LO QUE REALMENTE IMPORTA NO CUESTA NADA, PERO LO VALE TODO

Imagina que vives cien años, eso apenas es un suspiro frente a la eternidad. Y aún así, caminamos por éste mundo como si nuestra estadía en éste plano fuera eterna, cómo si el tiempo nos sobrará.

*Lo que de verdad importa, no cuesta nada.*

No cuesta nada mirar al otro con comparación. No cuesta nada dejar de hablar mal o criticar a los demás.

No cuesta nada ver en el prójimo un hermano en vez de un rival. La verdad es que todos somos diferentes debido a los papeles o roles que interpretamos en ésta gran obra que llamamos vida, producto de la falsa personalidad programada en nuestra mente por el sistema, por medio de ideas, conceptos y todo tipo de ideologías, aunque nuestra esencia es seguirá siendo la misma.

Cada uno con sus heridas, desafíos y misión, pero al final, todos somos partes de una misma familia en la tierra. Y la chispa divina que late en mí también lo hace en ti. 

Sin embargo; preferimos compararnos, competir y odiar, como si el odio nos hiciera más fuertes, la envidia nos hiciera más valiosos o la queja nos regalará más tiempo.

En éste instante, hay personas que están luchando y lo darían todo, por un segundo más de vida. Mientras la mayoría lo desperdicia en rencores y resentimientos.

No cuesta nada agradecer que abriste los ojos hoy. No cuesta nada mirar a tus padres, hijos y a tú pareja y decirles gracias. 

No cuesta nada pensar bien del otro, aunque no lo entiendas ni lo compartas. 

No cuesta nada recordar que al hablar mal de alguien, también lo estás haciendo de la chispa divina en él, que es Dios.

Ser espiritual no significa pasar horas meditando, orando o visitando templos, ni repetir mantras.

Ser espiritual es confiar, que de una u otra forma, vas a salir adelante. Confiar que no estás sólo. Confiar que la vida tiene un propósito más grande, incluso, en medio del dolor. 

Piensa; *¿De qué sirve creer en Dios, el alma y lo eterno, si luego nos dedicamos a destruir al hermano con críticas y burlas?* Eso no es fe, eso no es coherencia.

Un día té darás cuenta de muchas cosas, estarás en una cama, mirando el techo, sabiendo que ya no hay vuelta atrás, y todo lo que tendrás será la memoria de todo lo que diste o le negaste a otros. Entendiendo que lo que le das o le niegas a otro, te lo das o te lo niegas a ti mismo. 

*No habrá coches, casas o títulos, sólo quedará el eco de tus actos.*

En conclusión: el bien cuesta menos que el mal, la compasión pesa menos que el odio y la gratitud llena más que la queja. Pero vivimos como si no lo supiéramos. 

Por eso te grito hoy: *¡DESPIERTA!* No esperes perderlo todo para empezar a agradecer. No sigas creyendo que tienes siglos para perdonar, abrazar y decir te quiero. *No los tienes.*

El tiempo es el mayor ladrón de todos, y cuándo venga por ti, solo te sobrevivirá la huella de lo que dejaste en el alma de los demás.

El único propósito de la vida es vivir. Experimentando plenamente tu experiencia de vida, y la única forma de lograrlo es: viviendo desde tú esencia en vez de vivir desde tú programación mental. 

Comprendiendo que tú esencia es el amor, la chispa de la vida, la que dió origen y lo sustenta todo, estando presente en todo lo que es.

En ese sentido, podríamos decir que: *LA VIDA ES NUESTRA OPORTUNIDAD DE AMAR Y SER AMADOS, INDEPENDIENTE MENTE DE LAS CIRCUNSTANCIAS A NUESTRO ALREDEDOR.* Todo lo demás es un enorme desperdicio de la vida.

Recuerda: *LO QUE REALMENTE IMPORTA EN LA VIDA, NO CUESTA NADA, PERO LO VALE TODO.*

Miguel Ángel León R.

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FUENTE: >>Miguel Ángel León R

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