RUBÉN DARÍO MEDINA.
La actividad política en nuestro país está atrapada de tal manera en el pragmatismo que no quieren ver más allá del bosque incendiado sin percatarse que el voraz incendio puede arrasar con todo. Es tan evidente la decadencia en el liderazgo que no visualizan que el problema no sólo es una elección presidencial el 28 de julio. Variados grupos políticos no aprecian que se trata es de recuperar el país, sus instituciones, la convivencia política, en consecuencia resolver la crisis económica, social y moral de la nación. Estamos hablando de tirios y troyanos con muy escasas excepciónes, grupos y líderes que superponen sus intereses personales por encima del interés del país. Están subestimando en extremo a los electores al límite de pretender la imposición de ponerlos a escoger entre líderes a quienes ya se le esfumaron sus aplausos. Además, de ejecutar acciones para obstaculizar la participación de líderes quienes de verdad tienen una representatividad de las bases sociales comprobada en una elección primaria.
Por un lado, encontramos un grupo político aferrado desesperadamente al poder que apunta a resolver la crisis generada por su propio fracaso en una gestión de 25 años convocando una elección presidencial adelantada con la intención de recuperar su ya debilitada gobernanza. El problema está en que lo hace con un método que a leguas luce cómo anti democrático al no permitir la participación de líderes con aceptación en la población sin darse cuenta que esos obstáculos y condiciones electorales contribuye a lo contrario del objetivo perseguido porque esa postura deslegitima el evento electoral en cuestión. Es lógico pensar que los oficialistas intenten proyectar alguna justificación para inhabilitar a sus reales adversarios ya que el tema no es jurídico es político, soportado sobre el argumento de castigar a quienes asumieron un discurso de sectores de oposición en el pasado reciente de llamadas a la invasión del país y solicitudes de bloqueos económicos. Sin embargo, acorde a los estudios de opinión esa justificación para soportar las inhabilitaciones de líderes de oposición no es comprada por la población y según opiniónes de analistas independientes está posición radical del oficialismo la asumen tal vez por sus temores de poner en riesgo su permanencia en el poder. Es muy evidente esta última versión, así lo está observando la población y la comunidad internacional.
Hay un refrán popular que difunde que los políticos son como los artistas -cuando se les acaban los aplausos se van- . Sin embargo, pareciera que esta premisa en el actual momento histórico de la actividad política en Venezuela es todo lo contrario, los que tienen menos aplausos son los que se quieren quedar con el poder. Por supuesto, esto ocurre porque no estamos en una normalidad constitucional muchos menos en una democracia real. En esta dirección observamos a un presidente en ejercicio con un nivel de aceptación tan mínimo que en condiciones de una elección transparentes no debería optar nuevamente a la presidencia de la republica. Ha debido ponderar ese nivel de aceptación porque el muro de obtener su posible éxito electoral en esa contienda lo tiene bien alto y si lo logra superar sería considerado por sus escasos seguidores una hazaña y por sus adversarios un amañado resultado generando un mar de dudas en los factores de poder externo con el riesgo de no ser reconocida su elección y sus respectivas consecuencias.
En el tema de la candidatura de maduro considerando que es un político ya con experiencia la lógica le indicaba en resguardo de su historial político entre sus cuadros que no ha debido aspirar y lo que procedía razonablemente en aras de preservar su partido y sus ya escasas bases sociales era darle el paso a otro líderazgo. Lamentablemente esa es la tendencia histórica de las autocracias de izquierda en el mundo -perpetuarse en el poder-.
