Venezuela RED Informativa.us
Se que es terrible lo que voy a escribir; pero es justamente lo que pienso.
Yo, Yolanda Medina Carrasco, ni mi portal noticioso www.venezuelaredinformativa.us, nos hemos volteado. Orgullosamente, y lo digo sin pena alguna, sigo con Donald Trump. Puedo comprender, a ratos con un nudo en la garganta, su agenda política.
La entiendo y la sigo compartiendo, desde el mismo día que él salió a vendérsela a América. Además, comento con total conocimiento de situación: de su discurso de campaña no hay variación alguna a su agenda de gobierno.
O sea, este señor está llevando a cabo todo aquello que le ofreció a la nación norteamericana como compromiso que iba a hacer en su gobierno.
La América con derecho a voto, la América que votó, y que votó por Donald Trump, está recibiendo exactamente lo que el hombre prometió en su campaña.
Acostumbrados como estamos a la calidad y a el valor de las promesas que se realizan en las campañas electorales, Donald J. Trump ni se ha desviado de lo que ofreció, ni ha mentido ni un poquito en cuanto a lo que ha llevado a cabo en estos casi seis meses de gobierno.
Soy venezolana de nacimiento y orgullosamente ciudadana de este país. Y por Dios que me duele en el alma la situación que están viviendo los inmigrantes ilegales que hoy por hoy permanecen escondidos en América para no ser deportados por las autoridades de este país a sus lugares de origen.
Igualmente se me parte el alma por la pérdida de los privilegios migratorios que esta administración le ha quitado a los venezolanos. Me parece que la protesta de los venezolanos es válida y, sobre todo, frustrante.
De una condición de protección migratoria, los venezolanos pasaron en un pestañazo al horror de tener que ser devueltos a las garras del régimen de Caracas. ¡No quisiera estar en los zapatos de ninguno de ellos! Pero esa energía potente y poderosa de los venezolanos empujados al rincón de los inmigrantes ilegales, ¿no se puede utilizar para empujar, desde donde estemos, la salida de los hampones que exprimen a Venezuela?
O acaso, ¿no es, en la mayoría de los casos, la razón de haber salido espantados de Venezuela para haber venido a este y a otros países?
¿En los 70 y 80 no estaba cundida Venezuela de colombianos, chilenos, peruanos, bolivianos, dominicanos y de cuanto país venido a menos le diera por vaciarse en Venezuela y nadie, pero nadie, hacia algo al respecto? ¿Por qué teníamos gobiernos “buena gente”?
Mentira: ¡porque siempre hemos sido un país de desordenados! Y claro que trabajaban, y claro que muchos de ellos hicieron país, pero, las grandes mayorías de esos migrantes descontrolados nos colapsaron al país, nos predaron el agua, el espacio en las ciudades, pueblos y caseríos venezolanos así como al resto de los recursos que requiere una ciudad con una mínima planificación urbana.
Y a lo máximo que se llegó en esa Era de la Venezuela de las Vacas Gordas fue en emitirle cédulas de nacionales, dejar que sus mujeres parieran en la Maternidad Concepción Palacios y llevarlos a votar por el color del partido político que los había hecho venezolanos en un abrir y cerrar de ojos, entregándoles una cédula verde.
¿La DIEX de aquel entonces en Venezuela fue mejor que el ICE de hoy en Norteamérica? ¡No lo sé!
Lo que sí tengo bien claro es que la Guardia Nacional, la Policía Metropolitana y cualquier funcionario corrupto de alguna alcaldía venezolana de frontera si no deportaba a los colombianos que atrapaban sin papeles, les sacaba toda la plata que cargaran ellos encima cuando pasaban por una alcabala y les pedían cédula a nuestros indocumentados.
Yo creo que, a veces, a muchos inmigrantes que viven en este país se les olvida que en América hay leyes y estas hay que respetarlas.
¿Acaso no fue una de las más potentes motivaciones para venirse a este país?
Porque América no es “la casa de Fernando”, aquella canción de Billo’s que contaba de un personaje de la Caracas de los años 1950, a quien los domingos se le llenaba la casa con gente de todos lados, y sin invitación alguna.
Y la canción, seguramente sacada de un cuento real, contaba que todos los que “caían” en la casa de Fernando terminaban el domingo al anochecer comiendo hallacas, ron y cervezas que pagaba el propio Fernando.
¿Y recuerdan como terminaba la canción? Un estribillo bien sabroso, pero también muy pesimista vaticinaba: “Fernando se va a arruinar, Fernando se va a arruinar”.
Déjanos saber tu opinión en los comentarios más abajo y no olvides suscribirte para recibir más contenido sobre noticias
FUENTE: >>https://venezuelaredinformativa.us/america-no-es-la-casa-de-fernando/
Si quieres recibir en tu celular esta y otras noticias de Venezuela y el mundo, descarga Telegram, ingresa al link Https://t.me/NoticiaSigatokaVenezuela.
REDES: Twitter: @SigatokaNegra1 ; Instagram: @sigatokanegra ; Canal Telegram: @NoticiaSigatokaVenezuela ; Email: sigatoka.negra@yandex.com ; Tumblr: sigatokanegra
No hay comentarios:
Publicar un comentario
GRACIAS POR EMITIR TU OPINIÓN
Todos los contenidos publicados en este sitio web son propiedad de sus respectivos autores. Al utilizar este sitio web afirmas tu aceptación sobre las Condiciones de uso, la Política de privacidad, uso de cookies y el Deslinde de responsabilidades legales.