Por una parte, afirma que en Venezuela hay un régimen dictatorial, cuasi criminal, con el cual, deduce uno, no se puede tener ningún tipo de relación y por la otra elimina un mecanismo de regularización temporal ejecutado por el ex presidente Biden que obligará a retornar a su tierra, por las buenas o por las malas, a más de 500 mil venezolanos beneficiarios del mismo y todo ello mientras el mismo gobierno americano afirmó -para justificar la referida medida migratoria- que las condiciones internas en Venezuela, habían mejorado.
Sin duda que, del texto precedente se evidencia una inmensa contradicción.
Si los venezolanos no corren riesgo de retornar a su país, resulta inexplicable, no solo que no se reanuden las relaciones entre ambos Estados, sino que, adicionalmente, nuevamente para alegría de algunos en la Florida y otras partes del mundo, se limite la realizacion de negocios en Venezuela, no solo a empresas norteamericanas sino también a cualquiera otra que, a juicio de las autoridades de ese país consideren que han vulnerado sus instrucciones.
Entiendo perfectamente que el señor presidente Trump está cumpliendo lo que prometió; sorprendente es que, quienes le votaron o le auparon, se extrañen de que lo haga, quizás porque en nuestros países nos hemos acostumbrado a que, una cosa es la campaña y otra, muy distinta, el ejercicio del poder.
Lo cierto es que, aún rodeado de tanta incoherencia argumental, lo prometido en campaña se está cumpliendo y de hecho, de continuar en esa política de cumplimiento, será irrealizable la pretensión de algunos en el sentido de que los marines, resuelvan nuestra situación pues, fue promesa electoral -y ha sido recientemente reiterado- que los Estados Unidos, bajo la presidencia Trump, no intervendría en los problemas de otros, dado que no estaría interesado en cambiar gobiernos.
Bajo esos supuestos, realmente discrepo de quienes consideran que, respecto de nuestros connacionales o país, la actual administración del 1600 de la avenida Pensilvania, refleja un respaldo a los valores democráticos generales.
Estados Unidos está en su derecho de aplicar por lo que se refiere a Venezuela y sus connacionales, las políticas que estime conducentes, ni más faltaba, mas ellas, en todo caso, evidencian asi lo reitero, una evidente contradiccion, no solo en el accionar y las declaraciones de los funcionarios del mas alto nivel de esa nacion, sino en la percepcion que, respecto de ellas, tienen distintos factores interesados en nuestra situacion.
Gonzalo Oliveros Navarro
@barraplural
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FUENTE: >>Gonzalo Oliveros Navarro
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