Barra Plural 1158 Pérdida de soberanía

El 1 de enero de 1976, pronto hará 50 años, los venezolanos asumimos plenamente, a nuestra cuenta y riesgo, la explotación de la industria petrolera y lo hicimos tan bien que, con los años, llegó ella a ser una de las diez principales empresas de esa naturaleza en el mundo. Lamentablemente, el primer domingo de diciembre de 1998, entre la abstención de unos y la frivolidad de muchos, iniciamos, sin saberlo,  su declive.

Hugo Chávez Frías llegó ese día a la presidencia de Venezuela, asumiéndola el 2 de febrero siguiente y a partir de allí procedió a hacer las designaciones que estimó conducente en la  junta directiva de PDVSA, esa empresa que nos enorgullecía. Poco a poco, desde su junta directiva se fue desmantelando la misma hasta que a ella llegó, en el paroxismo de la locura, el señor Rafael Ramirez, ese que hoy pontifica desde las páginas de opinión de un diario nacional como si, entre alguno de sus lectores, se hubiere olvidado su accionar.

El terminó de convertir  a PDVSA en una institución roja rojita, en perjuicio de todos los venezolanos y quienes le sustituyeron, no solo ahondaron su accionar sino que inclusive, en la cárcel terminaron, no por esta, sino por otras derivadas de la misma.

Hoy, 26 años después de iniciada esta catástrofe nacional en la cual estamos inmersos, Ivan Freites, un dirigente sindical petrolero que, por sus posiciones se encuentra en el exilio, ha informado al país que los chinos -sí, esos que les cocinaban a los americanos en los campos petroleros venezolanos de los cincuenta- son ahora quienes controlan las instalaciones petroleras, gracias, así lo creo, no solo a la actuación de quienes dirigen los destinos venezolanos, sino también a la posición actual  del gobierno americano cuyas sanciones impactan al país, tal como en X lo reconoce el señor Granell, enviado del presidente Trump para Venezuela pero que, aparentemente, carece de fuerza en esa administración para imponer su visión.

El chavismo, en esa materia nos ha retrocedido un siglo, 100 años.

Así, veremos nuevamente en nuestro país,  campos de trabajo exclusivos para extranjeros, quizás con country clubs incluidos, mientras el personal venezolano, como ocurrió hasta diciembre de 1975, convive en uno de menor categoría que aquél, lo que evidencia que el chavismo, para vergüenza de todos, nos igualó en pobreza, hacia abajo.

Sepan quienes acusan de traidores a la patria a otros que, cuando lo hacen, se están viendo en un espejo.

Gonzalo Oliveros Navarro

@barraplural

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FUENTE: >>Gonzalo Oliveros Navarro

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