Estados Unidos darles estos beneficios.
Trump lleva el premio al discurso duro sobre China, sobre todo cuando se trata de la economía. Pero sus recetas políticas actuales van desde la irrelevantes para la inviable. Ninguno de ellos es probable que se apliquen si Trump es elegido presidente.
Clinton el conciliador?
Clinton también aprovecha cada oportunidad para hablar duro con China, pero sus declaraciones específicas son en realidad mucho más conciliador que las de Trump.
Por ejemplo, ella no ha tomado una posición sobre el tema "manipulador de divisas". En cambio, se ha hablado de negar de China el estatus de economía de mercado bajo la ley estadounidense, un estatus que no disfruta en la legislación comercial en cualquier parte del mundo.
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Clinton sugiere vagamente que va a hacer frente a China, con respecto a sus exportaciones de acero subvaluadas, pero ella no ofrece detalles sobre exactamente lo que haría. Parece poco probable que un embargo de acero. Se habla mucho de la celebración de China rendir cuentas por sus políticas económicas competitivas, pero se cuida de no hacer promesas o amenazas específicas.
En pocas palabras, Clinton hace mucho ruido acerca de ser tan dura en China como Trump es, pero sus amenazas son aún menos probable que resulte en ninguna acción política real.
Desde el punto de vista de China es probable que no hay mucha diferencia que gana la Casa Blanca. Tanto Clinton como Trump han comprometido a llevar a casa trabajos de fabricación estadounidense de China sin ofrecer ninguna concreta, políticas viables para hacerlo.
Si el presidente de China, Xi tenía un voto en las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos, en la intimidad de la cabina de votación que probablemente optar por Clinton.
Teniendo en cuenta sus promesas específicas, un Presidente Trump tendría que tomar alguna acción en contra de China, sin embargo sin sentido que la acción podría ser.
Un presidente Clinton haría más probable parada en decir algunas palabras duras. De cualquier manera, como siempre es el resultado probable de las relaciones económicas entre Estados Unidos y China.
Salvatore Babones es sociólogo comparada en la Universidad de Sydney. Es especialista en la estructura económica mundial.
Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no reflejan necesariamente la política editorial de Al Jazeera.
Fuente: Al Jazeera