Vos sabéis que. Ha mediado del siglo XIX teníamos de presbítero en nuestra Catedral al padre José María Angulo, quien aparte de ser un hombre de sotana fue un maracucho muy preocupado por la educación, pero también muy jocoso y dicharachero.
Cuentan que en una oportunidad el padre Angulo hacía referencia al milagro de Jesús cuando repartió panes y peces a los necesitados, equivocándose al decir que el Cristo hizo el milagro al repartir cinco mil peces y cinco mil panes a cinco mil hambrientos.
El padre Angulo que era gago, al darse cuenta del pelón cometido tartamudeo y reconociendo que había sacado mal la cuenta, corrigió y recordó que Jesús había hecho el milagro al darle de comer a cinco mil almas con
tan solo cinco panes y cinco peces.
A lo que un borrachito volvió a cargar contra él y le dijo: ¡Padre eso también lo hago yo! El padre le preguntó y como vais hacer eso cristiano. El borrachito le dijo: Es muy fácil, les doy de comer con los panes y los peces que a usted le sobraron de la primera cuenta. Pa’ que vos sepáis.
FUENTE: R/S/W
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