Desnutrición infantil, muerte de recién nacidos y deserción escolar son algunas de las consecuencias de la grave situación del país. La escasez de alimentos y medicinas son los aspectos más graves de la crisis, que ha cambiado de manera radical la calidad de vida de los niños venezolanos.“El 98,2% de los hogares cambiaron su forma de alimentarse en el último año”, así lo indica el estudio elaborado por el Centro Comunitario de Aprendizaje (Cecodap) y el Centro de Investigación Social (Cisor), presentado el 8 de diciembre.
En el estudio Efectos de la crisis económica y política en niños, niñas y adolescentes en el Área Metropolitana de Caracas, fueron visitados 1.099 hogares (encuestados 692 niños y 407
adolescentes), entre el 14 de julio y el 28 de agosto.
Los niños y adolescentes dijeron que en sus hogares no hay suficiente comida para todos los miembros de la familia todos los días de la semana. 105 niños y 113 adolescentes (19% de los encuestados) aseguraron temer quedarse sin alimentos en sus casas.
En relación a la salud, del total de entrevistados, 124 niños y 66 adolescentes señalaron padecer algún tipo de enfermedad crónica, la mayoría argumentó no recibir tratamientos adecuados.
Por otro lado, en relación al acceso a la educación, el estudio señala que al 68,5% de los hogares no le alcanza el dinero para comprar útiles, uniformes o pagar las matrículas escolares.
Desnutrición implica muerte
A diario llegan a las emergencias de los hospitales de Venezuela casos de niños desnutridos. La situación de escasez y alto costos de los alimentos está comprometiendo el futuro del país. De acuerdo a los especialistas, el niño desnutrido crece con graves problemas cognitivos, solo en caso de que sobreviva.
Según fuentes del Hospital Universitario de Caracas, todos los días llegan de 7 a 8 niños con problemas de desnutrición y con otras complicaciones como diarrea, enfermedades respiratorias, infecciones urinarias, también con VIH. Lo que sucede en Caracas, se repite con mayor gravedad en los hospitales del interior país.
El doctor José Félix Oletta, ex ministro de Salud, precisa que no hay cifras oficiales de desnutrición en Venezuela, por lo menos desde hace un año y medio. “Debemos ir preparándonos para analizar los factores de riesgos, porque van a reaparecer una serie de enfermedades que antes no estaban, ligadas a la desnutrición y al hambre por ejemplo la tuberculosis “
Muerte de neonatos
La dramática crisis de salud ha cobrado la vida de cientos de bebés recién nacidos en el año 2016. Los hospitales del interior del país son los más golpeados con la escasez de insumos y medicinas. Las fuentes consultadas, coinciden en que esta situación se deriva por negligencia del gobierno nacional y de los gobiernos regionales.
No hay cifras oficiales de los fallecimientos de los neonatos en 2016. Durante el año, a través de los medios se conoció, por ejemplo, que en el estado Sucre murieron en 3 meses, 100 neonatos. En Táchira, a diario fallecen de 3 a 4 bebés prematuros. En Maturín, hasta septiembre murieron 214 neonatos en el Hospital Universitario “Dr Manuel Núñez Tovar”. Solamente en el primer trimestre del año, en el Hospital Universitario de Cumaná fallecieron 93 bebés. Esto es solo una muestra.
En su recorrido por todos los hospitales del país, durante 2016 el diputado José Manuel Olivares evidenció la falta de medicamentos y de antibióticos, cementerios de incubadoras y falta de ventiladores mecánicos.
El pediatra Esteban José Suarez denuncia: “No hay medicinas, ni insumos en los hospitales del país, tampoco el personal de limpieza tiene los implementos necesarios para realizar sus labores en áreas tan especiales como de Neonatología. La falta de asepsia en las áreas neonatales puede contribuir a la proliferación de bacterias, algunas hasta mortales para los neonatos. La higiene debe ser extrema, con una minuciosa esterilización del material médico quirúrgico”.
Deserción escolar
La alcaldía de Sucre realizó una consulta a 410 padres de 23 escuelas del municipio, las cifras son alarmantes: la deserción escolar arrojó un 83%, debido a que los estudiantes presentan síntomas de debilidad por la falta de alimentos.
El departamento de investigación Memorias Educativas de la Universidad Central de Venezuela contabiliza 40.568 niños que dejaron de estar inscritos en la Educación Básica en 6 años y otros 199.924 jóvenes desaparecieron de la matrícula en 5 años.
Una fuente de los Colegios de Fe y Alegría, dijo que han observado que los padres no mandan a los niños a la escuela porque no tienen comida en casa y por la falta del PAE (Programa de Alimentación Escolar) que no funciona con regularidad, lo cual representaba la única comida que muchos niños hacían al día.