Empezamos a ver quién era quien en la política, y descubrir quién era un mercenario político dentro de la oposición, y lamentablemente de ese guacal poco se salvó.
Los ideales de cada partido son si se cumpliera por sus dirigentes un camino. Pero los mercaderes no lo hacen
Encontramos que la educación se distancia de los valores, principios y la moral, con el objetivo de manipular al pueblo venezolano, que la intención verdadera no fue crear ciudadanos sino esclavos.
Empezamos a crear consciencia con bases y argumentos razonables, criterio de empatía por lo nuestro. No es trabajo fácil, ya que la mayoría se acostumbró a esa falsa educación de conformidad y dádivas.
Cuando nos dimos cuenta de que el poder de los gobiernos era la ignorancia del mismo, comenzamos a trabajar para sacarlos de ella.
Los factores vendidos por intereses personales con sus maquinarias nos atacan para desmentir la verdad que llevamos a todos. Atentando siempre contra el pueblo.
No nos daremos nunca por vencidos.
Salimos a las calles y luchamos sin descansar, de nuevo estos factores movidos por sus propios intereses buscaron apagar la lucha en vez de unirse a ella.
Creyeron que lo lograron, nada más lejos de la verdad, aprendimos que sin organización, la cual esperamos de parte de ellos, no se lograría mucho más de lo alcanzado, como fue el que los demás países vieran que en Venezuela pasaba algo. Y trabajamos para organizarnos y así lo estamos haciendo y hemos logrado.
Conjugación de resistir, insistir, persistir y no desistir, es la manera de lograr los objetivos.
Nos llamaron revoltosos, divisionistas, por ser conscientes, y claros de cuál es la manera de la salida.
Agotaron los caminos, constitucional, jurídico, y social, apagaron las ayudas internacionales, convirtiéndolas en ilegales o injerencias, truncando un camino pacífico, seguros para el pueblo.
Nos llamaron abstencionistas cuando la realidad es que siendo claros somos adstencionarios, en busca de una tercera vía, con visión de futuro para nuestro país y con ciudadanos de futuro, con libertad, respeto, justicia, principios, valores éticos y morales, con empatía por lo nuestro.
No es un déjà vu, ni un imposible, tampoco es un sueño que no se pueda realizar.
No se puede cosechar en el futuro si no sembramos en el presente, cómo Alcázar la meta, si no trabajamos por llegar a ellas, no existe futuro para nuestros hijos si no luchamos en el presente para ellos.
Mis hijos tendrán orgulloso su frente en alto, si le damos ejemplo, ellos serán el verdadero futuro de Venezuela.
Yo los quiero libres y con oportunidades de ser lo que quieran ser.
El miedo es un instinto de conservación natural, la cobardía es una decisión personal.
¿Cómo quieres que te recuerden en su futuro presente?
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FUENTE: >>Diego de la Vega
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