Igual que en China o en Vietnam, Laos, Camboya o Cuba, lo primerito que buscan las dictaduras comunistas trasnochadas consiste en secuestrar todo movimiento de trabajadores, que medio huela a independencia del estado.
Trabajadores “arreglados” a través de centrales bajo el control de lo que aquellos rufianes llaman “partido único” se convierten automáticamente en esclavos del régimen.
De esa manera los salarios, los beneficios conseguidos tras décadas de lucha obrera y la adecuación de los pagos a los cambios de los precios son rápidamente reemplazados por bolsas CLAP, pensiones y jubilaciones de mierda y mucha rodilla en tierra. Y si a eso le sumas la más completa y total destrucción del tejido institucional de un país, el resultado que tiene que dar es la Venezuela roja-rojita.
Demás está decir que para el régimen, para los capos de las mafias que controlan al país, existen dos pesos, dos medidas, para saber cómo mover el queso: una para comprarlo y otra para venderlo. Por supuesto, en ambos casos arregladas a favor del régimen.
En Venezuela el dictador obrero-reposero-ladrón es heredero de una Clinker sindical que, hasta ahora, ha brincado donde el régimen le ha dicho que brinque. El asunto es que esta vez, tal y como pinta la terrible crisis que se está comiendo al país de verdad-verdad, llegamos al llegadero.
Solo van a salir los rufianes del siglo XXI a mentarle la madre a Donald Trump por las, supuestamente, acciones internacionales que tienen acabada a Venezuela, los cuatro gatos a los cuales el régimen le pase lista el 1º de Mayo.
Para el resto de la Venezuela que vale la pena, para el resto de la Venezuela que ya no los soporta, el 1º de Mayo se quedan en sus casas. El país, otra vez, lleva a cabo un nuevo plebiscito.
Lo del 28 de julio ya fue un plebiscito; saliera o no la empobrecida dirigencia nacional a cobrar por el triunfo del pueblo. Pero lo del 1º de mayo se va a llevar a cabo desde la seguridad de las casas de todos y cada uno de los venezolanos comprometidos con la salida del régimen.
Y para el 1º de Mayo ni hay CNE, ni Elvis, ni Maduro, ni los mentecatos del TSJ; para el 1º de Mayo tocará sacar otra vez las cuentas en el país. Con o sin presidente o vicepresidenta electa que no salieran a cobrar la victoria. Con o sin dirigencia política de planes secretos que nunca terminan de funcionar.
El 1º de Mayo el país se queda en sus casas. Porque el 1º de Mayo el país no tiene nada que celebrar. Ni tampoco a nadie a quien llevarle ningún pliego ni de protecciones ni de papel lustrillo. El 1º de Mayo las calles de Venezuela se quedan sin gente. La gente se queda en sus casas, tranquilita y a prueba de balas.
Ese sí es un verdadero grito desde el silencio. Y ahí, sin ningún pendejo que quiera o no hacer lo que el pueblo le impuso que hiciera, Venezuela ya empieza a dar los primeros pasos para cobrar en grande.
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FUENTE: >>https://venezuelaredinformativa.us/protesta-silenciosa-para-cobrar/
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