El tema Rosales es otra analogía. El rechazó abiertamente participar en unas primarias avaladas por casi todos los partidos del bloque opositor incluido UNT su organización. Tenía pleno conocimiento de su alto rechazo en la población y con un buen cálculo se dio cuenta que en ese escenario no prosperaba su opción candidatural. Es decir, al ver que se esfumaron sus aplausos desiste por esa vía y espera su momento para intentar quedarse con la candidatura de oposición. En mi caso yo no desmerito la trayectoria política de Manuel porque la conozco desde que militó en AD y siempre lo considere un político serio, mucho menos negamos su participación en resistencia en estos 25 años porque es muy evidente su actuación de opositor y sin dudas su liderazgo en el Zulia es indiscutible. No obstante, pienso que está fuera de toda lógica que una coalición de partidos que de alguna manera participó en una selección de una candidatura con las bases sociales del país y solo obtuvo respaldo de un 8 % sumado casi todo el bloque opositor no puede marcar la pauta para seleccionar el candidato presidencial. Este evento de las primarias claramente indicó un escaso respaldo a líderes tradicionales de partidos y es por eso que ninguno de ellos debería asumir el liderazgo en tan importante elección donde está en juego la recuperación del pais. Es muy complicado que lo digieran los electores. Hay un mandato que le dieron a una lideresa que ni siquiera tiene su partido inscrito ante el árbitro electoral y aún así fue elegida cómo la abanderada de oposición para esos previstos comicios con el 92 % del total de 2.5 millones de electores. Es el reconocimiento que hicimos los venezolanos y la lectura que enviamos al exterior del país. Esa fue la expresión de la gente, esta realidad no es fácil tirarla por la borda, no entra en la mente de nadie porque es muy burdo y se ubica en el plano de la insensatez política y es lo que produce el desencanto en el electorado de oposición que se corresponde con la estrategia oficial que busca la abstención.
Si lo que persigue el gobierno es resolver la crisis y fortalecer la gobernabilidad con esta elección, la maniobra para influir o determinar la candidatura de oposición no parece la vía correcta, en esa dirección están equivocados. La candidatura de Manuel no apunta a conseguir ese objetivo porque carece de legitimidad de las bases sociales.
Con la candidatura de Manuel gane quien gane la presidencia la crisis continuará porque las elecciones sin la participación de MCM, bien que el gobierno no acepten su candidatura por los riesgos que representa para la perdida del poder o no permitiendo otra
Opción candidatural avalada por ella es lo que no le dará legitimidad a ese evento. Es muy claro en el país y en la comunidad internacional que sin la participación de la dama esas elecciones no serán creíbles, en consecuencia no serán reconocidas por los factores de poder externo.
Quiero destacar que no creo en una connivencia del Zuliano con el gobierno aún cuando en la mayoría de los electores existe esa duda razonable, ya el tiempo que es un juez implacable nos señalara la verdad. Si definitivamente van las elecciones con los inscritos hasta ahora sin llamadas a la abstención por Maria Corina Machado, política que está muy bien definida en el bloque opositor - van a votar-. En este contexto se nos presentan 6 escenarios posibles:
Primero: MCM no puede inscribir a la profesora Corina Yoris y pacta con un inscrito diferente a Rósales, llama a votar y señala el rumbo al elector. Esta posibilidad no es nada descartable y sería una buena opción de triunfo. La interrogante en esta opción es si entre los inscritos existe uno con el perfil de confianza requerido.
Segundo: Manuel se retira al no conseguir el apoyo de MCM, esta es una buena oportunidad para que el Zuliano se deslastre de las sospechas de connivencia con el gobierno permitiendo la búsqueda de un consenso con uno de los inscritos.
Tercero: En una negociación el gobierno cede y aceptan a Yoris, ganamos todos . En este escenario hay una buena opción de triunfo y en proyección sería lo ideal para conseguir la paz y la convivencia política y sus consecuencias positivas para intentar resolver la crisis.
Cuarto: Poco probable pero considerando que la política es imprevisible pacto MR/ MCM/ PU. Deciden apoyar a Manuel. Esa candidatura produce abstención pero es una opción si es unitaria.
Quinto: Tomando en cuenta que la abstención no es una opción, Manuel, con el apoyo de la coalición de partidos decide mantener su candidatura y dejan sola a MCM. Aún así La dama puede derrotar a los dos grupos tanto al gobierno como a esta candidatura apoyando y haciendo campaña a otro candidato inscrito.
Sexto: El gobierno le da un palo a la lámpara y toma la ruta en dirección a Nicaragua.
RDM.
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FUENTE: >>R/S/W
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