RUBÉN DARÍO MEDINA.
Ciertos sectores de la sociedad venezolana pareciera que no terminan de ubicarse en el tema político en nuestro país. Me refiero a grupos políticos y opinadores de oficio que no han comprendido y cuestionan la acción de la firma de un documento por Edmundo Gonzalez que le permitió salir estratégicamente de nuestro territorio. Variedad de actores políticos aún no se percatan que la lucha de los opositores no es contra demócratas verdaderos y que no estámos ante una democracia real. Si analizamos con objetividad este acontecimiento, en vez de desaprobar esa acción de nuestro presidente electo deberiamos reconocerlo más bien como muy buena su habilidad política exhibida para poder huir del país que lo sitúa en España como un asilado político. Lo destaco con el termino “ Huir” porque es evidente que ese documento lo firmó bajo coacción en el marco de una presión de persecución. De allí, que estamos obligados aplaudir el comportamiento de este señor para birlar si así lo podemos calificar el asedio y amenazas que sobre él recayó y que insistentemente ejercía el gobierno. Es posible que González no tenga ni la experiencia ni la experticia política para afrontar este escenario político tan complicado y difícil en la que estamos sumergidos. Sin embargo, es inobjetable que su experiencia y experticia en el mundo de la diplomacia le sirvió en esta circunstancia.
Es lógico suponer que una carrera diplomática personificada en Edmundo nunca pudo estar aislada del mundo político interno de nuestra nación, más si tomamos en cuenta que nos ha representado en el exterior como embajador, tampoco debió estar distante de lo que ocurre en ámbito geopolítico porque al estar involucrado en estas actividades diplomáticas le obliga a conocer lo que pasa en el ámbito político universal, lo que nos indica que si es válida su cualidad política que encaja perfectamente en su perfil. Contrario a las descalificaciones sugeridas por tirios y troyanos que lo ubicaban como un candidato tapa o como un subalterno o títere de MCM. La evidencia está demostrando que ni lo uno ni lo otro, este señor con esta acción se consagra como un buen político y tiene plena conciencia donde esta parado en pro de producir un cambio en el país que parte de su contundente victoria con el respaldo mayoritario de los venezolanos y soportado en la confianza que se mantiene en el liderazgo de la oposición venezolana para que se produzca la transición política en el mes de enero del próximo año.
Esta astucia política comprobada en esta acción de González, la de la firma del documento en cuestión, señala que Edmundo sabía perfectamente lo que estaba firmando pero también conocía que ese evento era irrito o carente de legalidad y que el tema de la lucha política en nuestro país no es un tema jurídico es político por la defensa de la democracia y el rescate del país.
Este episodio nos recuerda la renuncia de Chávez en 2002 “ El cual aceptó “ lo que confirma que el tema de la crisis política en Venezuela no es jurídico sigue siendo un tema político.
En este caso del 2024, que involucra a Edmundo González firmando un documento, en la que supuestamente declina su postura de haber ganado ampliamente las elecciones sometido a una coacción de parte de personeros oficiales que lo obligan a dar conformidad a lo allí expresado. Sin embargo, tenemos la convicción que este tema cómo elemento distracción pasará a un debate entre juristas, políticos y comunicadores y la comunidad internacional sobre si de verdad fue una declinación o una coacción. En esta última categoría jurídica se inscribe la postura opositora porque es veraz y la otra la postura oficial, la declinación es una maniobra estructurada por el gobierno deliberadamente porque todos sabemos que ese documento originado por la persecución obedece a la estrategia oficial en su intención de no reconocer los verdaderos resultados electorales. El tema en este caso ya no es exponer exquisiteces jurídicas o políticas, la visión jurídica no aplica y no resuelve el problema de legitimidad de las elecciones. La ausencia de independencia de las instituciones que administran justicia en Venezuela sentenció el no reconocimiento y descalificó una sentencia judicial que confirmó el triunfo de Maduro desde la posición oficial lo que originó el desconocimiento en el mundo político externo el pronunciamiento oficial sobre los resultados electorales hasta tanto el organismo competente el CNE presente los soportes de estos resultados.
Lo cierto es que el escape de nuestro presidente electo de las pezuñas de la dictadura está dando sus frutos. Fue un estímulo a variados reconocimientos en su cualidad de próximo presidente de Venezuela que se posicionará el 10 de enero del próximo año. Ya la mayoría de los estados y líderes importantes del mundo e instituciones representativas parlamentarias lo reconocen como el verdadero ganador de la contienda electoral del 28 de julio.
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FUENTE: >>R/S/W
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