¿Qué les parece si damos por buena la sensación que tenemos muchos venezolanos, tanto de dentro como de fuera, de que estamos metidos en un terremoto de escala jamás antes vista?
Qué el piso se nos abre bajo nuestros pies y el país completico se está deslizando hacia una colonia internacional o al mismísimo infierno. Que solo somos una pieza, nada más que un eslabón de una gigantesca cadena, condenados a ser solo una maquila energética.
Que los rufianes del siglo XXI, ante lo inexorable de este nuevo reparto geopolítico del mundo tal y como hasta ahora lo hemos conocido, cambiaron mansitos de manos. ¡No les quedó de otra! Además, sin rollos. Porque si cualquiera les garantiza la permanencia en el poder, cualquiera puede ser bueno para ellos. ¡El que sea!
Que tres de los verdaderos y auténticos reyes de la baraja, no el imbécil aquel de la Península Ibérica que apenas llega a bufón, metieron en un mismo saco a Ucrania, al Medio Oriente, a Gaza, a Israel, al Archipiélago de allá del Pacífico, a Taiwán, a Venezuela, a Cuba, a Nicaragua, a Groenlandia, a Canadá y un bojote de enredos más. Y que, a todos ellos, se los van a rifar.
Veamos este primer escenario. Maduro-Padrino-Diosdado se dejan de sus enamoramientos inútiles e improductivos con China, Rusia e Irán, y se arreglan con el Fondo Monetario Internacional; piensan certificar todo lo que le han prestado a Venezuela, que ellos mismos se han robado, y les da también por pasar la página.
¡Que de eso sí que saben! Que reciban ya no solo a la CHEVRON, sino a treinta empresas más que hagan de Venezuela la nueva potencia petrolera del mundo. Por cierto, a cinco días de navegación de Estados Unidos, quince días de los puertos de Europa y que sustituya eventualmente al crudo del Medio Oriente en proceso de disminución.
Imaginemos, solo por un instante, que todo “eso” puede ser verdad. ¿Cómo queda la Venezuela de a pie, como queda el venezolano que trabaja o que trata de vivir de una pensión de mierda que recibe en este momento, ante ese posible aquelarre de millones que va a entrar al país? ¿Otra vez quedamos en manos de los mismos rufianes? Si se han robado lo que han producido la CHEVRON, la REPSOL y la EMI, por decir lo menos, ¿van a pelar la bolota que les viene?
Por favor, que alguien me diga quién va a mirar por Juan Bimba, por su bienestar, por su calidad de vida, por su futuro. ¿Por la seguridad social que el venezolano requiere y que le ha sido robada, desfalcada, tanto por los “unos” como por los “otros”?
¿Los sindicatos bolivarianos? ¿Los partidos sordos, ciegos y mudos que hacen comparsa al régimen? ¿Edmundo, María Corina, Vente Venezuela, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo? ¿Leocenis García, Er Conde del Guácharo o Mandrake El Mago? ¿Quién? Si la ecuación que estamos “imaginando” resulta ser inexorable, ahora sí que la gata se montó en la batea.
Yo creo que esas son la preguntas del futuro para nuestro país. La “cosa” va mucho más allá de validar o no, o de señalar con el dedo de la historia quienes van a bailar con el régimen en las elecciones del 27 de abril.
Porque, mis queridos amigos, ahora sí que llegamos al llegadero. Ahora llegó el momento, el instante, que casi todos los políticos de Venezuela llevan años tratando de evitar: pensar exclusivamente en el bienestar del venezolano y en Venezuela. Porque, yo creo que para todo lo demás YA NOS ARREGLARON.
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FUENTE: >>https://venezuelaredinformativa.us/y-si-ya-nos-arreglaron/
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