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lunes, octubre 03, 2016

DEA corroboró en octubre de 2015, que sobrinos de Nicolás Maduro participaban activamente en el tráfico de drogas Por Maibort Petit

@maibortpetit

Dentro de los elementos probatorios que  tiene el gobierno de los Estados Unidos para acusar a los sobrinos de la pareja presidencial de Venezuela, Efraín Antonio Campos Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas de conspirar para traficar 800 kilos de cocaína a los Estados Unidos, se encuentran "otras fuentes" que la DEA consultó para corroborar la información suministrada por el informante CW-1 alias "El Sentado", y que aún no han sido reveladas por esa agencia federal.

La defensa insiste en eliminar esta fotografía de las evidencias, mientras el gobierno insiste en que no hay ninguna razón
convincente para ponerla de lado, ya que la misma constituye una prueba del encuentro entre los Flores y el testigo
cooperante de la DEA (Foto DEA)
En un informe firmado por Emil J. Bove III y Brendan F. Quigley, abogados asistentes del fiscal Preet Bharara, se aclara que cuando el testigo cooperante CW-1 reportó que "el funcionario del gobierno de Venezuela, Bladimir Flores lo llamó para informarle que enviaría a sus dos sobrinos a Honduras para
negociar un negocio de tráfico de drogas, que tenía como destino los Estados Unidos, los agentes de la DEA procedieron a verificar si los dos sobrinos del presidente de Venezuela eran activos traficantes de drogas, lo cual se confirmó por otras fuentes".

El informe destaca que "CW-1 era un traficante de drogas, postrado en una silla de ruedas, que estaba tratando de cooperar con el Gobierno y la DEA en un esfuerzo por obtener un acuerdo de cooperación en relación con un delito que cursaba en su contra en el distrito de Nueva York".

Aclara que la DEA no ejecutó un acuerdo de cooperación con CW1. Sin embargo, "la información proporcionada a la DEA por CW-1 relacionada con la investigación de los acusados Campos Flores y Flores de Freitas fue cotejada con otras informaciones obtenidas por la agencia antidrogas, que corroboraron que los parientes del Presidente de Venezuela participaron activamente en el tráfico de drogas".

Los fiscales Emil J. Bove III y Brendan F. Quigley también se refieren en su informe a las intenciones de la defensa de querer eliminar la fotografía que muestra el primer encuentro ocurrido en Honduras, donde Campos Flores y Flores de Freitas se encontraron con "El Sentado" (CW-1).

El abogado de Campos Flores, Randall Jackson junto a su equipo solicitaron al juez Paul Crotty que permitirá la comparecencia de una experta en fotografías digitales y metadatos, para escrutar la fotografía enviada por CW-1 a la DEA, ya que la misma- según los defensores- "debe ser eliminada por estar manipulada". Dicen además que, el testigo cooperante eliminó el resto de las imágenes que supuestamente exculpan a los acusados.

En un reporte de CW-1 a los agentes de la DEA que trabajaron en la operación se informó que una mujer, cuya identidad no fue revelada, había tomado otras fotografías de ese encuentro, pero las mismas no fueron enviadas a la DEA, a pesar que los agentes las solicitaron en tres oportunidades.
 
Al respecto, el informe de los fiscales dice que "la fotografía proporcionada por CW-1 no puede ser eliminada de las evidencias, ya que la misma corrobora la información enviada por CW-1 que prueba que los acusados viajaron a Honduras para discutir una transacción de drogas".

-No había ninguna razón en aquel momento, ni ahora, para creer que las fotografías adicionales -mencionadas por CW-1- podrían exculpar a ninguno de los acusados. Por lo tanto, el fracaso de la DEA para recoger más fotos de la reunión no violó los derechos al debido proceso de los acusados, acotan los abogados Bove III y Quigley.

El reporte revela parte de un informe enviado por el testigo cooperante CW-1 al agente especial de la DEA, Sandalio González en relación a la reunión que tuvo lugar en Honduras,  el 3 de Octubre de 2015 y a la cual asistieron los acusados.

Entre los aspectos principales del informe se destacan los siguientes puntos:

1) CW-1 dijo a Sandalio González -a través de un mensaje de BlackBerry- que un funcionario venezolano (Bladimir Flores) estaba enviando a sus sobrinos a Honduras ese mismo día para hablar de un negocio de tráfico de drogas.

2) El agente especial González instruyó a CW-1 para que grabara la reunión.

3) CW-1 indicó que lo haría con su teléfono personal. En un esfuerzo adicional para obtener evidencias adicionales relativas a la reunión, el agente especial González instruyó CW-1 a ponerse en contacto con otra persona de la DEA en Honduras.  CW-1 no pudo comunicarse con el funcionario.

4) El agente especial González también notificó a los agentes de la DEA con sede en Honduras de la inminente reunión, pero no fue posible para los agentes llevar a cabo la vigilancia del encuentro, ya que ellos se encontraban en Tegucigalpa y la reunión era a varias horas de distancia de la capital hondureña.

5) Después de la reunión, CW-1 informó al agente especial González que los venezolanos, que más tarde fueron identificados como Campos Flores y Flores de Freitas quería que CW-1 enviara representantes a Venezuela para otras discusiones sobre el negocio.

6) CW-1 también informó que había sido incapaz de grabar la reunión, pero había otra persona que estuvo en capacidad de tomar fotografías de reunión. CW-1. Más tarde envió una de las fotografías al agente especial González a través de BBM.

7) La fotografía muestra encuentro CW-1 con Campos Flores y Flores de Freitas, entre otros. La DEA no obtuvo evidencia adicional sobre la reunión.

8) De la reunión del 3 de octubre de 2015 no hubo grabaciones, por tanto no fueron destruidas por el testigo cooperante o por el gobierno. De hecho, CW-1 dijo a González que no se había registrado la reunión.

9) No hay ningún requisito legal que obligue a la DEA  a grabar la reunión. La defensa debe conocer que no hay un requerimiento de preservar las grabaciones una vez que se haya creado, no hay ninguna obligación general de realizar grabaciones en el primer lugar, aseguran los fiscales.

En el informe presentados por los fiscales también se advierte que no hay pruebas aparentes que puedan ser presentadas por la defensa para probar las acusaciones hechas de una supuesta expoliación de evidencias por parte del gobierno.

Igualmente, aseguran que los acusados no ​​presentaron ninguna prueba de que que el testigo cooperante de la DEA hubiese ocultado o destruido información que les exculpe durante su viaje desde Venezuela a Honduras a principios de octubre el año 2015.

Flores de Freitas no presentó ninguna declaración en apoyo de la solicitud de supresión de evidencias. Por su parte, la declaración de Campos Flores al respecto, afirma de manera erróneamente que había múltiples "informantes" en la reunión y se limita principalmente a  sostener la afirmación vaga de que "se le instruyó" a "hacer numerosas declaraciones  (sin especificar cuáles) en una reunión posterior para reforzar la imagen que [él] era una importante traficante de drogas.

Por último, los fiscales resaltan que en el expediente presentado por la defensa no demuestra la supuesta mala fe por parte del Gobierno. "El agente especial González solicitó a CW-1  grabar la reunión, y también trató de encontrar un testigo cooperante adicional para facilitar la grabación. Ambas diligencias no tuvieron éxito, lo cual no indica en ningún momento que haya habido mala fe por parte de la agencia federal".
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